Sexo en las Olimpiadas

Matthew Syed


El ex atleta Matthew Syed cuenta: "tuve más relaciones en esas dos semanas y media que durante toda mi vida hasta esa fecha". "Una medalla de oro es un billete para un revolcón". "Lo que pasa en el extranjero se queda en el extranjero".

Que el deporte es el elemento común en los Juegos Olímpicos, es algo mundialmente conocido. Pero si nos contaran que no es lo único que se hace en la Villa Olímpica y que el sexo es un habitante indispensable en todas las ediciones, la perspectiva cambia radicalmente.

Así nos lo relata Matthew Syed, en la edición digital del periódico Times, asegurando que las citas olímpicas son más que deporte.

"Participé en mis primeros Juegos Olímpicos en Barcelona 1992 y tuve más relaciones en esas dos semanas y media que durante toda mi vida hasta esa fecha", así comienza su artículo titulado 'Sex and the Olympic city' ('Sexo en la Villa Olímpica') este ex deportista.

En él destaca las relaciones que se tienen en un evento así, debido a la tensión que acumulan los diferentes deportistas que compiten, así como la atracción que sienten entre ellos. Además, relata, a modo de anécdota graciosa, que en Pekín se regalaron preservativos a los deportistas, así como en Seúl 1988 se prohibió tener sexo en una de las azoteas de la villa por estar siempre llena de condones.

"La medalla de oro no es sólo el camino a la fama y la fortuna, sino también un billete para un revolcón", indica explicando el significado del éxito de un deportista en una cita así.

También se refiere a las relaciones extramatrimoniales que se dan en la Villa Olímpica y que son conocidas por todos. "El antiguo dicho 'lo que pasa en el extranjero se queda en el extranjero' está vivito y coleando, y no sólo en lo que a deporte se refiere".

En cuanto al momento de poner fin a la competición, asegura que era el momento de descargar la tensión acumulada durante los días de participación. "Una vez habíamos sido eliminados de nuestras respectivas competiciones, nos lanzábamos contra el otro como esgrimistas suicidas", prosigue en su relato en un sin fin de situaciones que aparecen entre los deportistas de élite.