Luis Buñuel y sus películas



Las pelìculas del realizador español vistas con sus propias palabras.

Buñuel es uno de los nombres más importantes para el cine. Hombre que como pocos, supo darle rienda suelta a su imaginación para plasmar en la pantalla, con toda la libertad del mundo, sus sueños, fobias, obsesiones, inquietudes y deseos.

Hablar de Buñuel, como de todos los grandes del cine, resulta tarea harto difícil, ya que su vida y su obra han sido estudiadas hasta en el mínimo detalle por un sin número de personas preocupadas por el quehacer cinematográfico. Esto implica hablar de lugares comunes, de frases repetidas que de tanto escucharlas se vuelven ciertas, en donde la verdad se torna leyenda y el mito se convierte en realidad. Se trata de una amalgama perfecta, que al final de cuentas nos dice todo… o nada de Buñuel, quién se ha convertido en una figura señera a la cuál es imposible acercársele sin juicio previo sobre su obra, su vida, y sus ideas. Sobre su importancia en la creación del surrealismo en el cine. Sobre su postura religiosa, que solo puede escandalizar a los pocos familiarizados en la doctrina cristiana o a los mojigatos de sacristía, quiénes solo conocen de la religión sus manifestaciones externas e ignoran las motivaciones del sentimiento religioso. También es abundante la información sobre su sentido de la ironía y sus intenciones de molestar ala burguesía, con sus filmes satíricos e irreverentes sobre los caros valores que la sustentan.

¿Que mas se puede decir del maestro Buñuel? Ganó infinidad de premios internacionales con sus películas y en 1982 se le reconoció en Venecia, con el León de Oro, por toda su obra. En 1969 en el Festival de Berlín se le otorgó el Premio de la FIPRESCI por su trayectoria. Pero es mejor que el propio cineasta nos cuente lo que significaba cada obra que realizò, sus palabras son extraidas de su autobiografía Mi último suspiro, y este es el motivo de esta entrada, una forma de rendirle tributo al director.

1929 Un perro andaluz

Dirección: Luis Buñuel
Guión: Luis Buñuel y Salvador Dalí

Nació de la convergencia de uno de mis sueños con un sueño de Dalí. Escribimos el guión en menos de una semana, siguiendo una regla muy simple: no aceptar idea ni imagen que pudiera dar lugar a una explicación racional, psicológica o cultural.

Hubo 40 ó 50 denuncias en la comisaría de policía de personas que afirmaban: «Hay que prohibir esa película obscena y cruel.» Entonces comenzó una larga serie de insultos y amenazas que me ha perseguido hasta la vejez.

1930 La edad de oro

Dirección: Luis Buñuel
Guión: Luis Buñuel y Salvador Dalí

Max Ernst interpretaba al jefe de los bandidos, y Pierre Prevert al Bandido enfermo. Para mí se trataba de una película de amor loco, de un impulso irresistible que, en cualquier circustancia, empuja el uno hacia el otro a un hombre y una mujer que nunca pueden unirse.

Charles de Noailles [el productor] fue expulsado del Jockey-Club. Su madre tuvo que hacer un viaje a Roma para parlamentar con el Papa, ya que incluso se hablaba de excomunión.

Chiape, el prefecto de Policía, en nombre del orden público, pura y simplemente prohibió la película. Prohibición que se mantuvo durante 50 años.

Fotograma de La Edad de Oro


1933 Las Hurdes

Dirección: Luis Buñuel
Guión: Luis Buñuel, Pierre Unik y Ramón Acín, basado en Las hurdes, estudio de geografía humana de Maurice Legendre

Un día, en Zaragoza, hablando de la posibilidad de hacer un documental sobre las Hurdes, con mi amigo Sánchez Ventura y Ramón Acín, un anarquista, éste me dijo de pronto:

- Mira, si me toca el gordo de la lotería te pago la película.

A los dos meses le tocó la lotería, no el gordo, pero sí una cantidad considerable. Y cumplió su palabra.

Pensamos que Marañón, con su prestigio y su cargo, nos ayudaría a conseguir el permiso para explotar la película, que, naturalmente, había sido prohibida por la censura. Pero su reacción fue negativa.

1935 Don Quintín el amargao

Dirección: Luis Marquina y Luis Buñuel
Guión: Eduardo Ugarte y Luis Buñuel, según la obra homónima de Carlos Arniches y José Extremera

No me seducía la idea de realizar por mi mismo películas comerciales. Pero no tenía inconveniente en encargar a otros que las realizaran.

Yo no puse más que una condición: la de que mi nombre no figurara en la ficha técnica. La película tuvo un gran éxito comercial.

Le dije Ana María Custodio, que hacía el papel principal (a veces me entrometía descaradamente en la dirección): «Hay que echarle más mierda, más mamarrachada sentimental.» «Contigo no se puede trabajar en serio» me contesto ella.

1935 La hija de Juan Simón

Dirección: José Luis Sáenz de Heredia y Luis Buñuel
Guión: Nemesio Sobrevila

La segunda película que produje, que fue también un gran éxito comercial, como la primera, era un abominable melodrama con canciones titulado La hija de Juan Simón.

En esta película, durante una escena de cabaret bastante larga, la gran bailaora de flamenco, la gitana Carmen Amaya, muy jovencita todavía, hizo su debut en el cine.

1936 ¿Quien me quiere a mí?

Dirección: José Luis Sáenz de Heredia
Guión: Eduardo Ugarte y Luis Buñuel

Mi tercera producción, ¿Quien me quiere a mí?, la historia de una muchachita muy desgraciada fue mi único fracaso comercial.

1936 ¡Centinela, alerta!

Dirección: Jean Crémillon y Luis Buñuel
Guión: y Luis Buñuel

En ese ambiente de huelgas incesantes, siempre acompañadas de violentas escaramuzas, de furiosos atentados, de uno y otro bando, de incendios de iglesias (el pueblo, por instinto, se revolvía contra su muy antiguo enemigo), propuse a Jean Crémillon que viniera a Madrid a rodar una comedia militar titulada Centinela, alerta.

1937 España 1936

Dirección: Luis Buñuel
Documental de propaganda

Durante la guerra, rodábamos películas en España, con la colaboración -entre otros- de dos operadores soviéticos. Estas películas de propaganda debían ser presentadas en el mundo entero, y también en España.

1947 Gran Casino

Dirección: Luis Buñuel
Guión: Mauricio Magdaleno, basado en El rugido de paraíso de Michel Veber

En el relato muy melodramático, Libertad llegaba de Argentina para buscar al asesino de su hermano. Al principio, sospechaba de Negrete, antes de que los dos protagonistas se reconciliasen y llegara la inevitable escena de amor. Como todas las escenas de amor convencionales, ésta me fastidiaba e intenté destruirla.

Por eso le pedí a Negrete que cogiese un palo durante la escena y lo hundiera mecánicamente en el barro petrolífero, a sus pies. Luego, rodé un primer plano de otra mano, con el palo removiendo el barro. En la pantalla, inevitablemente, se pensaba en otra cosa distinta del petróleo.

Pese a las dos grandes figuras, la película sólo obtuvo un modesto éxito. Entonces, se me «castigó». Permanecí dos años y medio sin trabajar, hurgándome la nariz, viendo volar las moscas. Vivíamos del dinero que me mandaba mi madre.

1949 El gran calavera

Dirección: Luis Buñuel
Guión: Luis y Janet Alcoriza, basdo en la obra homónima de Adolfo Torrado

No creo que presente el menor interés. Pero obtuvo un éxito tal que Óscar [Dancigers] me dijo: «Vamos a hacer juntos una verdadera película. Busquemos el tema».

1950 Los olvidados

Dirección: Luis Buñuel
Guión: Luis Alcoriza y Luis Buñuel

Durante cuatro o cinco meses, me dediqué a recorrer las «ciudades perdidas», es decir, los arrabales improvisados, muy pobres, que rodean México, D.F. Algo disfrazado, vestido con mis ropas más viejas, miraba, escuchaba, hacía preguntas, entablaba amistad con la gente. Algunas de las cosas que vi pasaron directamente a la película.

Al término de la proyección privada, mientras Lupe, la mujer del pintor Diego Rivera, se mostraba altiva y desdeñosa, sin decirme una sola palabra, otra mujer, Berta, casada con el poeta español Luis Felipe, se precipitó sobre mí, loca de indignación, con las uñas tendidas hacia mi cara, gritando que yo acababa de cometer una infamia, un horror contra México.

Todo cambió después del festival de Cannes en el que el poeta Octavio Paz -hombre del que Breton me habló por primera vez a quien admiro desde hace mucho- distribuía personalmente a la puerta de la sala un artículo que había escrito, el mejor, sin duda, que he leido, un artículo bellísimo. La película conoció un gran éxito, obtuvo críticas maravilosas y recibió el Premio de Dirección.

Tras el éxito europeo, me vi absuelto del lado mexicano. Cesaron los insultos, y la película se reestrenó en una buena sala de México, donde permaneció dos meses.

1950 Susana

Dirección: Luis Buñuel
Guión: Manuel Reachi, Jaime Salvador y Luis Buñuel

Susana, película sobre la que no tengo nada que decir, salvo que lamento no haber subrayado la caricatura en el final, cuando termina milagrosamente bien. Un espectador no avisado puede tomarse en serio este desenlace.

1951 La hija del engaño

Dirección: Luis Buñuel
Guión: Luis y Janet Alcoriza y Juan de la Cabada

La hija del engaño, mal título de Dancigers para lo que no era sino una nueva versión de Don Quintín, la obra de Arniches.

1951 Una mujer sin amor

Dirección: Luis Buñuel
Guión: Jaime Salvador y Luis Buñuel, basado en Pierre et Jean de Maupassant

Sin duda mi peor película

1951 Subida al cielo

Dirección: Luis Buñuel
Guión: Manuel Altolaguirre, Manuel Reachi, Juan de la Cabada y Luis Buñuel

En cambio, guardo bastante buen recuerdo de Subida al cielo, relato de un viaje en autobús. El guión se inspiraba en algunas aventuras acaecidas al productor de la película, el poeta español Altolaguirre, viejo amigo de Madrid, que se había casado con una cubana riquísima.

1952 El bruto

Dirección: Luis Buñuel
Guión: Luis Alcoriza y Luis Buñuel

Pedro Armedáriz, que disparaba de vez en cuando su revólver en el interior del estudio, se negaba enérgicamente a llevar camisas de manga corta, las cuales, decía, están hechas para los pederastas.

Yo le veía aterrorizado ante la idea de que pudiera tomársele por un pederasta. En esta película, mientras es perseguido por unos degolladores de matadero, encuentra a una joven huérfana, le pone la mano en la boca para impedirle gritar y, luego, cuando los perseguidores se alejan, como tiene un cuchillo clavado en la espalda, tiene que decirle:
-Arráncame eso que llevo ahí detrás.

Durante los ensayos, le oí de pronto enfurecerse y gritar: «¡Yo no digo 'detrás'!». Temía que el solo uso de la palabra 'detrás' fuese fatal para su reputación. Palabra que yo suprimí sin ningún problema.

1952 Robinson Crusoe

Dirección: Luis Buñuel
Guión: Luis Alcoriza, Philip Ansel Roll y Luis Buñuel, basado en la novela de Daniel Defoë

Se trataba de una especie de película-cobaya: por primera vez se rodaba en Eastmancolor. Robinsón Crusoe tuvo mucho éxito en casi todas partes. La película cuyo coste no llegó a trescientos mil dólares, fue pasada varias veces en la televisión americana... recuerdo la hazaña del nadador mexicano que franqueó las altas olas al principio de la película doblando a Robinsón. Fue un habitante de un pequeño puerto, adiestrado en este ejercicio, quien las franqueó magníficamente.

1952 Él

Dirección: Luis Buñuel
Guión: Luis Alcoriza y Luis Buñuel, basado en la novela de Mercedes Pinto

La película fue presentada en el festival de Cannes en el curso de una sesión organizada -me pregunto por qué- en honor de los excombatientes y mutilados de guerra, que protestaron vivamente. En general, la película fue mal recibida. Con algunas excepciones, la Prensa se mostró hostil, Jean Cocteau, que antaño me había dedicado algunas páginas en Opium, declaró incluso que con Él yo me había "suicidado", Cierto que más tarde cambió de opinión.

Me fue ofrecido un consuelo en París por Jacques Lacan, que vio la película en el transcurso de una proyección organizada por 52 psiquiatras en la Cinemateca. Me habló largamente de la película, en la que reconocía el acento de la verdad, y la presentó a sus alumnos en varias ocasiones. En México, un desastre.

1953 Abismos de pasión

Dirección: Luis Buñuel
Guión: Julio Alejandro, Dino Maiuri y Luis Buñuel, basado en Cumbres borrascosas de Emily Brontë

En 1930 había escrito con Pierre Unik un guión basado en el libro Cumbres borrascosas. Como todos los surrealistas, me sentía muy atraído por esta novela y quería hacer una película de ella. La ocasión se presentó en México en 1953. Volví a tomar el guión, ciertamente uno de los mejores que he tenido entre mis manos. Por desgracia, me vi obligado a aceptar los actores contratados por Óscar [Dancigers] para una película musical, Jorge Mistral, Ernesto Alonso, una cantante y bailarina de rumbas, Lilia Prado para interpretar el papel de una muchacha romántica, y una actriz polaca, Irasema Dillian, que, pese a su aire eslavo, debía hacer de hermana de un mestizo mexicano. Prefiero no hablar de los problemas que tuve que resolver durante el rodaje, para un resultado sumamente discutible.

1954 El río y la muerte

Dirección: Luis Buñuel
Guión: Luis Alcoriza y Luis Buñuel, basado en Muro blanco sobre roca negra de Miguel Alvarez Acosta

Inspirado en la facilidad con la que uno puede asesinar a su prójimo, la película contenía gran número de asesinatos aparentemente fáciles e, incluso, gratuitos. A cada asesinato, el público de Venecia reía y gritaba: «¡Otro! ¡Otro!»

Sin embargo, la mayoría de los sucesos que cuenta esta película son auténticos y pueden, de paso, permitir echar un interesante vistazo a este aspecto de las costumbres mexicanas. El uso frecuente de la pistola no es exclusivo de México. Se halla extendido por gran parte de América Latina, especialmente en Colombia. Hay paises en este continente en los que la vida humana -la propia y la ajena- tiene menos importancia que en otras partes. Se puede matar por un sí, por un no, por una mala mirada o, simplemente, «porque tenía ganas».

1955 Ensayo de un crimen / La vida criminal de Archivaldo de la Cruz

Dirección: Luis Buñuel
Guión: Luis Alcoriza y Luis Buñuel, basado en la novela de Rodolfo Usigli

La película tuvo bastante éxito. Para mí, queda ligada al recuerdo de un extraño drama. En una de las escenas, Ernesto Alonso, el actor principal, quemaba en un horno de ceramista un maniquí que era reproducción exacta de la actriz, Myroslava. Muy poco tiempo después de terminado el rodaje, Myroslava se suicidó por contrariedades amorosas y fue incinerada, según su propia voluntad.

1955 Así es la aurora

Dirección: Luis Buñuel
Guión: Jean Ferry y Luis Buñuel, basado en la novela de Emmanuel Roblès

Volvía de París tras el rodaje de Cela s´apelle l´aurore, cuando fui detenido en el aeropuerto. Se me hizo pasar a una salita, y supe allí que figuraba en el comité de apoyo a la revista España Libre, violentamente antifranquista, que había atacado a los Estados Unidos. Como, al mismo tiempo, figuraba entre los firmantes de un manifiesto contra la bomba atómica, fui sometido a un nuevo interrogatorio, en el que se repitieron las mismas preguntas sobre mis opiniones políticas. Se me incluyó en la famosa lista negra. Cada vez que pasaba por los Estados Unidos, me veía sometido a las mismas medidas discriminatorias, tratado como un gánster. Esta inclusión en la lista negra no desapareció hasta 1975.

No he vuelto a ver Cela s´apelle l´aurore, inspirada en una novela de Emmanuel Robles, pero me gusta mucho esa película.

1956 La muerte en el jardín

Dirección: Luis Buñuel
Guión: Luis Alcoriza, Raymond Queneau, Gabriel Arout y Luis Buñuel, basado en la novela de José-André Lacour

Recuerdo sobre todo los dramáticos problemas de guión, que es lo peor de todo. No conseguía resolverlos. A menudo me levantaba a las dos de la madrugada para escribir durante la noche escenas que, al amanecer, le daba a Gabriel Arout para que corrigiese mi francés. Debía rodarlas durante el día.

1958 Nazarín

Dirección: Luis Buñuel
Guión: Julio Alejandro, Emilio Carballido y Luis Buñuel, basado en la novela de Benito Pérez Galdos

Conservé lo esencial del personaje de Nazarín tal como está desarrollado en la novela de Galdós, pero adaptando a nuestra época ideas formuladas cien años antes, o casí. [...] Además, a todo lo largo de la historia, añadí nuevos elementos, la huelga, por ejemplo, y, durante la epidemia de peste, la escena con el moribundo -inspirada por el Diálogo de un sacerdote y un moribundo, de Sade- en la que la mujer llama a su amante y rechaza a Dios.

Entre las películas que he realizado en México, Nazarín es, ciertamente, una de las que prefiero. Por otra parte, fue bien recibida, no sin ciertos equívocos que se referían al verdadero contenido de la película. Así, en el festival de Cannes, donde obtuvo un Gran Premio Internacional creado especialmente para esta ocasión, estuvo a punto de recibir también el Premio de la Oficina Católica.

El equívoco, que algunos llamaban «intento de recuperación», continuó. Un día, tras la elección de Juan XXIII, recibí una visita en México. Se me pedía que fuese a Nueva York, donde un cardenal, sucesor del abominable Spellman, deseaba entregarme un diploma de honor por la película. Naturalmente, me negué. Pero Barbachano, productor de la película, hizo el viaje.

1959 Los ambiciosos

Dirección: Luis Buñuel
Guión: Luis Alcoriza, Charles Dorat, Louis Sapin y Luis Buñuel, basado en la novela de Henri Castillou

En dos ocasiones he plagiado libretos de ópera, Rigoletto en Los olvidados (la escena del saco) y Tosca en La Fièvre monte à El Pao (La situación general es la misma).

1960 La joven

Dirección: Luis Buñuel
Guión: Hugo Butler y Luis Buñuel, basado en la novela Travellin, Man de Peter Matthiessen

En toda mi vida, solamente he rodado dos películas en lengua inglesa, financiadas por compañías americanas. Son, por otra parte, dos películas que recuerdo con agrado, Robinson Crusoe, en 1952 y The Young One (La joven), en 1960

Estrenada en Nueva York en la Navidad de 1960, fue atacada desde todas partes. A decir verdad, la película noi gustó a nadie. Un periódico de Harlem escribió, incluso, que habría que colgarme cabeza abajo de un farol de la Quinta Avenida. Reacciones violentas que me han perseguido toda la vida.

Sin embargo, yo hice esta película con amor. Pero no tuvo suerte. El sistema moral no podía aceptarla. Tampoco tuvo éxito en Europa, y hoy no se proyecta casi nunca.

1961 Viridiana

Dirección: Luis Buñuel
Guión: Julio Alejandro y Luis Buñuel

La censura española que era entonces célebre por su formalismo, convinieron. En un primer final, segùn había imaginado, simplemente que Viridiana llamaba a la puerta de su primo. La puerta se abría, ella entraba, y la puerta volvía a cerrarse. La censura rechazó este epílogo, lo que me llevó a imaginar otro final, mucho más pernicioso que el primero, pues sugiere muy precisamente una relación trilateral. Viridiana se une a una partida de cartas entre su primo y la otra mujer, que es su amante. Y el primo le dice: " sabía que estarìas jugando al tute con nosotros ".

Viridiana provocó en España un escándalo bastante considerable, comparable al de la edad de oro, que me absolvió ante los republicanos establecidos en México. En efecto, a causa de un artículo muy hostil aparecido en L'Observatore Romano [el periódico del Vaticano], la película, que acababa de obtener en Cannes la Palma de Oro como película española, fue inmediatamente prohibida en España por el ministro de Información y Turismo. Al mismo tiempo, fue destituido el director general de cinematografía por haber subido a escena en Cannes para recibir el premio.

En Italia, se estrenó primeramente en Roma, donde marchaba bien, y luego en Milán. El procurador general de esta ciudad la prohibió, entabló proceso judicial contra mí y me hizo condenar a un año de cárcel si ponía los pies en Italia...

Vittorio de Sica vio la película se en México y salió de la sala horrorizado, oprimido. Subió a un taxi con Millán, mi mujer, para ir a tomar una copa. Durante el trayecto, le preguntó si yo era realmente monstruoso y si llegaba a pegarle en la intimidad. Ella respondió:
-Cuando hay que matar a una araña, me llama a mí.

En París, cerca de mi hotel, vi un cartel de una de mis películas con el siguiente se eslogan: "El director cinematográfico más cruel del mundo." Estupidez que me entristeció mucho.

1962 El ángel exterminador

Dirección: Luis Buñuel
Guión: Luis Alcoriza y Luis Buñuel

A veces, he lamentado haber rodado en México el ángel exterminador. Lo hubiera hecho más bien en París o en Londres, con actores europeos y un cierto lujo en el vestuario y los accesorios. En México pese a la belleza de la casa, pese a mis esfuerzos por elegir actores cuyo físico no evocaba necesariamente a México, se sentía una cierta pobreza en la mediocre calidad de las servilletas, por ejemplo: no pude mostrar más que una. Y esa era de la maquilladora, que me la prestó.

El guión, totalmente original, como el de Viridiana, mostraba a un grupo de personas que, una noche, al término de una función teatral, va a cenar a casa de una de ellas. Después de la cena, pasan al salón y, por una razón inexplicada, no pueden salir de él. Al principio, se titulaba los náufragos de la calle de providencia. Pero el año anterior, en Madrid, José Bergamín me había hablado de una obra de teatro que quería titular El ángel exterminador. El título me pareció magnífico y dije:
-Si yo veo eso en un cartel, entró inmediatamente en la sala.

Le escribí desde México para pedirle noticias de su obra... y de su título. Me respondió que la obra no estaba escrita y que, de todos modos, el título no le pertenecía, que estaba en el apocalipsis. Podía cogerlo, me dijo, sin ningún problema. Cosa que hice, dándoles las gracias.

1964 Diario de una camarera

Dirección: Luis Buñuel
Guión: Jean-Claude Carrière y Luis Buñuel, basado en la novela de Octave Mibeau

Hay que dar las gracias a Louis Malle por habernos revelado la forma de andar de Jeanne Moureau en Ascensor para el patíbulo. Siempre he sido sensible al andar de las mujeres, así como a sus miradas. En memorias de una doncella, durante la escena de los botines, tuve un verdadero placer en hacerla caminar y en filmarla. Cuando anda, su pie tiembla ligeramente sobre el tacón del zapato. Inquietante inestabilidad. Actriz maravillosa, yo me limitaba a seguirla, corrigiendola apenas. Ella me enseñó sobre el personaje cosas que yo no sospechaba.

1965 Simón del desierto

Dirección: Luis Buñuel
Guión: Julio Alejandro y Luis Buñuel

Alatriste me ofreció la posibilidad de realizar en México una película sobre el sorprendente es personaje de san Simeón el Estilita, anacoreta del siglo IV, que pasó más de cuarenta años en lo alto de una columna en un desierto de Siria.

Yo pensaba en ello desde hacía tiempo, desde que Lorca me había hecho leer en la residencia La leyenda áurea. Se reía a carcajadas al leer que las deyecciones del anacoreta a lo largo de la columna semejaban la cera de una vela. En realidad, como se alimentaba de unas cuantas hojas de lechuga que le subían en un cesto, sus excrementos debían de semejar, más bien, pequeñas cagarrutas de cabra.

Escribí un guión completo para una película de largometraje. Alatriste tropezó con algunos problemas financieros durante el rodaje, y hubo de cortar la mitad de la película...

Obtuvo cinco premios en el festival de Venecia, cosa que no ha sucedido con ninguna otra de mis películas. Añadiré que no se encontró a nadie para recibir estos premios: más tarde, fue programar con Una historia inmortal, de Orson Welles.

1966 Bella de día-Belle de jour

Dirección: Luis Buñuel
Guión: Jean-Claude Carrière y Luis Buñuel, basado en la novela de Joseph Kessel

Lamento en esta película algunos cortes estúpidos que, al parecer, exigió la censura. En particular, la escena entre Georges Marchal y Catherine Deneuve, en que ella se encuentra tendida en un ataúd mientras él la llama hija, se desarrollaba en una capilla privada, después decir una misa celebrada bajo una espléndida copia del Cristo de Grünewald, cuyo torturado cuerpo siempre me ha impresionado. La supresión de esta misa cambia ostensiblemente el clima de la escena.

De todas las preguntas inútiles que me han formulado acerca de mis películas, una de las más frecuentes, de las más obsesionantes, se refiere a la cajita que un cliente asiático lleva consigo a un burdel. La abre, muestra a las chicas lo que contiene (nosotros no lo vemos). Las chicas retroceden con gritos de horror, a excepción de Severine, que se muestra bien interesada. No se cuántas veces me han preguntado, sobre todo mujeres: " ¿Qué hay en la cajita? " Como no lo sé, la única respuesta posible es: " lo que usted quiera. "

En un guión me parece lo esencial el interés mantenido por una buena progresión, que no deja ni un instante en reposo la atención de los espectadores. Se puede discutir el contenido de una película, su estética (si la tiene), su estilo, su tendencia moral. Pero nunca debe aburrir.

Cartel publicitario de Bella de Dìa


1974 El fantasma de la libertad

Dirección: Luis Buñuel
Guión: Jean-Claude Carrière y Luis Buñuel

La casualidad es la gran maestra de todas las cosas. La necesidad viene luego. No tiene la misma pureza. Si entre todas mis películas siento una especial ternura hacia El fantasma de la libertad, es, quizá, porque abordaba este difícil tema.

1977 Ese oscuro objeto del deseo

Dirección: Luis Buñuel
Guión: Jean-Claude Carrière y Luis Buñuel, basado en la novela La Femme et le pantin de Pierre Louÿs

La imaginación es nuestro primer privilegio. Inexplicable como el azar que la provoca. Durante toda mi vida me he esforzado por aceptar, sin intentar comprenderlas, las imágenes compulsivas que se me presentaban. Por ejemplo, en Sevilla, durante el rodaje de Ese oscuro objeto del deseo, al final de una escena y movido por una súbita inspiración, pedí bruscamente a Fernando Rey que cogiera un voluminoso saco de tramoyista que estaba sobre un banco y marchará con él a la espalda


Biografìa



Nacido en Calanda, España, el 22 de febrero de 1900, sus padres fueron Leonardo Buñuel González y María Portolés Cerezuela y él fue primogenito de siete hermanos. Nacido en el seno de una familia acomodada, sus primeros estudios los realiza en Zaragoza, al amparo de los corazonistas y jesuitas.

Su infancia transcurre en Zaragoza. Pasa los veranos en Calanda, y posteriormente en San Sebastián, pero acude siempre a su pueblo natal en los días de Semana Santa.

En Zaragoza Buñuel cursa sus estudios de bachillerato. Entre sus aficiones principales de aquel entonces figuran la entomología y la música.

En 1917, marcha a Madrid para estudiar la carrera de ingeniero agrónomo, pero no logra entrar en la Facultad. En 1920 se matricula en los cursos del entomólogo Dr. Bolivar, para hacerlo después en la Facultad de Filosofía y Letras donde se licencia en 1924.

Entre sus múltiples actividades se incluía su afición por el boxeo: en 1921 obtuvo el título de campeón español de boxeo amateur.

Lo más decisivo de esta época es su estancia en la Residencia de Estudiantes, donde fundó el primer cineclub español y establece amistad con Federico Garcia Lorca, Pepín Bello, Salvador Dalí, José María Hinojosa, Rafael Alberti, María Teresa León, Ricardo Urgoiti y otros muchos (todos ellos miembros de la que Buñuel denominó ""Orden de Toledo"). Son años inolvidables que van a influir en su trayectoria personal y artística. Allí conoce las tendencias más importante del arte y pensamiento de aquel tiempo.

Posteriormente marcha a Paris, donde en mayo de 1926 pone en escena El Retablo de Maese Pedro, de Manuel de Falla.

Se matricula en la Academia de Cine de Jean Epstein, estudiando interpretación, pero sus primeros trabajos son como ayudante de dirección en "Mauorat" (1926) de Jean Epstein; en "La Sirene des Tropiques" (1926) de Henri Etievant y Mario Napals, y en "La Chute de la Maison Usher "(1927), de Jean Epstein.

De 1928 data su primer proyecto cinematográfico personal, "El Mundo por Diez Céntimos "(guión de Ramón Gómez de la Serna). En el mismo año, Buñuel se adhiere al grupo surrealista de París, atraído por su intransigencia moral y artística y por su nueva política social, con las que se siente plenamente identificado.

Él aporta al grupo la cinematografía, decidiendo llevar la estética del surrealismo a la pantalla: "Un chien andalou" (Un perro andaluz, 1928) es, efectivamente, la primera película surrealista.

La realizó en colaboración con Salvador Dalí, y el film obtuvo un inesperado éxito de público, suscitando infinidad de comentarios y no pocas imitaciones.

Dos años después, en 1930, y con la participación meramente nominal de España, realiza "L´Âge d´Or" (La Edad de Oro) cuyo estreno provoca un gran escándalo.

Los surrealistas lanzan un manifiesto en su defensa, mientras que la extrema derecha le ataca desde las páginas de Action Française, y sus acólitos casi destruyen la sala de exhibición. Las proyecciones siguen, sin embargo, hasta que las prohíbe el jefe de Policía de París.

En el mismo año de 1930 marcha a Hollywood contratado por la Metro Goldwyn Mayer como "observador". Conoce a Einsenstein y a Charles Chaplin. Rescinde prematuramente su contrato y vuelve a Francia, regresando a España con ocasión de la proclamación de la Republica, para volver de nuevo a París.

En 1932 se separa del grupo surrealista y trabaja para la Paramount, en la adaptación de películas al español. Luego, en Madrid, sería supervisor de doblaje de la Warner Bross.

En 1932 realiza su tercera película, "Tierra sin pan " (Las Hurdes), sobre dicha comarca española. La película fue prohibida por el gobierno de la República. A petición de Ricardo Urgoiti, se hace cargo de la producción de la Filmófono, y es el productor ejecutivo de" Don Quintin el amargao" (1935) de Luis Marquina, de "La Hija de Juan Simón "(1935) de José Luis Saenz de Heredia, de "?Quién me quiere a mí? "(1936), también de Saenz de Heredia, y de "!Centinela alerta! "(1936) de Jean Grémillon.

En 1936 estalla la guerra civil y Luis Buñuel, movilizado, sigue trabajando en el cine, reuniendo y conservando material documental. Enviado a París, donde era embajador de la República Luis Araquistain, supervisa el montaje y escribe con Pierre Unik el comentario de España leal en armas.

En 1938 vuelve a Hollywood, pero al suspenderse el proyecto de dos películas prorepublicanas sobre la guerra civil que debía supervisar, se encuentra sin trabajo. Iris Barry le llama al Museo de Arte Moderno de Nueva York, donde desarrolla una intensa labor, la única muestra de la cual el realizador español ha querido reconocer como obra personal es "Triumph of Will" (1939), montaje alternado de las películas "El triunfo de la Voluntad "(1938) de Leni Riefenstal, exaltación del nazismo, y de "Bautismo de fuego" (1939) de Hans Bertram, sobre la invasión de Polonia.

En 1942 se ve obligado a dimitir de su puesto, al hacerse público a través de un libro de Salvador Dali que Buñuel era el autor de "L´Âge d´Or."

Posteriormente hace documentales para el Ejército norteamericano y doblajes en Hollywood para la Warner Bross durante los años 1944-46, mientras proyecta, sin llegar a realizar, diversas películas: "The Sewers of Los Angeles, en colaboración con Man Ray", "Hijo de Flauta", en colaboración con Juan Larrea, y una versión fílmica de "La Casa de Bernalda Alba", de Federico García Lorca.

En 1946 marcha a México, donde rueda "Gran Casino" (Tampico), producida por Oscar Dancigers. Buñuel adquiere la nacionalidad mexicana, y se instala en México con su esposa, Jeanne Rucar, y sus dos hijos, Juan Luis y Rafael. Los comienzos de la "época mexicana" de Luis Buñuel no son brillantes, aunque una serie de trabajos, cuya dignidad moral reivindicaría siempre el realizador, le permiten afrontar el porvenir tras los últimos años, angustiosos, en Norteamérica.

En 1950, Los olvidados causa sensación en el Festival de Cannes, donde la película obtiene el Premio a la mejor dirección. La crítica reencuentra en el film al gran autor de la "época surrealista", y "Los olvidados" conoce un resonante éxito internacional, que no llega, empero, a liberar enteramente a Buñuel de la servidumbre del cine comercial, pero, junto a productos de muy modesta estatura artística, van surgiendo en su filmografía una serie de obras del máximo interés, como su adaptación del "Robinson Crusoe "de Daniel de Foe (1953), "Él" (1954), "Abismos de pasión "(1954) una versión cinematográfica de la gran novela de Emily Brontë Cumbres Borrascosas, "Ensayo de un Crimen" (La vida criminal de Archibaldo de la Cruz) (1955), al mismo tiempo que realiza diversas coproducciones con cinematografías europeas.

En los mejores títulos de la época mexicana, Luis Buñuel vuelve a ser el formidable rebelde de la época surrealista, más atemperado en la forma, y con un fuerte ingrediente de crítica social, como si el punto de partida fuera una sintesis de los planteamientos de sus tres primeras películas.

Lo que podría llamarse en cierto modo el "proceso de recuperación" culmina primeramente en "Nazarín" (1958), film que obtiene, entre otros, el Gran Premio Internacional del Festival de Cannes de 1959, y que senala el comienzo de una serie ininterrumpida de obras maestras cuyos títulos más sobresalientes serán "Viridiana" (1961), "El ángel exterminador" (1962) y "Simón del Desierto" (1965).

Una mención especial merece el caso de "Viridiana": Luis Buñuel había regresado anteriormente a España tras su largo exilio, pero siempre de forma privada, y sin proyectar ningún trabajo cinematográfico; pero "Viridiana", coproducción hispano-mexicana, se rodó enteramente en España y representó oficialmente a México en el Festival de Cannes de 1961, donde obtuvo la Gran Palma de Oro.

Inmediatamente, el film se convierte en el tema de una resonante polémica internacional: L´Osservatore Romano lo ataca por sacrílego y blasfemo, la censura española lo prohíbe (su proyección en España no sería autorizada hasta 1977) pero la película alcanza un clamoroso éxito mundial.

Como consecuencia del escándalo, Luis Buñuel no volvería a rodar en España hasta 1970, fecha de la realización de "Tristana".

En 1962 y con "Le journal d'une femme de chambre" (Diario de una camarera) inicia Buñuel su colaboración con Serge Silberman, que produciría la mayor parte de sus ulteriores películas. Se inicia también la "época europea" (o más bien francesa) de su obra, que desarrolla una amplia meditación sobre la vida contemporánea, y una crítica de los falsos valores que la sustentan, y cuyo momento cumbre puede que sea "Le Charme discret de la bourgeoisie" (1972), donde vuelven a aparecer expresamente, reelaborados, nuevamente meditados, los grandes temas de la época surrealista.

Al igual que "Viridiana", "Tristana" (1970), que es adaptación de una novela de B.Perez Galdós (como "Nazarín"), merece clasificarse en un grupo aparte, el de sus "peliculas españolas", ya que con "Tierra sin Pan" (Las Hurdes) son las únicas de toda sus filmografía rodadas en México y expresan el pensamiento de Buñuel sobre su realidad histórica, social, moral, religiosa y cultural.

España reconoce finalmente de un modo oficial su contribución a la cultura española en el Festival de San Sebastián de 1977, donde se presenta su última película, "Cet obscur Objet du désir "(Ese oscuro objeto del deseo), y se concede al realizador un premio especial por su magisterio cinematográfico.

La clasificación en diversos apartados de la obra de Buñuel no tiene más que un valor puramente didáctico, pues en su conjunto presenta la más rigurosa unidad, desarrollándose orgánicamente a partir de la época surrealista.

Luis Buñuel, en efecto, permanece fiel a lo largo de toda su vida a los presupuestos esenciales del surrealismo, cuya finalidad no es la obra de arte, sino la instauración de una nueva actitud para cambiar al hombre y al mundo, destruyendo la civilización burguesa cuyos pilares, religión, familia, poder establecido en todas sus manifestaciones, convenciones sociales y fuerzas represivas, son objeto de una guerra sin cuartel en nombre y en defensa de una auténtica moral de la libertad y del hombre mismo, en tanto que individuo y como ser social.

Muchos años después de su adhesión al surrealismo y de haberse separado del Grupo Surrealista de París, el realizador declararía a Carlos Fuentes que el pensamiento que le seguía guiando a los setenta y cinco años era el mismo que le guiara a los veintisiete: es una idea de Engels según la cual el artista describe las relaciones sociales auténticas con el objeto de destruir las ideas convencionales de esas relaciones, poner en crisis el optimismo del mundo burgués y obligar al público a dudar de la perennidad del orden establecido.

Según el propio Buñuel, el sentido último de sus películas es decir una y otra vez, por si alguien lo olvida o cree lo contrario, que no vivimos en el mejor de los mundos.

Ese pensamiento se expresa a través de una personalísima escritura cinematográfica que Carlos Fuentes resume diciendo que la mirada cinematográfica de Buñuel parte de la presencia específica de los objetos más banales: Buñuel utiliza comúnmente planos medios y generales estáticos que recogen sin comentarios una proliferación desordenada, amontonada, de objetos.

La cámara de Buñuel retrata una vida que fluye con vulgaridad, sin distinción, aunque con autonomía. Entonces interviene una técnica propia y precisa que podría describirse como el florecimiento del telón de fondo: con una velocidad que no posee otro cineasta, el movimiento inesperado de la cámara primero iguala, en seguida conquista y finalmente supera el ritmo paralelo de la realidad.

El acercamiento, el travelling o el corte son convulsivos precisamente en función de la neutralidad ambiente. Y el objeto, el rostro, el pie o el gesto seleccionados de entre el abundante y casi inmóvil desorden adquieren un relieve insoportable y se revelan en una conexión anteriormente impensable con la totalidad en la que, sin detenerse a celebrar el momento lírico, Buñuel vuelve a sumergirse de inmediato.

En 1982 publicó sus memorias "Mi último suspiro". Fallece en Ciudad de México.