Despidos, salarios mínimos... Convierte el mal momento económico en argumento de sus películas. Moore pide en un tráiler una donación para los banqueros
El documentalista estadounidense Michael Moore pide en un tráiler humorístico sobre su próxima película una generosa donación. "Por favor, ayuden a aquellos que se vieron gravemente afectados por la crisis económica", dice el ganador del Oscar por 'Bowling for Columbine', y solicita dinero para banqueros, ejecutivos y juntas directivas empobrecidos por la bancarrota.
La película, aún sin nombre, llegará en octubre a los cines. Es un duro y satírico ajuste de cuentas con aquellos que según Moore son culpables de la crisis financiera y bancaria. Moore asegura que la causa del drama global fue que "los ricos en algún momento decidieron no ser aún suficientemente ricos".
Hollywood está explorando la recesión en todas sus facetas, ya sea con una película de terror, un 'reality show', una comedia de televisión o un documental. En los próximos meses, los cinéfilos y telespectadores serán testigos de maquinaciones ficticias de Wall Street y sus catastróficas consecuencias.
Oliver Stone revivirá al corrupto financista Gordon Gekko en una secuela de 'Wall Street'. A 22 años de su drama ganador del Oscar sobre el lado oscuro del mundo financiero, vuelve a filmar en 'Money Never Sleeps' con Michael Douglas en el papel de un codicioso broker que introduce en su negocio a un joven operador (Shia LaBeouf).
Stone filmó su cinta en 1987 tras los escándalos criminales en torno al llamado 'insider trading', siguiendo los ejemplos reales de los especuladores bursátiles Ivan Boesky y Carl Icahn.
Coordinación perfecta en tiempos de despidos masivos. En el inédito drama 'The Company Men', un joven y exitoso ejecutivo (Ben Affleck) pierde su trabajo bien remunerado. El director Mark Waters, cuya última cinta fue la película de fantasía 'Las crónicas de Spiderwick', quiere filmar ahora 'Minimum Wage' (sueldo mínimo). La comedia gira en torno a un empresario corrupto, quien en castigo es condenado a trabajar un año por un salario muy bajo.
El cineasta de 'Australia' Baz Luhrmann se aseguró los derechos de una nueva versión de la fábula pre-Depresión 'El gran Gatsby'. Esta crítica novela de Francis Scott Fitzgerald habla de un joven y rico empresario en Nueva York en los años 20.
Más que levantar el dedo acusador, Luhrmann quiere mostrar al público con delicadeza el peligro de los excesos del dinero. "Si a la gente se le muestra un espejo con el mensaje de que han sucumbido a la embriaguez del dinero, nadie lo mirará", dijo el cineasta al 'Hollywood Reporter'. "Pero si se fija la atención en otro tiempo, tal vez lo entiendan".
Por su parte, el maestro del horror Sam Raimi filmó 'Drag me to Hell', donde una joven asesora de créditos recibe una maldición. Christine Brown (Alison Lohman), que niega un crédito a una terrorífica clienta, sólo tiene tres días para conjurar el maleficio y no irse al infierno.
De modo más serio, los directores de 'American Casino' presentaron su documental sobre víctimas de la crisis de Wall Street en abril en el festival de cine de Tribeca en Nueva York.
En televisión, Homer Simpson lamenta la subasta de su casa al no poder pagar la hipoteca. Los guionistas de 'Betty', que transcurre en una editorial, despiden a varios de sus trabajadores. Y la cantante Brandy se suma a la serie 'This Little Piggy' que versa sobre tres hermanas adultas que por razones financieras se mudan a la casa de sus padres.
Por otro lado, el 'reality' 'Someone's Gotta Go' ('Uno debe irse') convierte el temor al despido en un entretenimiento de televisión. Según los planes del canal FOX, los empleados de una empresa con problemas financieros deciden a quién se debe echar. El entorno del millonario Donald Trump, por su parte, anunció recientemente que busca para su show 'El aprendiz' candidatos que ya hayan sufrido con la crisis económica.
El propio Hollywood no corre riesgos este verano y los estudios apuestan por secuelas de éxitos probados como 'Star Trek', 'Transformers' y 'Noche en el museo'. Sin embargo, un éxito inesperado ha sido la comedia juvenil 'Hangover', que en menos de 10 días ha recaudado más de 100 millones de dólares en EEUU. La cinta sobre una fiesta en Las Vegas costó menos de 30 millones de dólares. Actualmente Wall Street sólo puede soñar con una rentabilidad semejante.