Entrevista con Christian Bale con motivo del film "Terminator Salvation"



Protagoniza 'Terminator Salvation', donde encarna a John Connor. La cuarta entrega de la saga se estrena en los cines. Asegura que durante los rodajes "te vuelves un poco loco".

Es uno de los actuales actores con buena filmografìa. Aunque dice no buscar la obra maestra, se nota que sabe escoger sus papeles. A continuaciòn, una entrevista con Christian Bale con motivo del film "Terminator Salvation".

¿Qué John Connor veremos en la película?
Aún no es el líder de la resistencia. Son días difíciles para los humanos, donde alguien tiene que tomar la iniciativa.

¿Qué aporta usted a Connor?
Mucha fuerza, para hacerlo de nuevo atractivo y creíble. Respetamos las anteriores películas pero, más que una continuación, queríamos refundar la saga. Me excitaba más empezar de cero y conectar con una nueva audiencia que simplemente retomar un personaje de los ochenta. Espero que el público se enganche por lo que ofrecemos y no sólo por las pasadas entregas.

¿Cómo lo convencieron para participar en el proyecto?
El primer guión no me convencía, pero necesitaba saber que íbamos a trabajar en serio. Que no sólo hablaríamos de armas y acción, sino que mostraríamos los conflictos de Connor. Y lo hemos conseguido: reflejamos la terrorífica responsabilidad de tener que salvar la Tierra.

¿Su personaje es un salvador?
Sí. Además de combatir debe, como Jesucristo, sacrificarse y poner en peligro su vida por salvar a la humanidad.

¿Es cierto que al principio el papel no era para usted?
Sí. John Connor no tenía tanta relevancia en el primer guión. Yo iba a encarnar al personaje de Marcus, pero al final la historia cambió y me quedé con el papel.

¿El desafío era mayor que en anteriores trabajos?
Protagonizar American Psycho o El maquinista fue difícil, pero bastaba con estar a la altura del personaje. Terminator Salvation es diferente: es un barco muy grande que dependía de muchas cosas para no naufragar. Director, actores, productores... Era un desafío importante para todos: volver a hacer algo relevante en la cultura popular.

¿Como las dos primeras partes de Terminator?
Sí. A veces nos mirábamos y decíamos: "No podemos hacer el ridículo. Estamos hablando de Terminator". Soy muy obsesivo, pero encontré profesionales aún más obsesivos que yo.

Ha sido Batman y John Connor. ¿No le apetece encarnar a alguien más real?
Entre ambas películas he rodado Public Enemies, con Michael Mann, y puedo asegurarte que es una aproximación muy grande al mundo real. Pero hacer Batman o Terminator no tiene nada de malo. Son personajes interesantes a los que, además, hemos dado una vuelta muy novedosa. Son trabajos muy físicos en los que tienes que poner mucha alma. Me gusta saltar de género en género y acumular nuevas experiencias.

Además, se ha consolidado como una estrella.
No me gusta nada ser considerado una estrella: soy un actor que encarna personajes, que depende de las órdenes de un director... Nunca me he sentido nadie especial. Cuando llego a un rodaje debo mantener la misma atención que el resto, no puedo relajarme, nadie va a regalarme nada. Me gusta sentirme como uno más y, desde luego, intento no ser nunca el centro de atención.

No le debe resultar sencillo.
No, pero es así como me encuentro a gusto. Me encanta ser actor, pero odio ser considerado una estrella. ¿Sabes cuándo lo paso peor? Aquí. Promocionando películas. Ahí es cuando más me hacen sentir especial, y es cuando menos a gusto me siento.

Su madre fue bailarina y su padre piloto. Podría haber optado por otro camino.
¿Qué es esto, una entrevista o una visita al psicólogo? (risas). No pienso mucho en mis padres cuando trabajo. Pero reconozco que me han influido, sobre todo mi padre. Alguien muy creativo y una gran fuente de inspiración.

Con sólo 12 años protagonizó El imperio del Sol. ¿Cómo fue trabajar con Spielberg?
Steven me advirtió de que, antes de dedicarme a esto, debía pensármelo mucho. Es una profesión hermosa, pero no sé si es la adecuada para un chaval tan pequeño.

¿Por qué?
No es un trabajo de niños. Proyectos como ése mueven muchos millones de dólares, lo que supone una enorme responsabilidad. No es fácil manejarlo siendo tan joven. Si encima la cosa funciona terminas teniendo demasiado jaleo a tu alrededor. Aunque no puedo quejarme, no sé si volvería a hacerlo. No es el mejor ambiente para crecer.

Pero ha crecido haciendo grandes películas.
Nunca he buscado estar en la obra maestra definitiva ni entrar en los libros de historia, sino simplemente hallar la motivación necesaria en cada trabajo. Me gusta mucho cambiar de registros, y, sobre todo, meterme en el pellejo de los demás. Lo hago constantemente, no sólo cuando trabajo. Me gusta hablar con vosotros y, mientras, tratar de adivinar lo que estáis pensando; cómo habéis llegado hasta aquí...

¿Planea su carrera?
En absoluto. Es completamente accidental.

¿Le apetece saltar a otro medio? ¿Hacer teatro?
Respeto mucho a los actores de teatro, pero no me interesa. Me encanta el cine, el proceso de hacer una película, así que seguiré en este mundo.

¿Haciendo qué?
Cosas poco convencionales, trabajos con directores que me diviertan. Gente que acepte sugerencias, con la que se pueda colaborar.

¿Terminará dirigiendo?
No creo. Es un trabajo muy solitario, que requiere una estabilidad enorme que no sé si tengo. Es un trabajo muy solitario para el que no creo estar preparado. Me gusta ser parte de un equipo, no el que toma la decisión al final.

¿Alguna vez sintió miedo rodando una película?
No. Mientras ruedo no pienso en cosas como el peligro. Por ejemplo, en Terminator Salvation vivimos momentos de riesgo. Una vez levanté la cabeza y les dije a mis compañeros: «¡Ey, chicos, vamos a matarnos!». Suena extraño, pero te dejas llevar y te vuelves un poco loco. En plató me pasa menos, pero en una localización me gusta sentirme parte de una misión suicida.

¿Volverá a ser Batman?
Si escriben una buena historia la haría encantado, y la estoy esperando con ganas. ¿Que si la dirigirá otra vez Nolan? Eso ya no lo sé. Christopher es muy imprevisible, alguien al que siempre se le están ocurriendo cosas nuevas. Ojalá podamos reunirnos de nuevo y hacer otra vez algo bueno.