El retiro de Michael Jackson



Michael Jackson comienza a despedirse de sus 'fans'. El cantante anuncia que dará 10 conciertos en julio, en Londres, y no vovlerá a actuar en esa ciudad. "Interpretaré las canciones que mis 'fans' quieren oír", promete el artista

El cantante Michael Jackson ha disparado la expectación en los forofos y los medios de comunicación al convocar una rueda prensa multitudinaria en Londres, retransmitida vía Internet en vídeo y mediante el sistema de mensajes Twitter y en la que estaba permitida la entrada de fans. La estrella, que ha comparecido pasadas las 18.30, hora peninsular española (o sea, con más de una hora y media de retraso sobre el horario previsto), ha anunciado que dará 10 conciertos a partir del próximo 8 de julio en la capital británica, y que no volverá a actuar más en esa ciudad.

"Eso es todo, y cuando digo que se ha acabado lo digo en serio. Os veré en julio y ésas serán mis últimas actuaciones en Londres". El anuncio de la esperada reaparición en los escenarios de Michael Jackson, que el propio cantante confirmaba ayer con una multitudinaria comparecencia en la capital británica, acabó trastocándose en el mensaje de despedida de una de las grandes figuras de la música del último siglo. Imposible discernir de sus escuetas declaraciones si ese adiós tendrá su réplica en otras ciudades del planeta, pero Jackson pronunció bien clara la frase más temida por sus seguidores: "Ésta es la caída final del telón".

Ataviado con un traje de seda negro y brocados de plata, las complejas facciones parapetadas bajo el pelo lacio y unas gafas de sol, el artista, de 50 años, se presentaba en el escenario del recinto de conciertos 02 como plataforma publicitaria de la decena de conciertos que protagonizará en Londres el próximo verano. Los detalles de las fechas todavía no han sido desvelados, ni siquiera en los carteles promocionales que desde ayer inundan las estaciones de metro de la ciudad. "Interpretaré las canciones que mis fans quieren oír", prometió Jackson, frustrando las especulaciones de que esa reaparición coincidiría con la salida de su primer álbum de los últimos ocho años. Apenas habló dos minutos, suficientes para que el foro estallara en una aclamación.

Después de unos años en los que la música ha pasado a segundo plano, a causa de su deriva excéntrica, los problemas con la justicia (fue exonerado de abusar de un menor en 2005) y el maltrecho estado de sus finanzas, Jackson ha elegido Londres para su breve regreso por serle un mercado más adepto hoy que el americano. Ya lo intentó sin éxito en 2006, cuando el "miedo escénico" paralizó su prevista actuación en los World Music Awards, en Londres. Tuvo que ser sustituido por otro artista, y sólo al final de la gala accedió a comparecer para entornar el estribillo de We are the world.



Lo impreciso del calendario londinense anunciado ayer deja abierta la posibilidad de que Jackson amplíe el número de actuaciones, aunque fuentes del sector consideraban difícil que intente igualar el récord establecido en el mismo escenario del 02 por uno de sus rivales en el cetro de la música: Prince protagonizaba en 2007 una veintena de actuaciones consecutivas en aquel recinto, con una capacidad para 20.000 personas.

A sus 50 años, Jackson (que es considerado por sus admiradores como el rey del pop) es un personaje rodeado de misterio, que vive prácticamente recluido en su mansión y cuyos actos son escudriñados con lupa después de que en 2005 tuviera que enfrentarse a una acusación de abuso de menores, de la que fue absuelto.

El último álbum que publicó Invincible, data de 2001, aunque la atención sobre la estrella se ha centrado más en los últimos tiempos en sus problemas con la justicia, su estado de salud y su comportamiento extraño (uso de máscaras quirúrgicas en público, zarandeo de uno de sus hijos a gran altura desde la ventana de un hotel de Berlín).