EL FBI cumple 100 años



El FBI, el cuerpo de investigación judicial que ha inspirado un sinnúmero de películas en Hollywood y se ha convertido en un icono para los niños estadounidenses durante décadas, ha cumplido 100 años con energías renovadas.

"Durante el pasado siglo el FBI ha crecido, ha cambiado y se ha adaptado a los nuevos retos que han surgido. Empezamos ahora nuestro segundo siglo de servicio y el FBI renueva su compromiso", dijo el abogado Mueller.

Gran crecimiento

"Fidelidad, Valor e Integridad", dijo recordando su lema, "al país, a la Justicia, a la ley, a la constitución, a la igualdad... a una serie de valores que hacen que pertenecer al FBI sea una forma de vida". Mucho ha cambiado el FBI desde que en 1908 el fiscal General Charles Bonaparte decidiera crear un nuevo departamento para luchar contra el fraude y las violaciones a las leyes de comercio.

La entonces recién creada oficina, dependiente del Departamento de Justicia y que aún no contaba con su nombre actual, nació con una dotación de 34 agentes, frente a los cerca de 30.000 empleados con los que cuenta actualmente.

Época de "gánsters"

Los "gánsters", el combate a la ley seca y a los ladrones de bancos que en los años 30 alcanzaron gran popularidad como Bonnie and Clyde proyectaron la imagen de estos agentes que, ante todo, proclaman su integridad en la lucha contra el delito.

Tras la época de los "gánsters", las dos Guerras Mundiales en Europa y la Guerra Fría hicieron que el FBI abriera sus miras al extranjero para vigilar a los grupos políticos que pudieran amenazar la estabilidad de EE.UU., y comenzó el envío de agentes al viejo continente para hacer labores de inteligencia.

La era Hoover

Pero sí un nombre fue clave en la historia del FBI fue el de J. Edgar Hoover, su director desde 1924 y hasta su muerte en 1972, quien llegó a ser considerado el hombre más poderoso del país. La leyenda dice que los presidentes no se atrevían a destituirlo por temor a sus archivos personales de información.

Hoover extendió los tentáculos del FBI por todas partes. Desde la investigación de laboratorio hasta el espionaje. A lo largo de sus casi cinco décadas de mandato, Hoover vivió pocas derrotas personales, pero la más significativa fue la creación en 1947 de la Agencia Central de Inteligencia (CIA). Ese día murió el FBI como servicio secreto, pero nació la mayor rivalidad del país entre cuerpos de seguridad.

En cien años, también hubo grandes fracasos. Entre los sonados estuvieron el sitio de Rubdy Ridge en 1992, cuando el manejo equivocado de un caso terminó con un innecesario baño de sangre y un criminal convertido en víctima, y los 76 muertos en el asalto al rancho de Waco, donde se habían atrincherado los miembros de una secta en 1993.

Otros escándalos que minaron la imagen del cuerpo fueron la detención del acusado equivocado por la bomba durante los Juegos Olímpicos Atlanta 96 y el descubrimiento en el 2001 de que uno de sus altos cargos, Robert Hanssen, había estado espiando y vendiendo información desde 1979 a Moscú.

El golpe más duro

Sin embargo, el mayor golpe al FBI llegó más recientemente: el 11 de setiembre de 2001. Los filtros de seguridad del Buró quedaron al descubierto con los atentados, especialmente porque desdeñó las alertas sobre los sospechosos que se entrenaban para volar aviones en Florida. Paradójicamente, el FBI y la CIA pasaron juntos por el purgatorio de las críticas tras el 11-S.

Para las policías de todo el mundo, el FBI fue siempre una fuente inagotable de información y, sobre todo, de inspiración. En sus laboratorios se desarrollaron técnicas como los análisis de huellas dactilares o de ADN, que revolucionaron las investigaciones criminales.