Rusia prohìbe los sitios de lujo a sus altos cargos

El presidente francés, Nicolas Sarkozy, junto con su homólogo ruso, Dmitry Medvédev.


Medvédev prohíbe a los oligarcas descansar en sitios lujosos para no irritar a los rusos. El presidente ruso emitió una orden interna que afecta a altos cargos. La decisión la ha tomado por unas informaciones aparecidas esta semana en las que tres funcionarios visitaron Los Alpes. Las visitas de altos funcionarios a lujosos balnearios y residencias pueden entrar en contradicción con la nueva legislación.

El Kremlin prohibió a altos funcionarios de la Presidencia y el Gobierno descansar en balnearios de lujo para no irritar a la población en tiempos de crisis y evitar su implicación en escándalos, informó el diario digital Gazeta.ru.

El presidente ruso, Dmitri Medvédev, emitió una orden interna según la cual los altos funcionarios que se proponen descansar en el extranjero en adelante deberán informarle por escrito sobre el lugar y plazos en que se proponen tomarse las vacaciones o libranzas.

Según reveló esta semana el diario Kommersant las iras de Medvédev las provocó la reciente visita de tres altos cargos al lujoso centro de esquí alpino francés de Courchevel, lugar preferido desde hace varios años de los oligarcas y altos funcionarios rusos.

La prensa de sociedad dio una profusa cobertura al descanso en Courchevel del intendente del Kremlin, Vladímir Kozhin; el jefe del Servicio de Guardaespaldas de la Presidencia, Yevgueni Múrov, y el presidente del Comité Olímpico Ruso, Leonid Tiagachov.

Courchevel, con sus famosas y costosas "veladas rusas" de Año Nuevo, atrae inminentemente la atención de la prensa desde que hace dos años la policía francesa detuviera allí al multimillonario Mijaíl Prójorov durante una operación contra la prostitución.

Según fuentes de Kommersant, Medvédev se molestó por el hecho de que personas de su entorno escogen para su descanso lujosos sitios, donde atraen la atención de la prensa y corren el riesgo de verse implicadas en algún escándalo.

Por otra parte, esos viajes perjudican la imagen del país y pueden despertar el descontento popular en tiempos de la actual crisis financiera global, cuyo impacto es especialmente doloroso en Rusia tras el desplome de los precios mundiales de los hidrocarburos.

Además, las visitas de altos funcionarios a lujosos balnearios y residencias pueden entrar en contradicción con la nueva legislación anticorrupción rusa, que a instancias de Medvédev formuló por primera vez las situaciones de conflicto de intereses.

La medida decretada por el líder ruso afecta al jefe del gabinete de la Presidencia y sus adjuntos, a los asesores de Medvédev y al secretario del Consejo de Seguridad del Kremlin y sus sustitutos. También es extensiva a los ministros del Gobierno subordinados directamente al presidente, que son los titulares de Asuntos Exteriores, Defensa, Interior y Seguridad.