A diez años de la muerte de Akira Kurosawa



Director emblemático del cine japonés, entre sus obras estan 'Los siete samurais', 'Dersu Uzala' o 'Rashomon'.

Con el cine nipón en pleno asalto internacional en la estela de títulos como las terroríficas Ringu se cumple el décimo aniversario de la muerte de Akira Kurosawa, el hombre que puso en pantallas de todo el mundo películas de samurais.

Paradójicamente, Japón apenas repara en el aniversario del más conocido, más influyente y probablemente más temido de los directores de cine japoneses, cuya trayectoria le valió el nombre de "el emperador" y un Oscar honorífico en 1990 por títulos como Ran, Los siete samurais o Kagemusha.

Hoy en día, autores como Masayuki Suo y Hideo Nakata ruedan en Hollywood y Takeshi Kitano disfruta del amor incondicional de los festivales europeos, pero hace ya mucho tiempo fue Kurosawa quien por primera vez atrajo la atención del mundo hacia el cine japonés.

Diez años después de su muerte, aniversario que se cumple el día 6, la mayoría de los eventos institucionales de homenaje se han retrasado hasta 2010, cuando se cumplirá el centenario de su nacimiento, y para esta ocasión apenas queda la restauración digital de Rashomon (1950), a cargo de Academia de Hollywood.

Si se puede tomar por homenaje, también se ha presentado este año el remake de Kakushi-toride no san-akunin (1958), la película de Kurosawa que inspiró años más tarde a George Lucas en La Guerra de las Galaxias.

Pero probablemente no cuente como tal, por lo menos eso dice Mark Schilling, experto en cine nipón, que imagina que esta película causará cierto zumbido en la tumba del maestro y alude al legendario mal humor de Kurosawa.

Pasada ya una década de su muerte comienzan a salir a la luz testimonios de personas que trabajaron a su lado que confirman esta leyenda, pero que también la matizan y explican.

Por ejemplo, la asistente de Kurosawa durante casi cuatro décadas, Teruyo Nogami, que publicó un libro sobre sus años de trabajo junto a él, afirmó en una entrevista reciente que la experiencia de su participación frustrada en Tora, Tora, Tora (1970) lo deprimió profundamente.

Según Nogami, en aquella época Kurosawa bebía todas las noches y se comportaba mal.
Estuvo a punto de suicidarse, tal y como hizo, cuando Akira todavía era un joven aprendiz de pintura, su hermano Heigo, una persona que tuvo gran influencia en el maestro.

De modo que Kurosawa tampoco fue un dictador desalmado, sino un hombre obsesionado con las películas y la perfección.
El otro gran rasgo de Kurosawa fue su amor correspondido por la cultura occidental. Adaptó a Shakespeare, Gorki, Dostoievski, Tolstoi, Ed McBain, Georges Simenon e incluso a Esquilo.

Pero lo que tomó lo devolvió con creces, ya que sus películas sirvieron de inspiración o de puro patrón para una larga lista de títulos, como Los Siete Magníficos (1960), Por un puñado de dólares (1964) o Bichos (1998).

Por eso quizá, cuando en Japón ya nadie quería poner los fondos para que "el emperador" se los gastara en excentricidades como pintar la hierba de verde (Ran, 1985), fue gente como los rusos (Dersu Uzala, 1975) o Steven Spielberg (Dreams, 1990) los que produjeron sus películas.

Su mal genio y su debilidad por la literatura no nipona le valieron reproches en Japón, donde le acusaron de ser "demasiado occidental".
Quizá es que en Japón no se le entendió. Así lo sugiere el director chino Zhang Yimou, que afirma en las películas de Kurosawa, a quien considera su maestro, se lee "el alma de Japón" .

Los 7 samurais y sus remakes



Han pasado cincuenta y cuatro años desde Los siete samuráis, una de las grandes obras maestras de Akira Kurosawa , y en Hollywood siguen confiando en el gancho de su argumento. Los hermanos Weinstein, Bob y Harvey, planean producir un remake e incluso se rumorea que George Clooney podría ser uno de sus protagonistas.

El original nos trasladaba hasta el Japón del siglo XVI, donde una aldea de campesinos, cansados de las extorsiones de una banda de forajidos apropiándose de la mayor parte de sus cosechas, deciden contratar a un grupo de mercenarios para que los defiendan.

La épica y el melodrama de Kurosawa iba más allá de su premisa inicial para introducir interesantes reflexiones sobre el poder o la condición humana. La película también hizo internacionalmente famoso a su protagonista, Toshirô Mifune .

Zhang ZiyiPara la nueva versión aún no se ha concretado nada respecto al reparto, pero sí que se ha conocido que una de las actrices protagonistas puede Zhang Ziyi , célebre por haber intervenido en Tigre y dragón o Memorias de una geisha . Sin embargo la controversia surgida es que ella no sea japonesa sino china. Otro de los nombres que suenan es el de Donnie Yen (Hero ).

Los prolíficos hermanos Weinstein, productores de películas como Sin City , Kill Bill o la trilogía de El señor de los anillos , han encargado la redacción del guión a John Fusco, autor también del guión de Forbidden Kingdom , que une por primera vez a los especialistas en cine de artes marciales Jet Li y Jackie Chan . Además, el propio hijo del maestro Kurosawa, Hisao, asumiría tareas como productor ejecutivo.

Los siete samuráis también han servido de fuente de inspiración para varios largometrajes.

Los siete magníficos (John Sturges, 1960)
Los 7 magníficosLa fórmula de Kurosawa aplicada al salvaje Oeste. Fue un western, y una película, muy popular durante los sesenta. Brilló por su reparto con Yul Brinner al frente y secundado por unos todavía poco conocidos Steve McQueen, Charles Bronson, además de Elli Wallach , James Coburn o Robert Vaughn. Y también por la música original que compuso el desaparecido Elmer Bernstein, uno de los grandes de la banda sonora, que se erigió en una de la sintonías predilectas de los programas, de radio o televisión, que hablaban de cine.

Los siete magníficos del espacio (Jimmy T. Murakami, 1980)
La fiebre galáctica a raíz del taquillazo de La guerra de las galaxias (1977) motivó un sinfín de películas de temática similar. Una de ellas fue esta producción, pura serie B, del incansable Roger Corman. Y aunque el título original fue Battle Beyond the Stars, aquí se estrenó con otro mucho más explícito. Una idea argumental calcada al filme de Kurosawa, sólo que cambiando el Japón del siglo XVI por planetas y galaxias. Como guiño adicional, Robert Vaughn, uno de los intérpretes del western de Sturges , participaba encarnando a un oscuro mercenario espacial.

Siete espadas (Tsui Hark, 2005)
Siete espadasLa más reciente, una espectacular coproducción entre Hong-Kong, China y Corea del Sur que nos situaba un siglo después de los hechos narrados por la película de Kurosawa y cambiando el lugar por China. El telón de fondo es la lucha de los rebeldes nacionalistas contra los invasores manchúes. Muy pronto un reducido grupo de guerreros dotados con habilidades especiales se enfrentarán al nuevo poder opresor. Uno de sus protagonistas fue precisamente Donnie Yen.