El líder del genocidio en Ruanda es condenado a cadena perpetua

Theoneste Bagosora, escoltado en su camino hacia el Tribunal en una imagen de 1997.


El Tribunal Internacional de la ONU que juzga el genocidio de Ruanda ha condenado al ex coronel ruandés Theoneste Bagosora por orquestar la matanza de cientos de miles de tutsis y hutus moderados en el país en 1994.

El Tribunal Internacional de la ONU que juzga el genocidio de Ruanda ha condenado al ex coronel ruandés Theoneste Bagosora por orquestar la matanza de cientos de miles de tutsis y hutus moderados en el país en 1994. Bagosora ha sido declarado culpable de crímenes contra la humanidad y de guerra y condenado a cadena perpetua. Se trata de la primera condena emitida por el Tribunal Internacional para Ruanda contra alguno de los responsables del genocidio.

"El coronel Bagosora es culpable de crímenes contra la humanidad y de guerra", dice el Tribunal Penal Internacional para Ruanda (ICTR, en sus siglas en inglés), establecido en la ciudad tanzana de Arusha. Según la acusación, Bagosora, de 67 años, estaba al frente de las tropas ruandesas y de las milicias hutu Interahamwe, que perpetraron una de las peores matanzas de la historia de la humanidad: En apenas tres meses, acabaron con la vida, con métodos tan salvajes como el machetazo, de alrededor de 800.000 personas, principalmente tutsis, pero también hutus moderados.

En la acusación del ICTR, se lee que Bagosora, detenido en 1996 en Camerún, y otros tres altos cargos militares conspiraron para "diseñar un plan destinado a exterminar a la población civil tutsi y a miembros de la oposición". Para ello, puso en pie las temibles milicias Interahamwe, formadas por hutus extremistas, que fueron las que llevaron a cabo gran parte de las matanzas.

La crisis que desembocó en el genocidio ruandés empezó a fraguarse el 6 de abril de 1994, cuando el presidente ruandés, el hutu moderado Juvenal Habyarimana, fue asesinado -su avión fue derribado-. Bagosora, entonces director de gabinete en el Ministerio ruandés de Defensa, asumió el control de los asuntos políticos y militares, desencadenando la ira contra los tutsis y hutus que no estaban con él. Fueron alrededor de 100 días en los que una orgía de violencia se llevó la vida de 800.000 tutsis, la etnia minoritaria del país, y hutus moderados, ante la inoperancia de las tropas de la ONU desplegadas en el país.

No obstante, el plan exterminador, según se lee en el pliego de acusaciones, comenzó en 1990, cuando Bagosora ideó "el apocalipsis" contra los tutsis. Al año siguiente, hizo circular en los cuarteles un documento en el que calificaba a los tutsis como "el principal enemigo".

Durante el juicio, en el que han declarado 242 testigos durante 409 días, el jefe de las tropas de paz de la ONU allí desplegadas, el general canadienses Romeo Dallaire, calificó a Bagosora como el "cabecilla" detrás del genocidio y que incluso llegó a amenazarle a él de muerte apuntándole con una pistola. Su defensa se ha basado en la falta de pruebas sólidas de su participación en los crímenes.

Pese a que ocurrió en 1994, el genocidio ruandés aún colea en la región. Muchos de los milicianos hutus huyeron a la vecina República Democrática del Congo . Allí hay ahora una milicia tutsi, rebelada contra el Gobierno congoleño, que, entre otras cosas, dice que se niega a deponer las armas por la presencia de esos hutus extremistas. La frontera entre Congo y Ruanda es una de las zonas más conflictivas del planeta y los conflictos, que han causado cerca de cinco millones de muertos desde 1994, causan decenas de miles de desplazados y refugiados. Sólo este año, más de 300.000 personas han abandonado sus hogares por los conflictos en Congo.