Los diez monumentos menos conocidos que también proporcionan suerte con tocarlos

Las chicas del Hotel Riviera en Las Vegas


Las tumbas de Victor Noir Grave o Abraham Lincoln. En un obelisco en Machu Picchu se pueden ver espíritus al frotarse.

Tirar monedas a las Fontana di Trevi en Roma para asegurarte volver a la ciudad o frotar los pechos de Julieta en Verona para tener suerte en el amor.

Son muchos los que, cuando visitan una ciudad, no pueden reprimirse y acuden a todos aquellos monumentos que dicen dar suerte. Pero la mayoría de ellos están masificados, por lo que quizá ya no sean tan eficaces.

Por ello Lists Galore ha elaborado una lista con los diez monumentos menos conocidos que también proporcionan suerte con tocarlos o besarlos.

* Victor Noir Galore no es uno de los habitantes más famosos del cementerio de Père Lachaise en Paris, donde se encuentran también Oscar Wilde y Jimmy Hendrix, por ejemplo. Sin embargo, su tumba es visita ineludible de mujeres que desean quedarse embarazadas, porque dicen que acariciar el bulto que se marca en su entrepierna aumenta la fertilidad.

* Y en Las Vegas la suerte es mujer. O mejor dicho, siete mujeres, las que representa la escultura en bronce de la entrada del hotel Riviera y de las que se dice que si les agarras el trasero cariñosamente te darán buena suerte en el juego.

* La Galleria Vittorio Emanuele en Milán es famosa por albergar las mejores firmas de moda. Sin embargo, lo que muchos no saben es que aquél que pisa el mosaico del suelo, y en concreto, los testículos del toro que representa, atraerá, cómo no, la buena suerte.

* Sin embargo, hay veces que la suerte hay que ganársela. Es el caso del Castillo Blarney en Irlanda, donde, para lograr un don de palabra inigualable hay que besar una de las piedras de sus muros. Eso sí, colgados boca abajo, por lo que se cuenta con un ayudante que proporciona seguridad a los visitantes.

* Y otra práctica arriesgada es la que se lleva a cabo en el templo Sensoji de Tokio: se dice que si aplicas un poco del incienso que arde entre sus paredes sobre una parte dolorida de tu cuerpo se curará cualquier enfermedad que te aqueje.

* Si una sirena con cuernos no fuera lo suficientemente rara, el hecho de que tenga cierta parte de su cola enrojecida es suficiente prueba para algunos para demostrar que hacerle cosquillas en ese lugar da buena suerte.

* El obelisco Intihuatana en Machu Picchu fue lugar de ceremonias primitivas, pero hoy tiene otra función: dicen quienes lo visitan, que aquellos con mayor sensibilidad pueden ver espíritus sólo con frotar su cabeza contra él.

* Mientras que en el resto del mundo la gente camina con cuidado intentando no tropezar con las alcantarillas abiertas, en Suecia la tarea se complica. Las tapas llevan inscritas diferentes palabras y símbolos que representan cosas como "amor" o "perder a tu amor" y que cada uno pisará según le convenga.

* Otra tumba de visita obligada es la de Abraham Lincoln en Springfield, Illinois. Muchos van por devoción, pero la mayoría no pueden reprimir tocarle la nariz, desgastada por el uso, para atraer la misma suerte que él tuvo.

* Y finalmente hasta las réplicas copian la suerte de los originales. Tanto la escultura de Il Porcellino en Florencia como su homóloga en el Hospital de Sydney tienen gastada la nariz, porque quien la frota, obviamente, atrae a la buena suerte.