Entrevista a Hugh Laurie, protagonista de "House"



"Además soy algo supersticioso al explicar la razón del éxito", comenta el actor británico de la exitosa serie. "El futuro de la serie dependerá del talento de los guionistas"

Antes de House, Laurie ya tenia una gran reputación como actor en su país,fue actor de la serie de televisión Jeeves and Wooster, canta y toca bien el piano, además de tener éxito como escritor. En 1996 fue publicado su libro The Gun Seller, una novela de suspenso con toques humorísticos, que llegó a ser best seller. Pero es el personaje del hiriente e iracundo doctor lo que lo ha hecho famoso en la televisión mundial y por el cual, Laurie ha ganó el Globo de Oro al Mejor Actor Dramático de serie de televisión en 2006 y 2007. A finales de 2007 le detectaron depresión, y el problema de sus males está a miles de kilómetros de distancia, en Reino Unido, donde viven su mujer y sus tres hijos, a los que echa de menos. El intérprete británico nacido en Oxford en 1959, dice que en Estados Unidos "es más que habitual que a uno lo escojan para un papel por lo que es y no por lo que puede hacer". No es éste su caso, y quizá ahí radica la clave del éxito de este drama médico. Hugh Laurie nos habla de la serie y de el en esta corta entrevista.

¿Le desagrada que le comparen con el protagonista de la serie?
House no es lo que se dice un encanto, pero muchos de mis amigos tampoco lo son.

¿Dónde reside su atractivo?
Las teorías son muchas. Entre los más jóvenes, el hecho de que es un rebelde que no se atiene a las reglas, alguien impaciente y con autoridad.

¿Y entre los menos jóvenes?
Su falta de corrección política. Dice todo lo que nos gustaría decir.

¿También es ésta una de sus cualidades en la vida real?
Paradójicamente, si hay algo que odio es la mala educación (risas). También odio el tráfico y los informativos de televisión.

¿Y qué cosas alegran el día a Hugh Laurie?
La música me hace feliz. Escucharla o tocar. La comida y mi motocicleta.

¿Y su familia?
Por supuesto que me hace feliz. Pero como con ellos, toco música con ellos y les llevo en moto.

Pues siguen viviendo en el Reino Unido.
Con muchas millas aéreas acumuladas. Volamos mucho. Es cuando más nos vemos. Además, aquí trabajo todo el tiempo. Aunque en teoría son ocho meses de rodaje, la realidad es que está más cerca de los diez por temporada.

¿Cuál es su serie de médicos favorita?
Crecí en el Reino Unido y mi televisión tiene poco que ver con la estadounidense. Mamé Dr. Finley's case book como si fuera la leche materna, un tipo como Dios manda, de traje de franela, muy diferente a los tecno-médicos de ahora.



¿Cree que le gustaría a House?
Él se pasa el día viendo una serie que no tiene nombre, aunque metería a la cadena Fox en un lío si dijera que es Hospital General. Bueno, es un culebrón de esos.

¿Cuál considera el mayor logro de la medicina?
En función de la cantidad de vidas que ha salvado, diría que la penicilina. Pero en una gala benéfica insistieron el otro día en que la risa es la mejor terapia, lo que me obligó a ser divertido.

Para Hugh Laurie, ¿cuál es la mejor medicina?
La anestesia, porque sin ella no podría ir al dentista.

¿Y su cura contra el aburrimiento?
Al contrario de House, tengo una gran tolerancia para el aburrimiento. Debo de tener un cerebro muy pequeño que se entretiene con nada. Un crucigrama, un sudoku o tirar una pelota de papel a la papelera me entretienen.

¿Leer no es una de sus distracciones?
Si en algo me arrepiento de hacer esta serie es que no leo, porque todo el tiempo que tengo se lo dedico a los guiones. De ahí que todas las noches acabo leyendo lo mismo porque me lleva media página saber dónde estaba y para entonces ya me he dormido. Así que leo la misma novela una y otra vez.

¿Hasta cuándo? ¿Le ve un final a House?
Un personaje tan autodestructivo como House tiene que desmoronarse o curarse en algún momento. Es un suicida que no se puede pasar el resto de su vida en el quicio de la ventana. Pero que eso ocurra en dos, en cinco o en 25 años dependerá del talento de los guionistas. Y por el momento no puedo estar más contento con su trabajo.