Barack Obama se reúne con las familias del 11-S



Los familiares pidieron audiencia con el mandatario debido al cierre de Guantànamo y la suspensiòn de los juicios. Obama les explicò que la càrcel se habia convertido en un controvertido sìmbolo del terrorismo y que tenìa que acabar con ello.

Nada más saber que el presidente había decidido cerrar el centro de detención de Guantánamo en el plazo máximo de un año y suspender durante cuatro meses los juicios en marcha, los familiares de las víctimas del 11-S y de los marineros muertos en el ataque contra el destructor estadounidense Cole en Yemen, preocupados por el alcance de esa medida, pidieron audiencia con Barack Obama. El presidente se la concedió y ayer por la tarde los recibía en la Casa Blanca para garantizarles que los esfuerzos para perseguir a los responsables de los atentados no decaerán.

Obama tenía previsto defender su decisión argumentando que, al contrario de lo que muchos puedan pensar, el cierre de Guantánamo traerá más seguridad a Estados Unidos, ya que esa prisión se ha convertido en un controvertido símbolo en la lucha contra el terrorismo que ha ayudado a los grupos radicales a reclutar nuevos voluntarios en todo el mundo.

La reunión de ayer en la Casa Blanca llegaba justo un día después de que una juez de la base militar en Cuba desestimara los cargos contra un sospechoso de pertenecer a la red terrorista Al Qaeda encerrado en Guantánamo. Se trata de Abd al Rahim, confinado en el centro de detención por considerársele el principal responsable del ataque en octubre de 2000 contra el Cole.

Familiares de los 17 marineros fallecidos en aquel ataque y representantes de los cerca de 3.000 muertos en las Torres Gemelas mostraron su rabia y enfado cuando el pasado 22 de enero el presidente iniciaba el camino hacia el cierre definitivo de Guantánamo. En su opinión, y según declararon entonces, han esperado demasiado tiempo para ver ante la justicia a los culpables de la muerte de sus seres queridos. "Sentí una profunda decepción", declaró el comandante en la reserva Kirk Lippold, al frente del Cole cuando se produjo el ataque. "La justicia retrasada es justicia denegada. Los juicios deben proseguir", añadió.

Desde las filas más conservadoras en el Congreso se ha sugerido que bajo el plan de Obama los terroristas acabarán en la calle dispuestos a atacar de nuevo a los ciudadanos estadounidenses. El senador republicano por Oklahoma James Inhofe ha colgado esta semana un vídeo en YouTube en el que sostiene que los detenidos en Guantánamo disfrutan de privilegios que nunca antes en su vida habían tenido, como el acceso a dentistas o colonoscopias. En palabras del propio Inhofe, "ésa es la prueba de que nunca han sufrido ningún maltrato".

Pero no todos los afectados por el 11-S están en contra de la orden presidencial que acabará con Guantánamo. Hay quien aprueba la iniciativa. Por eso, según una fuente citada por el diario The Washington Post, se esperaba que durante la reunión "saltaran chispas".