80 años de "Romancero gitano" de García Lorca



Se cumplen ocho décadas del 'Romancero Gitano' de Lorca.

"Verde que te quiero verde. / Bajo la luna gitana, / las cosas la están mirando / y ella no puede mirarlas". La casada infiel, Reyerta, el Romance sonámbulo... y así hasta 18 romances que hablan de la noche, el amor, los cuchillos, la luna y los gitanos.

Una de las obras cumbres de la literatura española del siglo XX, El Romacero Gitano de Federico García Lorca, cumple 80 años, entre la admiración de los expertos y la pasión con la que los aficionados a la poesía siguen acercándose a los versos del genial poeta, asesinado en Granada en 1936.

Aunque la repercusión de una obra literaria es difícilmente mensurable, si se toman en cuenta el número de ediciones, quizá el lorquiano Romancero gitano junto con Veinte poemas de amor y una canción desesperada de Neruda sean los dos libros de poesía en español de mayor difusión en toda la historia de nuestra cultura.

Al menos, así lo ha explicado en una entrevista el poeta y director de la Cátedra Federico García Lorca, Antonio Carvajal, quien destaca que celebrar su ochenta aniversario supone conmemorar "la vitalidad de una obra que excede los límites de lo literario".

Por una parte, explica este experto, provocó reacciones enfrentadas a la hora de su primera recepción, rechazada por amigos del poeta, como Buñuel y Dalí, en aras de la modernidad venida de Francia, o por Jorge Luis Borges, que primero la descalificó como folclórica y luego la imitó y rebasó en ese mismo sentido.

La obra fue recibida con tanto entusiasmo por el público, culto o iletrado, que la primera edición "voló literalmente" y, en la actualidad, sigue provocando las mismas reacciones al estimular la imaginación de pintores y de músicos, sean autores de coplas, cantaores flamencos o compositores.

Ingenio y superrealismo

Según Carvajal, "Romancero gitano" destaca por la "estilización sorprendente" de la temática, desde los asuntos bíblicos y mitológicos hasta meras reyertas que apenas merecerían ser contadas en un pliego de cordel, usando recursos aprendidos de grandes clásicos como Góngora, Lope de Vega y Cervantes, insuflándoles elementos visionarios del superrealismo.

Para ello, el poeta granadino hace "un uso prodigioso" de la metáfora, nutriéndola de grandes pasiones y, especialmente, de la pena, comenta el también Doctor en Filología Románica por la Universidad de Granada. En este libro, profundamente español e hispánico, "lo gitano y lo nostálgico del primitivismo cristiano" entran en el mismo juego de estilización, en el que más que un apoyo a ese pueblo, lo que hay es una denuncia "de la imposición violenta del sanguinario orden burgués".

Sin duda, esta obra fue fundamental para acercar la poesía de Lorca al gran público, aunque, como apostilla Carvajal, la popularidad del poeta se basa sobre todo en el teatro y en su compromiso con la cultura de izquierdas impulsada por los gobernantes republicanos de izquierdas.