75 años con Shirley MacLaine



Aniversario de la actriz, 75 años de espíritu y hechizo. Se alzó con el Oscar en 1984 por su papel en 'La Fuerza del Cariño' Ganó fama por sus duetos con Jack Lemmon bajo la dirección de Wilder. Fue una de las pocas mujeres que formó parte del 'Rat Pack' Siempre comparte fiesta de cumpleaños con su amiga Barbra Streisand

Suele decirse que cumplir años no es nada malo, sobre si todo si tenemos en cuenta la alternativa. Shirley MacLaine probablemente discrepe de ese aforismo socarrón, pero mientras aguarda su próxima reencarnación, la actriz estadounidense continúa celebrando aniversarios. Dueña de infinitos destellos de inmortalidad alojados en la retina de los espectadores, la intérprete cumple este viernes 75 años.

Como es tradición desde hace lustros, compartirá fiesta con su amiga Barbra Streisand, nacida también un 24 de abril. MacLaine abandonará su rancho de Arizona, un hogar que comparte con una plétora de espíritus y con su perra Terry, a la que permanece unida desde tiempo inmemorial. Según MacLaine, ella era una princesa egipcia cuando conoció a su mascota, encarnada en Anubis por aquel remoto entonces.

Se ha generado abundante literatura en torno a la fascinación de MacLaine por lo sobrenatural. Esa fe en los fenómenos paranormales probablemente se redobló cuando en 1984 se alzó con su único Oscar, gracias a su papel en 'La Fuerza del Cariño', de James L. Brooks. Al recoger la estatuilla, MacLaine no pudo evitar recordar las cuatro nominaciones anteriores en que se quedó con la miel en los labios: "Me he preguntado durante 26 años cómo me sentiría en este momento. ¡Gracias por terminar con el suspense!".

Aquel Oscar es el instante dorado en una magnífica carrera cinematográfica. Bautizada en honor a Shirley Temple, MacLaine y su antagónico hermano, Warren Beatty, pronto se inclinaron hacia la interpretación. Recién terminada su educación secundaria y abandonado el sueño infantil de ser bailarina, ella se instaló en Nueva York, donde acuñó su nombre artístico para evitar errores de pronunciación del original McLean Beaty.

Carrera dorada en la meca del cine

La Gran Manzana le deparó a la joven Shirley una primera oportunidad en un musical de Broadway, como sustituta de Carol Haney. Sin embargo, esta actriz era famosa por no haberse perdido jamás una función, y los meses de ensayos y anonimato comenzaban a minar la moral de MacLaine. Cuando ya sopesaba probar fortuna en otro lugar, Haney se rompió el tobillo.

MacLaine aprovechó la ocasión. Firmó una soberbia actuación, asombrando a una audiencia entre la que se encontraba el productor Hal B. Wallis, que no tardó en abrirle las puertas de Hollywood fichándola para Paramount. Antes del final de los 50, MacLaine ya había rodado con Hitchcock en 'Pero... ¿Quién mató a Harry?' y había participado en 'La Vuelta al Mundo en 80 Días'. Este filme se completó poco antes de que MacLaine, casada desde 1954 (divorcio en 1982), diera a luz a su primera hija, la también actriz Sachi Parker.

La maternidad no frenó la fulgurante carrera de MacLaine, que en 1959 se sometió a las órdenes de Vincent Minnelli para filmar 'Como un torrente'. Por esta película obtuvo su primera candidatura al Oscar, y compartir escenas con Frank Sinatra o Dean Martin le permitió convertirse en una de las pocas mujeres del 'Rat Pack', la mítica banda de amigotes encabezada por el propio Sinatra.

Video: The Children's Hour - Shirley McLaine, Audrey Hepburn



Shirley hechizaba al público y se había ganado el favor de la industria. A lo largo de las décadas ha engastado su currículum con auténticas joyas del séptimo arte, rodeándose de directores como Vittorio de Sica ('Siete Veces Mujer'), Bob Fosse ('Noches en la Ciudad') o Richard Attenborough ('Cerrando el círculo'). Además, le ha robado escenas a iconos como Peter Sellers ('Bienvenido Mr Chance'), Jack Nicholson ('La Fuerza del Cariño'), Julia Roberts y Dolly Parton ('Magnolias de Acero') o Meryl Streep ('Postales desde el filo').

Espiritualidad reflejada en libros autobiográficos

En los últimos años ha profundizado en su faceta como escritora, completando una bibliografía eminentemente autobiográfica en la que aborda sus experiencias en Hollywood y sus creencias espirituales. Y políticas: "Es inútil confiar en alguien que está enamorado, borracho o en campaña electoral". MacLaine ha compaginado esta tarea con papeles pequeños pero exquisitos en 'En sus zapatos', con Cameron Díaz y Toni Collette, o 'Embrujada', con Nicole Kidman.

Pero con tres cuartos de siglo contemplando su sonrisa y sus ojillos pícaros, MacLaine es todavía recordada por sus personajes tan caóticos como entrañables. Ya fuese una prostituta, ya una adúltera despistada en las sábanas de un jefe manipulador, sus retratos de fragilidad incitaban al abrazo incondicional.

Quien mayor rendimiento supo sacar a ese talento fue el colosal Billy Wilder, quien la alineó en memorable dueto con Jack Lemmon en 'Irma la Dulce' y 'El Apartamento', cuya escena final presenta a Lemmon confesándole su amor a MacLaine en plena partida de cartas. Ella se mantiene en silencio y él enfatiza el ataque: "¿Ha oído lo que acabo de decirle, señorita Kubelik? ¡La adoro!". Entonces, dulce, insinuante y traviesa, ella replica: "Cállate y reparte".

Sin levantar ruido es como enamora Shirley MacLaine. En esta vida, en las pasadas. Y en todas las que faltan por venir.