La actriz sufrió un traumatismo craneal muy severo cuando esquiaba. Richardson y Neeson tienen dos hijos.
La actriz británica Natasha Richardson, miembro de la dinastía teatral Redgrave y esposa de Liam Neeson, ha fallecido hace unas horas en un hospital de Nueva York, donde se encontraba ingresada por muerte cerebral tras sufrir un accidente esquiando el pasado lunes. A pesar de que en un primer momento, la cosa no parecía pasar de un buen susto, pues la propia actriz se levantó bromeando tras el percance, de vuelta a un hotel empezó a sufrir fuertes dolores de cabeza que le llevaron al día siguiente a ser hospitalizada.
Richardson era hija de Tony Richardson (uno de los más importantes representantes del Free Cinema) y Vanessa Redgrave (a la que podéis recordar por films como ‘Blowup’, ‘Camelot’ o ‘Julia’, por la que ganó un Oscar).
La actriz sufrió un severo accidente mientras practicaba esquí en Canadá y tuvo que ser trasladada en un avión privado al hospital Lenox Hill de Nueva York. "Es muy triste. Toda su familia está en Nueva York para despedirse de ella. Nadie puede creer que esto haya ocurrido", han lamentado fuentes cercanas a la familia.
Richardson estaba esquiando en Mont Tremblant, unos 120 kilómetros al norte de Montreal, cuando se cayó el lunes durante una clase privada. La portavoz de este complejo, Lyne Lortie, han explicado que la actriz parecía estar bien tras la caída, pero que después sintió molestias, por lo que fue llevada primero a un hospital local y luego a un centro asistencial de Montreal.
"Parecía estar bien y no tenía heridas visibles", indicó Lortie a Radio Canadá. "Hablaba sin ninguna confusión, sabía dónde se encontraba, estaba en completo control de sí misma", añadió.
La actriz se casó en 1994 con Neeson, tras rodar juntos la película Nell de Jodie Foster, y son padres de Micheal, de 13 años, y de Daniel, de 12. Richardson ganó en 1998 el premio Tony a la mejor actriz en una obra musical por su participación en Cabaret y entre su filmografía figura The Parent Trap (1998), Evening (2007), y Wild Child (2008)
Conmoción en Hollywood tras la muerte de la actriz Natasha Richardson
Los mensajes de pésame a la familia de la actriz y de reconocimiento a la labor profesional de la fallecida no cesan.
La muerte de la actriz Natasha Richardson, esposa del también actor Liam Neeson, ha supuesto un profundo varapalo para el panorama hollywoodiense. Los mensajes de pésame a la familia y de reconocimiento a la labor profesional de la fallecida no cesan. Richardson falleció este miércoles en un hospital de Nueva York tras un accidente de esquí en Canadá.
El director de cine británico Sam Mendes ha calificó a Richardson como actriz "magnífica" y "talentosa, valiente, tenaz, maravillosa". "Natasha tenía lo mejor de Redgrave y Richardson. Por un lado, la enorme profundidad y fuerza emocional de una gran actriz, y, por otro, la inteligencia y objetividad de un gran director", aseguró el director de American Beauty.
La actriz -hija de la también actriz Vanessa Redgrave y el fallecido director Tony Richardson- fue "una madre increíble", "una amiga leal" y "la anfitriona más generosa que uno siempre espera encontrar", agregó Mendes.
Otro director de cine británico Michael Winner , lamentó que un accidente que parecía trivial terminara de manera "terrible". "Ella fue una actriz maravillosa, toda la familia es increíble", resaltó Winner.
La actriz británica Judi Dench señaló, por su parte, que Richardson, esposa del actor Liam Neeson, fue una "gran actriz" con "gran sentido del humor" y calificó de "conmoción" la forma en que perdió la vida.
En tanto, el ex ministro principal de Irlanda del Norte Ian Paisley, del Partido Democrático Unionista (DUP), envió hoy sus condolencias al actor Liam Neeson -nacido en el condado de Antrim (este de la provincia)- por "una pérdida trágica".
Richardson, de 45 años, estaba ingresada en la unidad de cuidados intensivos del hospital Lenox Hill de Nueva York, donde la acompañaban su madre y su marido. La actriz había sufrido un accidente el pasado lunes en Mont Tremblant, en las cercanías de Montreal, en Canadá, mientras recibía una clase de esquí con sus hijos.
Tras caerse, Richardson pareció haber salido ilesa, se levantó e incluso bromeó con su instructor sobre el accidente, pero de regreso a su habitación del hotel, una hora más tarde empezó a quejarse de dolores de cabeza.