El presidente demócrata revierte decisiones de Bush. Anuncia la fabricación de vehículos de consumo eficiente y dejará en manos de los Estados la limitación de los gases de efecto invernadero
"No vamos a ser rehenes de recursos que se están agotando, de gobiernos hostiles, y de una Tierra que se calienta". De esta manera, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha sentenciado que durante su Gobierno reducirá la dependencia del petróleo e impulsará el uso de energías de bajo consumo como medio para combatir el cambio climático. Obama ha afirmado que la dependencia del crudo extranjero y el cambio climático representan "amenazas urgentes para la seguridad nacional" estadounidense.
"Será política de mi Administración revertir nuestra dependencia del petróleo extranjero mientras construimos una nueva economía energética que creará millones de empleos". De esta manera, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha sentenciado que durante su Gobierno reducirá la dependencia del petróleo e impulsará el uso de energías de bajo consumo como medio para combartir el cambio climático.
Obama da un giro radical a la política energética llevada a cabo por Estados Unidos durante los últimos ocho años bajo la administración de George W. Bush. Su objetivo es desarrollar una "economía energética" que permitirá la creación de empleos al tiempo que se cuidará el ambiente.
Primero, ha anunciado la implementación de nuevos estándares a partir de 2011 para dar a las familias estadounidenses vehículos mas eficientes para reducir la dependencia del petroleo extranjero.
Asimismo, permitirá que los estados impongan sus límites a las emisiones de gases de los vehículos -algo que había vetado su predecesor. En este sentido, ha pedido a la Agencia de Protección Ambiental que reconsidere la petición del estado de California de regular las emisiones de gases invernadero de los coches. Esta petición, denegada por Bush, permitiría al gobierno de California imponer límites más estrictos a las emisiones de dióxido de carbono de los vehículos, que algunos responsabilizan de contribuir con el calentamiento global. De ser aprobado, más de 12 Estados podrían hacer lo mismo, imponiendo límites más fuertes que los requerimientos federales.
"Se acabaron los días en que Washington daba largas (a la toma de decisiones). Mi administración no negará los hechos sino que seremos guiados por ellos", ha dicho Obama al hacer en la Casa Blanca. "Será política de mi administración revertir nuestra dependencia del petróleo extranjero mientras construimos una nueva economía energética que creará millones de empleos".
Según datos oficiales, la demanda de gasolina representa casi la mitad del consumo diario de crudo de Estados Unidos.
Y las medidas de Obama están enviando una señal al mundo de que Estados Unidos, el segundo mayor emisor de gases invernadero después de China, se está tomando en serio el tema ambiental por lo que buscar reducir las emisiones, a las que se responsabiliza del calentamiento de nuestro planeta.
Asimismo, el permitir que los Estados reduzcan sus emisiones presionaría al Congreso para que apruebe en formá más rápida una ley que implemente un sistema nacional de fijación de límites máximos para las emisiones y así refrenar el cambio climático.
Por otra parte, fuentes en Washington han adelantado que el Departamento de Estado se apresta a nombrar a Todd Stern, un funcionario de alto rango del ex presidente Bill Clinton, como su embajador del cambio climático. Desde 1997 a 1999, Stern coordinó la Iniciativa Global sobre Cambio Climático y actuó como representante de la Casa Blanca en las negociaciones de Kioto.