La Familia de Adolf Hitler

Hitler en un gesto pocas veces visto en fotografias


Al llegar al poder, Hitler mantuvo distancia con una familia de la cual no se sentía identificado. Quiso crear la ilusión de estar solo y vivir solo para Alemania.

El joven Hitler estaba muy triste cuando Edward Koch, un doctor judío conocido como el "médico de los pobres" le dio la noticia. La madre de Hitler, Klara Pölzl -Hitler de casada- padecía un dolor en el pecho, al parecer, un cancer de mama. Era 1907 y Adolf estaba viviendo una época especialmente significativa. No sólo su madre corría un peligro mortal, sino que se había enamorado por primera vez. Ninguno de los dos trances terminaría bien. La muchacha no le correspondía y su madre no superaría la enfermedad. El médico que no había sido capaz de salvarla -tarea, por otra parte, imposible- era un judío médico de la familia. No sabemos hasta qué punto ambas circunstancias quedaron grabadas en el subconsciente de Hitler y cómo influyeron en su trayectoria posterior. El doctor Bloch, luego que Hitler tomara el poder, fue el único judío en Austria que pudo conservar su apartamento y conseguía cupones para ropa y otras cosas. Y también, pudo quedarse en Linz todo el tiempo que quiso. Fue el único judio, al cual, Hitler apreció. Hitler quería a ese anciano y lo respetaba. Incluso le demostró su agradecimiento con dos postales pintadas por él, que Bloch conservó para documentar la estima de Hitler. Pero regresemos a la familia, nuevamente.

Aunque siempre dió la impresión de ser hijo único debido a su alejamiento familiar cuando ingresó al partido, Hitler era el cuarto de los seis vástagos del matrimonio formado por Alois y Klara. Klara Pölzl, su madre. De gran parecido con Adolf, su preferido, consintió y pagó todos sus caprichos. Alois, su padre. Se casó tres veces y tuvo ocho hijos. Adolf fue fruto de su tercer matrimonio con Klara Pölzl.

Sea como fuere, con la muerte de su madre, el 21 de diciembre de 1907, la familia quedó en buena medida desintegrada. Aunque leyendo sus palabras daría la impresión de que Hitler era hijo único, lo cierto es que cuando Adolf nació el 20 de abril de 1889, el matrimonio formado por Alois Hitler -el tercero para él- y Klara Pölzl -el primero para ella- tenía ya tres hijos. Se trataba de Gustav, Ida y Otto, nacidos en los años inmediatamente anteriores a Adolf. Les seguirían Edmund y Paula. Edmund murió cuando Adolf tenía 11 años. Además, tenía dos hermanos de padre, Alois y Angela, nacidos del segundo matrimonio de Alois. El apellido del padre -un funcionario de categoría media- era, en realidad, Schicklgruber, pero en 1876 había sido legitimado recibiendo el de Hitler que pasaría a los hijos. Esta circunstancia irregular dispararía los más diversos rumores (de su posible genealogía judía) cuando su hijo Adolf se dedicó a la política.

Se afirmó, por ejemplo, que la madre de Alois le había concebido de un judío en cuya casa había trabajado como sirvienta, en otras palabras, se venía a decir que Hitler habría tenido sangre judía corriendo por sus venas. Era una tesis tentadora, aunque no parece que se correspondiera con la realidad. Hitler descendía de una estirpe claramente germánica -algo no tan fácil en un imperio como el austrohúngaro, donde abundaban las diferentes nacionalidades- y, de hecho, siendo niño daba muestras de un notable antisemitismo, probablemente aprendido de su padre. Las informaciones sobre Alois resultan contradictorias, pero parece establecido que más de una vez le administró castigos corporales para corregir su pereza. Por el contrario, parece fuera de duda que su madre, con la que guardaba un gran parecido físico, lo consideraba su hijo preferido.

Cuando el 1 de enero de 1903 falleció el padre, la familia no quedó en la miseria, como los propagandistas del nazismo intentaron hacer creer. Adolf pudo hacer su voluntad bajo la mirada complacida de su madre. Lo veía como un niño sensible al que había que mimar. En 1905, Adolf logró que su madre le permitiera dejar los estudios. Al año siguiente, residía en Viena, donde se dedicó, sobre todo, a asistir a óperas de Wagner.

Alois y Klara Hitler


Era una vida que no tenía paralelo en los otros hermanos. De manera bastante significativa, Hitler no los mencionaría en su autobiografía -el famoso Mein Kampf- y tampoco suelen referirse a ellos sus biógrafos conscientes del nulo papel que les otorgó el dictador. Aquella forma de vida se acabaría con la muerte de Klara.

A partir de ese acontecimiento, las posibilidades de Adolf de seguir viviendo sin trabajar se vieron mermadas. De hecho, tanto sus hermanos como algunos otros familiares comenzaron a presionarle para que se ganara la vida. La respuesta del joven fue escapar de nuevo a Viena para convertirse en un artista. Es posible que aquella perspectiva no agradara a la familia, pero quizá confiaron en que el muchacho lograra entrar en la Academia de Bellas Artes -como pretendía- y se labrara un porvenir.

Pero Adolf carecía de talento artístico y se vio cerrada esa posibilidad. Con posterioridad, él mismo relataría que en esa etapa había conocido la dureza de la vida obrera. La verdad es que se limitaba a pintar acuarelas que vendía a tres marchantes judíos. Judíos eran también los dueños de los albergues para indigentes donde dormía un tal Neumann que le regaló un abrigo al compadecerse de él.

Como tantos otros dictadores caracterizados por su inhumanidad, Hitler contemplaba la institución familiar siquiera con resquemor. De hecho, el trato que tuvo con toda su familia fue escaso, aunque hubo algunas excepciones. Por ejemplo, en 1911 su hermana Paula inició un procedimiento judicial contra él porque se había descubierto que -aunque Adolf ya había cobrado buena parte de la herencia que le correspondía- percibía la pensión de su difunta madre. El 4 de mayo de 1911 el tribunal de Linz transfería la pensión de orfandad de Adolf a Paula.

Durante los años siguientes su principal problema fue escapar del servicio militar. Se trataría de un episodio concluido en 1914, cuando eludió el alistamiento en el ejército austrohúngaro, pero se enroló voluntariamente en el alemán. Lo que vino a continuación fue la I Guerra Mundial, el inicio de su carrera política y la llegada al poder.

A diferencia de lo sucedido con otros políticos, Adof Hitler mantuvo a distancia a una familia con la que no se sentía identificado y, al parecer, ésta no pudo beneficiarse de su condición de Führer ni siquiera cuando Austria fue anexionada al III Reich (1938). Al morir Hitler podrían haberse convertido en inmensamente ricos, al menos por la percepción de los derechos de Mein Kampf. No fue posible: la obra no podía publicarse en Alemania ni en Austria. Veamos la historia de algunos familiares de Hitler:

La sobrina amante que se suicidó



Angelika Maria Raubal, nació en Linz, Austria, el 4 de junio de 1908, cuando Adolf tenía 19 años y vivía en Viena. Su familia la llamó siempre Geli y así se le conoció siempre. Adolf vio por primera vez a su sobrina Geli en Linz cuando fue de visita. Con cuatro golpes de puerta de la casa en Bürgergasse, Adolf se presentó y fue recibido con un abrazo de Angela, madre de Geli. Angela presentó a su esposo Leo Raubal y su hijo Leo y más tarde a la recién llegada bebé, Geli.

A partir de ese momento, Geli se convirtió en la niña de los ojos de Adolf. y Geli, por su parte, al ir creciendo quedó fascinada con las habilidades oratorias de su tío y la esplendidez con que gastaba el dinero en ella. En 1928, su hermana Angela llevó a su hija Geli a la casa de Adolf en Obersalzberg, Berchtesgaden, situado en los Alpes Bávaros, donde Adolf pasaba los días debido a la prohibición que pesaba sobre él de no hablar en público. Geli tenía ya 20 años y a partir de ese momento no la dejó un momento sola. Se mudaron a un apartamento en Prinzregentenstrasse, Munich, donde Adolf pintó varios cuadros de Geli como modelo.

Geli quiso ser cantante profesional de operetas, pero a Adolf no le gustó la idea de que fuera a estudiar a Viena y realizar allí una vida artística. Adolf se molestó mucho y tuvieron fuerte intercambio de palabras, que terminó sin que ninguno de los dos cediera. Se dice que Adolf salió del apartamento para dirigirse a una reunión en Hamburgo y según relató un vecino, Geli se asomó por una ventana para gritarle: "Así que no quieres que vaya a Viena" y desde la calle , sin voltear a mirar la ventana, Adolf gritó: "No!" El día 18 de setiembre de 1931, Geli fue encontrada muerta con un tiro en el pecho, aparentemente inflingido por ella misma. Adolf quedó desolado, al punto que sus allegados lo tuvieron constantemente vigilado, temiendo que quisiera suicidarse también. Las investigaciones policiales no encontraron evidencias que involucraran a Adolf Hitler, quien se encontró en Hamburgo mientras eso ocurrió. Investigaciones posteriores también confirmaron la tesis del suicidio de Geli.

William Patrick, el sobrino del Fuhrer



William Patrick fue hijo de Alois Hitler, nieto de Alois (Schicklgruber) Hitler y Franziska. Por estar en constantes conflictos con su padre, Alois emigró a París donde trabajó como mesero. Luego se casó con una irlandesa de nombre Bridget Dowling y vivieron en Londres desde entonces. De ese matrimonio en 1911, nació William Patrick Hitler Dowling, de nacionalidad británica.

Alois, el padre de William, bebía demasiado y golpeaba a su esposa, pero las continuas desavenencias terminaron cuando Alois abandonó a su familia y regresó a Alemania. En 1924 Alois fue condenado por bigamia y sentenciado a seis meses de cárcel, pero su esposa levantó los cargos y fue liberado. Tuvo un hijo fuera del matrimonio y nunca se preocupó por el estado de su familia en Londres. Sin embargo, tuvo varios negocios muy florecientes, incluyendo un restaurante en Berlín en 1934.

Cuando su tío tomó el poder en Alemania, William Patrick trabajaba como librero en Londres. Dictó una conferencia titulada "Mi tío Adolf", mostrando que era un fanático del Führer a quien imitaba en su forma de caminar, de vestirse y hasta copió su bigote. Dejó su trabajo en Londres y fue a Alemania esperando obtener algún beneficio de su poderoso tío, incluso se cree que intentando chantajear a su padre y a su tío también. Adolf le consiguió un trabajo en la fábrica de automóviles Opel, pero desalentado por tan poca cosa, regresó a Inglaterra como ciudadano británico.

Dos años después, fue a EEUU donde siguió su vida como escritor de un libro acerca de sus relaciones con Hitler, titulado "Por qué odio a Hitler." Muchos de los datos sobre la vida de la familia Hitler se deben a los testimonios de William Patrick, por lo que son de muy dudosa veracidad debido al reconcomio que sentía por su tío.

William Patrick sirvió en la armada de EEUU durante la guerra y recibió su baja honorable al finalizar las hostilidades. Durante un tiempo trabajó en un hospital y después cambió su nombre para desaparecer en el anonimato. El historiador John Toland dijo que pudo confirmar que todavía estaba vivo en 1977.

Paula, la hermana menor



Paula Hitler nació el 21 de enero, 1896 y murió el 1 de junio, 1960. Ella fue la hermana menor del dictador alemán, Adolf Hitler. Ella y su hermano fueron los únicos que alcanzaron la mayoría de edad, de los seis hijos de Klara Pölzl y Alois Hitler. Falleció a los 64 años.

Paula Hitler nació en Hartfeld, Austria en 1896. Nunca se casó ni tuvo hijos. Su padre tenía 60 años en el momento de su nacimiento y falleció cuando Paula tenía 6 años. Su padre, Alois, provenía de Waldviertier en la baja Austria, Paula no conoció a ninguno de los miembros de la familia de su padre, pero sí se relacionó con los familiares de su madre.

La madre de Paula fue Klara Pölzl, quien también provenía de Waldviertel y era hija de granjeros de Spital cerca de Veitra, donde había nacido el 12 de agosto de 1860, falleciendo más tarde en 1907, momento culminante para la vida y relación de los hermanos Hitler, ya que desde aquel momento, Adolf Hitler jamás retornaría al hogar familiar, y por mucho tiempo dejaría de ver a su hermana Paula.

Paula Hitler contó después de la guerra, que debido a que era mucho más joven que su hermano Adolf, jamás fue tomada en cuenta por éste como compañera para sus juegos infantiles, en especial debido a que Adolf jugaba a juegos como policías y ladrones en los que solía interpretar el rol de líder.

Desde que Adolf Hitler dejara la casa materna en 1908, no lo volvió a ver hasta 1921, oportunidad en la que al reencontrarlo le manifestó que no había tenido ni idea sobre qué había sido de él en esos años, ni siquiera después de la Primera Guerra Mundial. Le reclamaba a su hermano el hecho de que su situación afectiva y subsistencia económica le hubiera sido más fácil de llevar, si hubiera sabido que aún contaba con un hermano que la ayudara, a lo cual, respondió Adolf Hitler que él nunca tuvo contacto con ella debido a que no tenía ninguna forma de asistirla económicamente, y que en sus tiempos de vagabundo, tampoco quería significarle una carga mayor, recordándole que, sin embargo, le había donado la mitad de la pensión de cincuenta coronas - que como hijo, le correspondían de la pensión de su padre - para que Paula pudiera continuar con su educación.

En 1921, Hitler fue a encontrarse con ella con el expreso propósito de verla, comportándose entonces de manera encantadora e incluso llevándola de compras: "... a toda mujer le gusta que la lleven de compras...", declaró Paula. A pesar del reencuentro no continuó viendo a Hitler regularmente.

Cerca de un año después de su visita de 1921, volvió a verlo, yendo juntos a visitar la tumba de sus padres cerca de Linz. Volvió a verlo nuevamente en Munich, en el año 1923, tiempo antes del Putsch de la Cervecería; en esta ocasión, Paula no notó que las actividades políticas le hubieran causado a Hitler un cambio en su forma habitual de ser.

De nuevo visitó a Hitler en el departamento que éste habitaba en la Dirsch Strasse, en Munich, tiempo durante el cual no tuvo ningún contacto con personas del círculo político de Hitler o del partido nazi, a excepción de Franz Xavier Schwarz, quien entonces era el tesorero del partido. La siguiente oportunidad en que vuelve a ver a Hitler, durante el acto de conmemoración del día de la fundación del Partido Nazi que tuvo lugar en Nuremberg, Paula estuvo presente, pero no como "la hermana de Hitler", sino como cualquier otro asistente, e inclusive adquirió su boleto de entrada normalmente. Esto manifiesta que Adolf Hitler nunca demostró tener un sentido de afectividad familiar profundo, posiblemente herencia del carácter de su padre Alois Hitler, incluso que Adolf Hitler nunca se preocupó por conocer o alternar con las relaciones familiares de su línea paterna, y que con los únicos que tuvo trato fue con los familiares de su rama materna, al igual que Paula, puesto que durante toda su vida sólo se habían relacionado con familiares de la línea materna, en especial con las familias Schmied y Koppenstin.

Paula solía escribir a Adolf Hitler por su cumpleaños, le escribía una carta de salutación, a la cual Hitler le respondía con una nota corta de agradecimiento, acompañándola con un paquete que contenía alguna de las cosas que a su vez él había recibido de otras personas como presente para su cumpleaños, a saber, artículos como jamón español, caramelos, galletas, confituras, etc.

No tuvo un trato fluido con su medio hermana Mrs. Angela Hamitzon, puesto que vivía casada y con hijos en Dresden, encontrándose con ella años más tarde a su llegada al Hotel Berchtesgadener Hof unos días antes de producirse la llegada de los soldados norteamericanos a ese lugar.

Durante la actividad política de Adolf Hitler en Nuremberg, Paula lo visitó en el hotel Deutscher Hof. Hitler raramente le enviaba correspondencia, y cuando lo hacía, sólo le escribía unas pocas palabras y bien precisas.

Paula tuvo contacto con Hitler una sola vez al año desde 1929 hasta 1941, produciéndose dichos encuentros algunas veces en Viena, otras en Berlin. Desde 1941 en adelante, Paula no volvió a tener contacto personal con Adolf Hitler.

Hitler le sugirió a Paula que se cambiara de nombre durante los juegos Olimpicos en Garmisch, explicándole que quería que Paula se mantuviera en estricto incógnito bajo el apellido "Wolff" (lobo en alemán), que si lo quería, que mantuviera su nombre. Accedió, siendo idea suya (de Paula) y no de Hitler, agregarse el calificativo de "Frau" (Señora), como si su nuevo apellido Wolff fuera producto de su casamiento, lo cual volvía la situación menos sospechosa frente a antiguos conocidos. Así, su pasaporte fue expedido como "Paula Wolff", pero con una fecha errónea de nacimiento, pues figuraba como nacida el día 12 de noviembre de 1896 cuando en realidad había nacido en enero de ese año.

Anteriormente a este cambio de apellido, en razón de volverse conocido su vínculo familiar con Adolf Hitler había sido despedida de su puesto en una compañía de seguros radicada en la ciudad de Viena; pagándole Hitler de su bolsillo desde ese momento y hasta el día del "Anschluss" (Anexión de Austria a Alemania) a Paula la suma de 250 marcos mensuales para su subsistencia. Años más tarde Paula continuó desempeñándose en diversas ocupaciones sin importancia pero bajo el falso apellido "Wolff" es decir como "Frau Paula Wolff".

En una oportunidad pudo conocer personalmente a Eva Braun pero que no sostuvo relación alguna con ella y su hermano Adolf jamás le hablo del tenor de su relación con Eva Braun. Tampoco Paula Hitler fue afiliada o militante del partido nazi, reconociendo que ni la política ni las ideas de su hermano la motivaron a afiliarse al Partido Nazi y que ello tampoco fue el deseo de su hermano, y que de haber sido el caso, ella se hubiera afiliado para complacerlo.

Paula luego pudo continuar trabajando en Austria, bajo el falso apellido Wolff, y a pesar de ello Hitler no dejó de atender su situación económica, a partir de 1938 dobló el aporte que le pagaba de 250 a 500 marcos mensuales y en la navidad de cada año le agregaba una suma de 3000 marcos. Todos estos aportes fueron pagados por Hitler de su propio peculio y depositados en un banco a nombre de Paula hasta el día de la muerte de Hitler.

En los últimos años del régimen nazi, Paula trabajó como secretaria en un hospital lo cual era conocido por Hitler, manifestándole éste su total conformidad con dicho empleo y especialmente con el hecho que lo hubiera conseguido ella misma por sus propios esfuerzos. Más tarde Paula abandonó este trabajo por razones de salud viviendo los últimos días de la guerra en la localidad de Berchtesgaden en el hotel Berchtesgaden Hof, hasta el momento del arribo de los soldados norteamericanos, quienes la retuvieron largo tiempo, interrogándola en varias oportunidades. Con la ayuda económica de su hermano Adolf Hitler, Paula adquirió entre los años 1941 y 1942 una pequeña casa en Weitten, Wachau, una vieja villa que Paula fue restaurando sin la ayuda de ningún arquitecto; dicha casa más tarde fue expropiada por los rusos al momento de la ocupación. Paula era dueña también de un pequeño departamento de dos habitaciones en Viena, ocupado por los norteamericanos. Ambas propiedades jamás le fueron devueltas; lo mismo le ocurrió con sus ahorros personales depositados en el banco. Al no ser miembro del partido nazi ni haber desempeñado tareas políticas debía estar fuera del plan general de desnazificación impulsado por los Aliados en la Alemania dividida. Por esta razón, Paula tuvo que vivir desde entonces de la caridad de sus amistades.

Luego de que Paula fuera liberada por el servicio de inteligencia del ejército norteamericano, regresó a Viena para trabajar en una tienda de arte y artesanía. En diciembre de 1952 se mudó a Berchtesgaden, donde vivió en un apartamento de dos habitaciones para luego mudarse a la ciudad de Hamburgo, donde falleció el 1 de junio de 1960. Paula fue enterrada en Bergfriedhof, Berchtesgaden. En la parte final de su primera declaración testimonial ante las tropas norteamericanas se puede leer que refiriéndose a su hermano Adolf Hitler, Paula expresó: "Debo honestamente confesar que yo hubiera preferido que él hubiera seguido su ambición original y se hubiera convertido en arquitecto." "El destino final de mi hermano me afectó muchísimo. Él fue mi hermano, no importa qué haya ocurrido. Su final me trajo una indescriptible tristeza como hermana." (en este punto de su declaración la señorita Hitler rompió en llanto y la interrogación finalizó) según señaló el oficial interrogador.

En 1959 concedio una entrevista al canal 9 de Inglaterra en la que revelo algunos detalles intimos de la infancia de Hitler.
Hitler a la edad de dos años se encaramo a una escalera de dónde se negaba a bajar, finalmente su madre consiguió engatusarlo para que bajara, según conto Paula Hitler, seis años más jovén que su hermano, conocía esta historia porque su madre la había repetido cientos de veces como la mayor travesura de Adolf.
Revelo también que la pereza de Hitler para levantarse temprano hizo que su madre agudizara el ingenio a fin de que madrugara. Su madre le decía le pedía a Paula en voz alta, para que Hitler pudiera oirlo que fuera a darle un beso a su hermano para levantarlo, ella mísma revelo que tal era la aversión de Hitler a los besos que al oír las palabras de su madre daba un salto de la cama.
La última anécdota es que siempre que Hitler jugaba con sus amigos el era el lider indiscutible, todos les hacían caso.
Cierto es que no sabemos hasta que punto Paula movida por el sensacionalismo pudo haber exagerado o mentido sobre estas declaraciones, no obstante no dejan de ser curiosas.

El sobrino que peleó por los nazis



Heinz Hitler (1923-1942) era hijo de Alois Hitler II, a diferencia de William Patrick Hitler, Heinz decidió luchar por la causa de su tío el fuhrer quien le favoreció asegurando su ingreso a una de las escuelas de élite nazi NPEA, Heinz ingresó después a la Wehrmacht y participó en la Operación Barbarossa en la Unión Soviética a pesar de que su tío Adolfo le recomendó esperar y no arriesgar su vida tan pronto.

El 10 de Enero de 1942 es capturado por los soviéticos y trasladado a una prisión en Moscú donde finalmente muere.

Angela, la media hermana

Angela, la medio hermana de Adolf, era la más equilibrada de toda la familia y de acuerdo a todos los informes, era una persona trabajadora y productiva. Al morir su madre, la pequeña herencia fue dividida entre los hijos, pero Adolf le cedió su parte a Angela y por su lado Alois la cedió la suya a su menor hermana.

Angela se casó en Linz con un oficial del ejército lamado Leo Raubal, quien murió poco después y con quien tuvo una hija llamada Angelika. Luego de la Primera Guerra Mundial, cuando Adolf fue dado de baja en el ejército, fue a Viena a visitar a Angela, a quien no había visto durante los últimos 10 años. Cuando Adolf estuvo preso en Landsberg ella viajó para visitarlo. En 1924 Angela se mudó a Munich con su hija y le dio albergue a Adolf. Años después, Angela se convirtió en la administradora de Berchtesgaden, pero en 1936 tuvo algunas desavenencias con Adolf y ella resolvió mudarse a Dresde, donde conoció y se casó con el Profesor Hamitsch. Según contó William Patrick, a raíz de las fricciones entre Angela y Adolf, éste descubrió que ella se puso de acuerdo con Herman Göring para, a sus espaldas, comprar las tierras aledañas a la casa de Hitler en Berchtesgaden. Esto enfureció a Adolf, en tal grado, que le ordenó que saliera de la casa y desde entonces casi no tuvo ningún contacto con ella.

Video: Documental - La familia de Hitler, Rumores Pt.1