'Slumdog millionaire' celebra en Bombay sus candidaturas al Oscar

Danny Boyle, a la izquierda, codirector de Slumdog millionaire, baila el jueves en la alfombra roja con los actores Shabana Azmi y Anil Kapoor.


El triunfal estreno acalla las críticas sobre su visión de las chabolas de la India. "Los 'hippies' decían que no te conoces bien si no conoces este país", dice Boyle.

Parecía todo preparado. Justo mientras el director Danny Boyle presentaba el jueves por la noche Slumdog millionaire en Bombay, desde Los Ángeles recibió una llamada: su película había obtenido 10 candidaturas a los Oscar. En mitad de la fiesta de su preestreno recibió la mejor de las noticias en el mejor sitio posible, porque la apasionante y caótica ciudad de Bombay (y la pobreza de sus chabolas) es una de las grandes protagonistas del filme. Cuenta la historia de un adolescente paria que puede ganar el concurso de televisión ¿Quién quiere ser millonario?

La película, tras haber obtenido cuatro Globos de Oro y ser vendida en copias pirata, había causado un gran debate en la India desde antes de ser estrenada. Que si es ofensiva, denigrante, que si presenta casi "pornográficamente" a la pobreza para vender entradas... La crítica la comenzó el autor indio por antonomasia, el veterano Amitabh Bachchan, que incluso aparece en la película como el ídolo del pueblo. "La imagen que da el filme de la India, la de una nación del Tercer Mundo, sucia y malnutrida, causa dolor y disgusto entre los patriotas", escribió en su blog. Luego rectificó diciendo que sólo estaba citando las opiniones de terceras personas y hasta felicitó a la producción.

La polémica se extendió rápidamente. Incluso una asociación de residentes de chabolas denunció ante los tribunales que el título -en español, Millonario de arrabal- es ofensivo. El juicio tendrá lugar el 5 de febrero.

A pesar de todo, la película se estrenó ayer, viernes, en los cines de la India por todo lo alto y con este título. Incluso en su versión en hindi. Grandes carteles publicitarios cubrían muchos edificios de Bombay. Con las candidaturas, las críticas se acallaron. A pesar de que sea un filme de producción británica, en la naturaleza india está innato el sentirse orgulloso con todo lo que tenga que ver con el país. Ayer, las salas estaban abarrotadas y el libro que dio pie al guión, Q & A, de Vikas Swarup, ha visto disparadas sus ventas y se ofrecen ejemplares pirata en los semáforos.

La noche del jueves, el preestreno fue toda una fiesta al mejor estilo Bollywood. "No es un filme indio, pero hay que estar orgullosos porque profesionales de Bollywood vean reconocida su labor", contó en la alfombra roja el actor Saurabh Shukla, que en el filme encarna al sargento Srinivas. Allí mismo, Danny Boyle se mostró satisfecho por haber contratado talento local, tras reconocer que metió la pata al llevar un ejército de producción a Tailandia para rodar La playa. Esta vez sólo apareció en Bombay a filmar con 10 personas: "Para los indios, la actuación es parte de su cultura. Estoy muy contento con que haya muchos debutantes en el filme y de que lo hayan hecho muy bien". Precisamente, para el protagonista, Dev Patel, londinense de familia india y sólo 19 años, fue su primera interpretación. "¿Lo hice bien?", pregunta inseguro. "Yo disfruté muchísimo; es más, voy a abandonar mis estudios porque ya tengo claro que la actuación es mi vida". Respecto a los ataques que ha sufrido la película, sólo atina a decir: "La triste realidad es que la mitad de esta ciudad vive en chabolas".

Sin embargo, en la presentación de la película se mostraba la otra cara de la ciudad: la opulencia de Bollywood. Por la alfombra roja desfilaban costosos saris de seda y joyas gigantescas. También se veía un estilo de vida que ni se intuye en el resto del país, con minifaldas y un color de piel mucho más claro que la media nacional.

A pesar de la polémica, el jueves era el día de Boyle, y el británico lo festejó bailando al ritmo de los tambores que tocaban un grupo de hombres con turbante anaranjado y zapatos de Aladino en color dorado. Con su tradicional despeinado, Boyle señalaba al horizonte con sus dos dedos índices mientras agitaba los hombros al más típico estilo del norte de la India. ¿Qué ha aprendido de este país? "Aprendí más de mí mismo. Los viejos hippies decían que no te conoces bien si no conoces la India. Y tenían razón". Tras ver su película, queda claro que también ha absorbido la colorida estética de Bollywood.