Hombres y mujeres activan regiones cerebrales diferentes para decidir si algo es bello

'Paisaje de Capri', de Francisco Pradilla, uno de los cuadros reproducidos con permiso del Museo del Prado para el ensayo


El cerebro de hombres y mujeres percibe la belleza de forma diferente

Leer un artículo científico sobre la percepción de la belleza en la que figuran apellidos tan ilustres como Cela o Ayala no deja de tener su punto de gracia. Eso es lo que ha ocurrido esta semana en las páginas de la revista 'Proceedings of the National Academy of Sciences', donde un grupo de investigadores españoles ha analizado por primera vez cómo reacciona el cerebro de hombres y mujeres ante la visión de una imagen hermosa.

Encabezados por el investigador Camilo José Cela-Conde, de la Universidad de las Islas Baleares, y el biólogo de la evolución Francisco Ayala, de la Universidad de California, Irvine (en EEUU), los científicos han abordado una de las cuestiones más debatidas a lo largo de la historia de la Humanidad: las diferencias entre sexos.

En este caso, en lugar de recurrir a la resonancia magnética que se suele emplear en este tipo de iniciativas, los autores recurrieron a la magnetoencefalografía. "Esta técnica mide los campos electromagnéticos producidos por la actividad eléctrica de las neuronas, y no el flujo sanguíneo como hace la resonancia. Además, puede hacerlo en fracciones de tiempo menores de un segundo, por lo que resulta mucho más sensible", explica Fernando Mastú, del Centro Dr. Pérez Modrego de la Universidad Complutense de Madrid.

En total, 10 hombres y 10 mujeres de unos 25 años fueron analizados mientras observaban 240 cuadros de los estilos artísticos más diversos (algunos de ellos reproducidos con permiso del Museo del Prado de Madrid) y fotografías de todo tipo. Debían decidir si les parecían bellos o no. Los investigadores contemplaron que el cerebro masculino sólo mostraba actividad en su hemisferio derecho, mientras que la reacción femenina se repartía bilateralmente, implicando a las dos mitades de su cerebro.

"Esto no fue una gran sorpresa porque sigue la pauta observada en otras funciones cognitivas, que ya han mostrado que las mujeres tienen mayor bilateralidad que los hombres", explica Cela-Conde a elmundo.es; "pero hasta ahora nunca se había intentado dar una explicación científica de este tipo a una experiencia tan compleja como el arte".

Una cuestión evolutiva

Aunque la técnica no permite desentrañar exactamente el porqué de las diferencias entre géneros, los autores apuntan a una hipótesis relacionada con la evolución de la Humanidad. "Sospechamos que tiene que ver con una presión selectiva a lo largo de la evolución por los diferentes roles que tuvieron nuestros ancestros homínidos cuando eran cazadores y recolectores", explica Cela-Conde; es decir, por las labores encomendadas a cada sexo dentro de la organización social que obligaron a unos y otras a adaptarse a sus funciones.

Esta apreciación tiene que ver también con que la mayor actividad neuronal se produjo en el lóbulo parietal, una región del cerebro que ha evolucionado de gran manera desde que las estirpes del chimpancé y el humano se separaron. Este 'pequeño' detalle hace suponer a los investigadores que la capacidad humana para apreciar la belleza y el arte ("uno de los rasgos más característicos del ser humano y la única habilidad que nos diferencia de los animales") también data de esa etapa posterior del desarrollo.

En lo que sí coincidieron los 20 participantes, es en que su cerebro tardó entre 300 y 900 milisegundos en reaccionar a las imágenes. Un brevísimo retraso desde que veían la fotografía hasta que decidían si les gustaban. El Secreto de Zara. "Muchos profesores que llevan a sus alumnos a los museos se desesperan porque creen que los chavales no prestan atención; pero en realidad no es así", explica el investigador. "Deberían tener en cuenta que el ser humano tarda menos de un segundo en decidir si algo le gusta o no. Nuestra primera decisión es inmediata, casi como un flechazo".

Como explica Maestú, la estrategia cognitiva de las mujeres está más centrada en el hemisferio izquierdo, lo que tiene que ver con su tendencia a verbalizar todo más a menudo; mientras que los hombres dominan mejor los aspectos espaciales. "Se podría decir", añade, "que las mujeres son más semánticas; y esto podría aplicarse también a su apreciación de la belleza".

Los investigadores han ampliado con este trabajo una experiencia previa que analizó únicamente la percepción estética entre las mujeres. Entre sus siguientes pasos, como anuncia Cela-Conde, tratarán de observar la reacción del cerebro únicamente ante cuadros abstractos, "porque no se miran igual que las escenas figurativas". En esta ocasión, han contado con la participación del Hospital Clínico San Carlos y el Instituto de Física Interdisciplinar del Consejo Superior de Investigaciones Científicas.

Claudio Mirasso, investigador de este último centro, concluye que este tipo de trabajos interdisciplinares pueden tener alguna aplicación práctica en el futuro. "Si somos capaces de saber cómo percibe, analiza y procesa la información el cerebro, podemos estudiar a personas con disfunciones, con algún 'cortocircuito' o fallos en ciertas conexiones neuronales y que no son capaces, por ejemplo, de apreciar la belleza".

Por Maria Valerio, El Mundo