Fuerte sismo en Italia deja cerca de 200 muertos

Una de las calles de L'Aquila tras el terremoto que sacudió la localidad por la noche.


El seísmo, registrado en la región central de Abruzzo, alcanzó una magnitud de 6,3 en la escala de Ritcher. Las autoridades hablan ya de 200 víctimas mortales mientras hay 1.500 heridos y unas 50.000 personas pierden sus casas. El número de edificios dañados podría contarse por miles

Un fuerte seísmo de 6,3 grados en la escala de Richter sacudió a las 03.32 horas de la madrugada el centro de Italia y provocó mas de un centenar de muertos, decenas de desaparecidos y más de un millar de heridos, según el Ministerio del Interior.

El terremoto tuvo su epicentro a pocos kilómetros de L'Aquila, una ciudad amurallada situada a dos horas de Roma y capital de la región de los Abruzos. Las ondas sísmicas provocaron graves daños humanos y materiales en esta ciudad y en numerosas localidades de su provincia, como Santo Stefano di Sessanio, Villa Sant'Angelo, Paganica, San Demetrio, Fossa y Poggio Picenze.

Los medios italianos estiman que la cifra de muertos asciende a mas de 200, según el recuento realizado por los servicios de emergencias, mientras que la cifra oficial de víctimas facilitada por el director de Protección Civil, Guido Bertolaso, es de 72 muertos y alrededor de 1.500 heridos. Se espera que la cifra aumente en las próximas horas, debido al número de pueblos que se han visto afectados.

Además, los funcionarios de defensa civil han estimado que el terremoto habría dejado unas 50.000 personas sin hogar.
Fue el peor terremoto registrado en Italia desde noviembre de 1980, cuando murieron en el sur del país 2.570 personas.

Imprevisión

Bertolaso ha asegurado que era imposible prever un terremoto de estas magnitudes, pese a que un geólogo lo advirtió hace días. El jefe de Protección Civil llegó a calificar al físico de imbécil por hacer su pronóstico. Otros medios italianos informan de que, con anterioridad al terremoto, se produjeron movimientos sísmicos más débiles en la misma zona, al noreste de la capital italiana y cerca también de la ciudad de Pescara.

El terremoto, que tuvo varias réplicas posteriores, se sintió con intensidad en Roma, donde el temblor hizo crujir las antiguas casas del centro histórico romano e hizo caer objetos al suelo.

Uno de los testigos describió lo sucedido como una tragedia de proporciones bíblicas. "Nuestra casa se derrumbó completamente, es el Apocalipsis", afirmó Maria Francesco, vecina de la zona.

Estado de emergencia

El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, decretaba a primera hora de la mañana el estado de emergencia ante el desastre y suspendía su viaje a Moscú con el objetivo de desplazarse a la zona. En una comparecencia posterior ante la prensa junto con el director de Protección Civil en un centro de la Guardia de Finanzas de L'Aquila, Berlusconi aseguró que el Estado "no dejará solo a nadie".

Caos sanitario

La situación es caótica. El hospital de L'Aquila está tan saturado por la cantidad de heridos que se han visto en la obligación de atender a los pacientes en la entrada del centro, al que llegan semidesnudos, en estado de shock o con heridas de diversa consideración. Además, el hospital se ha quedado sin agua potable y sólo funciona uno de los 9 quirofanos que posee, por lo que los heridos están siendo trasladados a Roma, a una hora de distancia, informa Irene Hdez. Velasco.

Miles de desplazados

Para los miles de desplazados las autoridades está habilitando campamentos y recintos de acogida provisionales cerca de las zonas afectadas, y se está en contacto con varios hoteles para que acojan a al menos 4.000 personas.

Los supervivientes, cubiertos con mantas, se agolpan en centros deportivos, aceras y plazas, aún con el terror reflejado en sus rostros, mientras tapan con sábanas a las decenas de muertos que se encuentran también en las calles.

Tareas de rescate

La tragedia está alcanzando tales magnitudes que el Gobierno italiano dio orden de que se incorporaran a las tareas de rescate en L'Aquila contigentes de otras provincias como de Trento, apoyados por perros especializados en el rastreo, y por agentes forestales. En total se han enviado a la zona 100 carabinieri, 100 policías, 1.500 bomberos, un helicóptero y cuatro perros.

Sin noticia de víctimas españolas. De momento, no se tiene constancia de que haya habido ninguna víctima española. Un grupo de jóvenes residentes, en su mayoría estudiantes de intercambio, aguardaban su evacuación a Roma.

Se teme que haya numerosos heridos entre los edificios del centro histórico de L'Aquila, que se han visto muy afectados. El alcalde de la ciudad, Massimo Cialente, ha informado del derrumbe de un albergue de estudiantes y de que 120.000 personas han salido a las calles. Cada cierto tiempo, los bomberos piden silencio en la zona para poder escuchar alguna señal de vida entre los restos del edificio. Según las últimas informaciones, al menos siete jóvenes están atrapados entre los escombros del albergue. El edificio está tan destrozado que las labores de rescate se están realizando con las manos, ya que las máquinas no pueden acceder y se teme dañar a los jóvenes.

Infraestructuras

Unos 15.000 habitantes permanecen sin suministro eléctrico. Asimismo, Protección Civil ha indicado que las líneas ferroviarias y las autopistas no han sufrido daños de importancia aunque permanecen cortados varios tramos de la autopista que comunica la región con Roma.

Entre tanta muerte también queda un halo de esperanza. Una mujer de 50 años y un joven han sido rescatados entre los restos de un edificio de L'Aquila. La mujer fue encontrada entre los escombros de una casa de tres plantas en la Plaza de la República.