Los nazis en las afueras de Varsovia
Polonia fue prácticamente abandonada a su suerte. Alemania consideraba a Polonia, un país beligerante, y fomentaba su odio.
La Segunda Guerra Mundial es con total seguridad el evento bélico mas estudiado en la historia moderna, y sin embargo el papel de Polonia queda en la sombra para la mayoría de las personas. En gran parte nos guiamos por ideas preconcebidas, muchas veces simplemente falsas.
La Segunda Guerra Mundial comenzó oficialmente el 1 de septiembre de 1939 cuando las tropas alemanas de la Wehrmacht pusieron su pie en territorio polaco. Anteriormente Alemania ya había invadido Checoslovaquia, y su crecimiento armamentístico no podía ser interpretado mas que de un modo muy preocupante; para comenzar, por romper todas las cláusulas del Tratado de Versalles al respecto (tratado, que por otra parte, no sirvió más que para humillar a la Alemania vencida en la Primera Guerra Mundial, y fomentar lentamente el odio hacia todos sus vecinos).
Para empezar, Alemania exigía un corredor para comunicar Prusia con el resto de la nación; desde la recuperación de Polonia como estado independiente, con una salida al mar, Prusia había quedado aislada por tierra. Además, exigían que la Ciudad Libre de Danzig volviera a formar parte de Alemania. Estas exigencias amenazaban claramente a Polonia, y durante 1939 la tensión aumentaba sin cesar: La guerra era inminente, solo era cuestión de tiempo. De hecho, Alemania pactó el mismo verano, el 23-24 de agosto con la URSS la partición de Europa Central y del Este entre ambas potencias, en el pacto Molotov-Ribbentrop (aunque públicamente era un tratado de no agresión); la respuesta polaca a este pacto, ante la evidencia de lo que suponía un pacto de no agresión entre Alemania y la URSS, fue firmar dos días más tarde, el 25, un tratado de alianza con el Reino Unido.
Heinrich Himmler
En Alemania se fomentaba el odio hacia Polonia, y se la acusaba de ser una nación beligerante (que había atacado a la Unión Soviética para saciar su “expansionismo”), y revolucionaria. Incluso miembros de las SS disfrazados de polacos atacaron la estación de radio de Gleiwitz en Silesia, como parte de la Operación Himmler, con el fin de acusar a Polonia de provocar revueltas en Alemania.
En agosto de 1939 la tensión ya era tan elevada y la pronta confrontación tan evidente, que Polonia movilizó a decenas de miles de reservistas. Es muy importante ser conscientes en este punto de la aplastante maquinaria propagandística de los Nazis, dirigida por Joseph Goebbels. De hecho, muchas de sus tergiversaciones han llegado hasta nuestros días, como veremos a continuación.
Muchas veces se ha dicho que la aviación alemana, la Luftwaffe, barrió a los mediocres aviones polacos en el primer día de la guerra, sin darles oportunidad de despegar. Otra creencia popular es que la caballería polaca cargó de un modo inconsciente y arrogante contra los poderosos tanques de las Panzerdivision cuando éstas entraron en Polonia.
Primeramente, la Fuerza Aérea Polaca, ante la inminente invasión, decidió retirar los aviones de los aeródromos principales, y esconderlos en campos de pasto, para contraatacar a los alemanes por sorpresa. Así fue, y además se conservó intacta la aviación para poder combatir contra los rusos en la invasión iniciada el 17 de septiembre. En aquel momento era evidente que la aviación polaca era mas anticuada y lenta que los modernos Messerschmitt alemanes, y los aviadores polacos eran conscientes de esto.
Avión alemán Messerschmitt derribado en territorio polaco.
Sin embargo, nada de esto fue conocido fuera de Polonia, pues astutamente Goebbels dio al mundo la versión de la incompetencia de los aviadores polacos.
La “incompetencia” de los polacos era rotundamente falsa. Eran sencillamente los mejores aviadores en el mundo de la época. La guerra contra la URSS a principios de los años 20 les había dado esa ventaja. Fue la primera guerra en el mundo en que la aviación tuvo un papel determinante en la contienda. Hasta entonces, los aviones en las guerras habían sido usados como elementos de reconocimiento, y en batallas aéreas más propias de ricos pudientes alemanes y franceses, casi como entretenimiento exótico. Pero los polacos introdujeron en la guerra moderna el uso común de los aviones para atacar tropas de tierra y bombardear al enemigo.
En cuanto a las cargas de la caballería polaca a los tanques alemanes… fueron simplemente inexistentes. Únicamente se registraron cargas en las situaciones en las que los jinetes polacos se encontraban sin escapatoria, como medida de desesperación. No es difícil imaginar a un grupo de jinetes tratando de escapar en una llanura, rodeado de tanques, y tratando de meterse entre los huecos que podrían quedar entre los blindados.
Estos dos argumentos fueron fomentados por el gobierno Nazi para desacreditar a los polacos, y lograr que no tuvieran apoyo por parte de ningún ejército internacional. Incluso llegaron a congregar a la prensa británica y francesa ante cadáveres de caballos y húsares junto a restos de carros de combate inutilizados para demostrar esta idea; la realidad era que los tanques habían sido volados por la aviación polaca, y los húsares habían sido ametrallados allí posteriormente. Es evidente que la reputación de la caballería polaca, una de las unidades militares má eficientes de Europa durante siglos, se derrumbó en unas semanas de campana de ocupación, y únicamente por la superioridad de los tanques.
A estos dos argumentos, hay que añadir un tercero que ha sido si cabe mas injusto; la velocidad de la invasión. No es raro leer en muchas fuentes, incluso en revistas como suplementos dominicales, que tanta llegada tienen al público general, que Polonia sucumbió en una semana, o incluso en un solo día. Nada más lejos de la realidad. Por una parte, la ofensiva alemana duró hasta el día 5 de octubre, cuando ocuparon Varsovia. Por otra parte, el gobierno de Polonia jamás capituló; logró escapar a Rumanía, y de allí a Londres, donde se instaló el gabinete de gobierno.
Sin embargo, las potencias europeas que declararon rimbombantemente la guerra a Alemania mas que nada para no quedar en evidencia (pues habían firmado acuerdos previos de defensa con Polonia) el 3 de septiembre, no hacían más que mofarse de la indecisión e incompetencia del ejercito polaco.
Los aviadores polacos, que lograron salir del país cruzando los Cárpatos, y embarcando en Rumanía rumbo a Francia, serían integrados allí en el Ejército francés. La propaganda de Goebbels había sido tan intensa en el resto de Europa, que los franceses relegaban a los polacos a un segundo plano, no dejándoles ni siquiera subir a los aviones.
Fue entonces cuando los polacos, tras las negociaciones del Gobierno polaco en Londres con la RAF (Royal Air Force), lograron encuadrarse junto a los británicos. La RAF les daba la oportunidad (que no fue fácil de conseguir) de pilotar aviones ingleses con sus propias insignias, pero como escuadrones de la RAF….
Meses mas tarde de llegar los polacos a Francia, y de irse a Inglaterra a la RAF, Francia capitularía en un mes, no en 35 días, sus aviones serian bombardeados en sus aeródromos sin ni siquiera arrancar, y… la frontera NW, el borde de la famosa Línea Maginot, seria defendido por tres divisiones de caballería francesa infructuosamente. El gobierno francés, sí se rindió.
Los aviadores polacos sí restauraron parte del daño propagandístico: los aviadores polacos, con experiencia en la guerra contra la URSS veinte años atrás, experiencia que había pasado de instructores a pilotos jóvenes, defendieron a su país de acogida en la Batalla de Inglaterra, y pronto se convirtieron en héroe para la prensa y las chicas inglesas. Sus bajas eran mínimas, y los derribos, superaban con creces los de cualquier escuadrón británico. Eran ases de ases, y así lo demostraron en toda la contienda.
Avión PZL capturado por los alemanes. La fotografía data de 1939.
La historia, no siempre es justa. Es vergonzoso que Polonia, abandonada a su suerte con el tratado de Yalta, tuviera que pagar además 68 millones de libras esterlinas al Gobierno británico, por el “privilegio de poder defender a su propio país”, en concepto de material empleado y manutención, cuando la realidad es que Polonia, la cuarta Fuerza Aérea aliada en número de aviadores, lo que hizo fue defender a Gran Bretaña. Pero esto será motivo de otro pasaje de la historia…
Las mentiras de la invasión a Polonia
Publicado por Daniel 0:09
Etiquetas: miscelanea, politica