El mundo cambia el anti-americanismo por el post-americanismo



El mundo está cambiando y uno de los efecto más obvios de ese fenómeno llamado globalización, es la pérdida de confianza que comienzan a experimentar los propios norteamericanos. Lo siguiente es un extracto del artículo de Fareed Zakaria publicado en Newsweek, que en realidad es un extracto de su libro "The Post-American World". ¿La globalización afectando la confianza del estadounidense?

"La ansiedad americana emana de un lugar mucho más profundo, es como una sensación que indica que hay fuerzas enormes y perjudiciales que recorren el mundo. En casi cualquier sector industrial parece que los patrones del pasado han sufrido un vuelco […] por primera vez en la memoria viva, los Estados Unidos no parecen liderar el reto. Los estadounidenses perciben la llegada de un nuevo mundo, pero temen que este tome forma en tierras distantes, a manos de gentes extranjeras.

Mira a tu alrededor. El edificio más alto del mundo está en Taipei, y pronto estará en Dubai. La compañía más grande cotizando en bolsa está en Beijing. La refinería más grande se construye en la India. El avión de pasajeros más grande se construye en Europa. El mayor fondo de inversiones del planeta está Abu Dhabi; la mayor industria del cine es Bollywood, no Hollywood. Los iconos que una vez fueran la quintaesencia de América han sido usurpados por los nativos. La noria más grande del mundo está en Singapore. El casino más grande se encuentra en Macao, que superó a Las Vegas en ingresos por juego el año pasado. Los Estados Unidos ya no dominan ni siquiera en uno de sus deportes favoritos: ir de compras. El Centro Comercial América en Minnesota, considerado una vez el más grande del mundo, no estaría en la actualidad ni entre los 10 primeros. En los rankings recientes solo dos estadounidenses figuran entre las 10 mayores fortunas del mundo. Todos estos aspectos son arbitrarios y un poco tontos, pero conviene considerar que hace solo diez años, los Estados Unidos encabezarían tranquilamente todas y cada una de las categorías citadas."

Estos factoides reflejan un movimiento sísmico en el poder y en las actitudes. Es una sensación que yo mismo percibo vivamente cada vez que viajo por el mundo. En los Estados Unidos seguimos debatiendo la naturaleza y extensión del anti-americanismo. Unos sostienen que el problema es real y preocupante y que debemos ganarnos de nuevo al mundo. Los otros creen que es el precio inevitable del poder y que muchos de esos países son envidiosos – y vagamente franceses – por lo que podemos ignorar sus protestas de forma segura. Pero mientras discutimos sobre las razones por las que nos odian, “ellos” ya han cambiado, y ahora se encuentran mucho más interesados por otras partes del mundo más dinámicas. El mundo se ha movido, abandonando el anti-americanismo y adentrándose en el post-americanismo.

Vía: Newsweek