Gliese 581c es el primer planeta conocido similar a nuestra Tierra



El planeta que gira alrededor de la estrella enana roja Gliese 581 (Gl 581) y que se encuentra a 20,5 años luz de nosotros, marca una etapa importante porque por primera vez, se encuentra un planeta que reune todas las características consideradas como indispensables para la eventual aparición de formas de vida.


Gliese 581c es el planeta más similar a la Tierra descubierto hasta la fecha, y se ubica a apenas 20 años luz de distancia. La estrella enana roja en el centro de la imagen es más pequeña y rojiza que nuestro propio sol, pero se ha descubierto que uno de los planetas que la orbitan está en la zona habitable, allá donde el agua líquida podría existir sobre la superficie. A pesar de que este planeta difiere mucho del nuestro (puesto que orbita mucho más cerca de su sol que nuestro Mercurio y tiene una masa cinco veces mayor que la de la Tierra) es desde ahora candidato a albergar no solo océanos, sino vida en ellos. En caso de que futuras observaciones confirmen la presencia de agua líquida, Gliese 581c podría convertirse en un destino (u estación de paso) apetecible para los viajeros interestelares terrestres del mañana.

Hace ahora doce años que los científicos no dejan de detectar planetas fuera de nuestro Sistema Solar. Desde el primer descubrimiento de Michel Mayor en el año 1995, las observaciones se han sucedido y su cantidad se acerca aproximadamente a los 230.

Pero la mayoría no han resultado decepcionantes. La mayor parte sólo son astros muertos, en órbita de un cadáver estelar que los ha envuelto con sus radiaciones letales antes de agonizar. Hoy se conocen planetas en órbita de estrellas normales, gigantes, enanas, dobles y hasta de estrellas triples. También se han observado planetas solitarios que no giran alrededor de nada.

Se sabe de mundos que guardan vestigios de agua, de gigantes gaseosos y hasta de planetas potencialmente rocosos como el nuestro. Algunos han sido fotografiados. Pero ninguno presentaba la dosis mínima de hospitalidad que habría hecho columbrar una posibilidad, por reducida que fuese, de hallar vida. También el descubrimiento de Gliese 581c sería de un excepcional interés.

Los científico disponen ahora de varias técnicas para descubrir mundos extraterrestres. Para Gliese 581c se ha utilizado el análisis de la velocidad radial de su estrella, basándose en los datos obtenidos por medio del telescopio Harps (High Accuracy Radial Velocity for Planetary Searcher) de 3,6 metros del observatorio europeo (ESO) de la Silla (Chile). Un planeta en órbita imprime a su sol ligeras oscilaciones por efecto gravitacional y la medición de ellas permite, no sólo detectar su presencia, sino también determinar su masa, velocidad de revolución y distancia al sol. Pero esto no es todo: el análisis detallado de los datos también permite determinar si esas oscilaciones son provocadas por uno o varios objetos y calcular las características de los mismos. Se apreciará mejor la extrema dificultad de desvelar esos desplazamientos señalando que en el caso de Gliese 581, la velocidad radial medida es de 2 a 3 metros por segundo, es decir: 9 km/h.



Gliese 581 es una estrella de tipo enana roja situada a 20,5 años-luz de nosotros, en la constelación de Libra. Ya se había detectado un primer planeta hace dos años, Gliese 581b, comparable a Neptuno (15 veces la masa de la Tierra) y orbitando en 5,4 días. Gliese 581c, el último descubierto, gira solamente en 13 días a una distancia de 11 millones de kilómetros (contra una media aproximada de 150 millones de kilómetros para la tierra. Mediría un rayón y medio terrestre y su gravedad de superficie sería de 2,2 g.

La proximidad del planeta a su estrella podría hacer pensar un poco precipitadamente en condiciones incompatibles para la vida tal cual la conocemos. Pero no, porque la estrella es una enana roja, mucho menos cálida que nuestro sol, de modo que la temperatura de superficie del planeta se calcula entre 0 y 40 ºC. En otras palabras: Gliese 581c es perfectamente capaz de tener océanos de agua en estado líquido, siendo este disolvente indispensable para la elaboración de materias orgánicas complejas que han permitido nuestra propia emergencia. “Por su temperatura y relativa proximidad a la Tierra, este planeta va a ser, probablemente, un objetivo muy relevante en futuras misiones espaciales dedicadas a la vida extraterrestre”, se congratula uno de los autores del descubrimiento: Xavier Delfosse, de la Universidad de Grenoble.

Un tercer planeta, Gliese 581d, orbita igualmente una estrella, pero su masa (8 veces superior a la de la Tierra) y la distancia de su órbita, recorrida en 84 días, lo hacen claramente menos propicio para la vida.