Entrevista a Keanu Reeves con motivo del film "El dìa que la Tierra se detuvo"



Su última película, 'El dìa que la Tierra se detuvo' (tambièn llamado "Ultimatum a la Tierra") es una nueva versión del clásico de los años cincuenta, remake de la obra maestra de Robert Wise en la que una nave extraterrestre llegaba a la Tierra para dar un importante mensaje a toda la humanidad.

Reeves nació en 1964 en Beirut, pero es canadiense. Su padre abandonó a su familia cuando Keanu era un niño. Su novia murió en 2001 en un accidente de coche. Adora jugar al hockey, tocar el bajo y montar en moto. Su timidez, para algunos antipatía, se diluye al alejarse del barullo que él mismo provoca.

¿Qué pensó cuando le ofrecieron el papel?
Cuando me dijeron que protagonizaría un remake de un clásico como Ultimátum a la Tierra, la verdad, no me entusiasmé demasiado. Pero después me dijeron que la dirigiría Scott Derrickson, y le llamé varias veces. Quería saber por que quería hacerla de nuevo, y me convenció con sus argumentos. Tenía buenas razones, así que acepté. Además, la original me había gustado mucho cuando la vi de pequeño.

¿Cuáles fueron esos argumentos?
Básicamente, que no era la misma historia. Está llena de novedades. Me gusta pensar que Klaatu, mi personaje, no es el mismo que el de la versión original, sino su hermano. No han querido volver a contar otra vez lo mismo, sino narrar una nueva historia.

Esa historia repite, una y otra vez, que la humanidad merece otra oportunidad. ¿Lo comparte?
¡Por supuesto! Me gusta ser positivo, y creo que los humanos haremos todo lo que está en nuestras manos para evitar que todo termine. Creo que lo que cuenta la película es lo que ocurriría en la realidad: cuando la situación llegue al límite, todos los seres humanos reaccionarán. Lo cierto es que ese límite está a punto de alcanzarse.

¿Ayudará la película a esa reacción?
Sé que no ocurrirá inmediatamente. Nadie saldrá del cine y mirará al cielo buscando la salvación. Nadie sufrirá un shock. Pero sí creo que la película forma parte de todo un movimiento a nivel mundial, que implica a mucha gente de lugares muy distintos del mundo. Y todos tenemos claro que debemos cambiar muchas cosas en la Tierra.

¿Le ha hecho cambiar a usted alguna película?
No sé si tanto... Pero el arte sí me ha influido. La literatura, por ejemplo, me ha influido en el humor, en mi sensibilidad, en mi forma de ver la vida. Suelo ver el cine más como un entretenimiento, o para admirar buenos trabajos de actores como Robert De Niro. Pero es verdad que el arte influye en la gente, más que lo que puede hacer un partido político. El arte afecta a nuestras relaciones con otras personas, en nuestro modo de pensar.

¿Por qué tantas secuelas y remakes? ¿Escasean las ideas en Hollywood?
No creo que falten ideas. Para empezar, una secuela y un remake son dos cosas muy distintas, aunque a simple vista puedan parecer 'atajos' para conseguir el éxito. Efectivamente, muchas secuelas son meros vehículos de entretenimiento, originadas en la mente de algún productor con un buen ojo para hacer negocios. Los remakes, el hacer nuevas versiones de clásicos, no es algo tan moderno. Es habitual en Hollywood desde hace muchísimo tiempo. Cuando están bien hechos, buscan replantear preguntas que siguen vigentes en el futuro, y ayudan a ver cómo el paso del tiempo respondió a esos problemas. No hace falta que se rueden: cada vez que alguien vuelve a ver un clásico lo transforma, lo actualiza. Pero eso creo que es una buena idea rodarlos. No es criticable: es lógico que una gran idea se rehaga con un nuevo guión. Las buenas historias pueden contarse varias veces, de maneras distintas. Piensa en las obras clásicas, en autores como Shakespeare, que han creado una tradición en la forma de contar historias pero también con los temas en sí. En cuanto a las secuales... es verdad que hay más que hace unos años. Pero también es porque se ruedan cada vez más películas, y tiene que llevarse a más gente al cine.

¿Cambiará la crisis la forma de trabajar de Hollywood?
Por supuesto. Los próximos proyectos que se rodarán ya lo indican. Habrá menos películas con altísimos presupuestos. El sistema puede cambiar.

¿Le interesaría participar en ese cambio como guionista o director?
No lo sé. A lo largo de estos años, he consultado muchos guiones con directores o productores, aunque es cierto que no los he escrito. En cuanto a dirigir, siempre tengo la misma respuesta: ya veremos.

A sus 44 años, ¿cambiará de papeles?
Ya lo estoy haciendo. Mientras trabajo sin parar, también planeo mi futuro. Sé que me hago mayor, y siento que ahora empieza la segunda mitad de mi carrera como actor. Es un reto muy interesante: ya no interpretaré al hijo, sino al padre. Será complicado interpretar a alguien que tenga determinados sentimientos, como el amor o el odio, por primera vez, porque tanto yo como mi personaje ya los habremos sentido.

¿No le cansa crear esta expectación a todos los lugares que va?
No, en absoluto. Actuar es mi pasión, algo que adoro, y no me importa tener que promocionar mis trabajos. Muchos actores se quejan de esta parte de nuestro trabajo, pero a mí no me importa. Si me gusta la película, si estoy orgulloso del trabajo que he hecho... ¿porque no hablar sobre ello si ayuda a que más gente vea la película?.

Video: "El dìa que la Tierra se detuvo", Trailer subtitulado