La clave de la reproducción, la proteína ZP3 vista por primera vez en 3D

La ilustración recrea la estructura de la proteína ZP3 alrededor del óvulo


Por primera vez se ha podido ver la estructura de la proteína ZP3. La proteína ZP3 recubre el óvulo con un filamento. Esa 'capa' decide quién entra y quién no en el óvulo. Podría ser un descubrimiento revolucionario para las técnicas de fertilidad y los métodos anticonceptivos. La fertilización no es sólo que el espermatozoide tropiece con el óvulo

A los nuevos padres les espera un mal trago. Tantos años inventando metáforas para la reproducción (que si el polen, que si la semillita...) quedan en agua de borrajas después de descubrir que la fertilidad en los mamíferos no es sólo que el espermatozoide tropiece con el óvulo.

La clave del descubrimiento está en la proteína ZP3, cuya estructura ha sido reproducida por primera vez en tres dimensiones en un estudio publicado por la revista Nature.

Esta proteína da lugar a la zona pelúcida (que recubre el ovocito), una especie de filamento que se forma en torno al óvulo y que decide, como si fuera un guardia de seguridad, quién pasa y quién no al óvulo.

La estructura y el funcionamiento de esta lámina, que fue descubierta hace algo menos treinta años, han sido comprendidos y analizados por primera vez, gracias a los científicos del Instituto Karolinska de Suecia y del Monte Sinaí, en Nueva York.

La clave de la reproducción

Los científicos se han encontrado con una serie de complejas asociaciones celulares que reproducen a una escala minúscula el acto sexual, donde se eligen y desechan algunos elementos claves para la reproducción.

Pero el hallazgo va más allá de sus posibles aplicaciones para las técnicas de fertilización y anticoncepción, ya que la ZP3 no está presente únicamente en los mamíferos, sino que también forma parte de algunas aves, anfibios y peces, según el diario, con lo que no es descabellado aventurar que la reproducción de los seres vivos no es tan distinta como se cree.

Sin embargo, los científicos no quieren lanzar las campanas al vuelo y admiten que es precipitado sacar conclusiones al respecto, porque aún hay que investigar más.