Afilarse los dientes a lo vampiro se pone de moda en Alemania



Otra extravagancia que esta dando que hablar debido a que cada vez mas gente lo realiza.

Más allá de los populares tatuajes y piercings, existen algunas prácticas estéticas que, además de causar un susto a más de uno, pueden ser fuente de algún que otro problema de salud a sus portadores. Una de ellas consiste en transformar la dentadura humana en la propia de un vampiro mediante implantes o con el simple afilado de los dientes. Aparentar ser el conde Drácula está generado tantos adeptos entre la juventud alemana, que las compañías de seguros de ese país decidieron pronunciarse ayer en contra mediante la amenaza de negarse a cubrir los gastos sanitarios de las infecciones y lesiones que de esta práctica se puedan derivar.

Hay quienes se liman los caninos, con lo que consiguen un aspecto más vampírico. Otras personas optan por hacerlo también en los incisivos. Pero el problema --estético-- del afilado es que las piezas no ganan en tamaño, de modo que lucen poco. La solución se consigue entonces con los implantes, que pueden ser blancos o metálicos, con los que la muela adquiere mayor dimensión y una mejor sonrisa --aunque para muchos pueda ser espeluznante.

Como el limado de los dientes hace que éstos disminuyan de tamaño, posteriormente se aplican implantes que aumentan su talla y contribuyen a generar una imagen más siniestra, el ideal de los adolescentes.

La cara más desagradable -si cabe- de esta técnica es que puede derivar en varios trastornos dentales, como infecciones y lesiones, ya que la mayor parte de quienes realizan esta intervención no cuentan ni con la formación profesional adecuada ni con un entorno higiénico. Los principales proveedores de estos servicios son, precisamente, las tiendas de tatuajes y piercings.

Y ahí es donde entra el sector asegurador. Ante tal panorama, las compañías de seguros han decidido ‘curarse en salud'. Uwe Starck, un representante del seguro de enfermedad semipúblico alemán KKH, ya ha advertido que el alargamiento artificial de los dientes provoca alteraciones en la masticación, lesiones maxilofaciales, daños óseos en la mandíbula y, en los casos más graves, la pérdida la pieza dental. Otro de los problemas que destacó recae en el limado de las piezas, ya que esta práctica debilita el esmalte dental, favorece las caries y aumenta la probabilidad de fractura al ser estos más frágiles.

Por ello, el seguro alemán también se ha declarado en rebeldía, cual adolescente vampiresco, y ha decidido que no cubrirá los daños como consecuencia de esta moda juvenil.

Asumir consecuencias



La alteración de la propia imagen puede causar otros problemas además de los de salud. La misma administración pone trabas a quienes lucen un tatuaje en sitio visible y aspiran a una plaza de empleo público. Otro caso es el de las mujeres embarazadas con la espalda tatuada. A estas se les puede negar la epidural durante el parto si el tatuaje les cubre la zona de la columna por la que se administra el anestésico. El caso de Alemania añade otro ejemplo a la lista de desventajas de estas prácticas. Para lucir las últimas tendencias no basta con sufrir, también hay que asumir sus consecuencias.


Vía: El periódico de Catalunya