Un acre de la Luna por 20 euros



Existe un vacío legal referente a la propiedad de la Luna, y ya una empresa en línea: Moonstates, ofrece la posibilidad de adquirir, según ellos, legalmente, un pedazo de tierra lunar. La Luna puede convertirse en un futuro, en una frontera comercial.

Existe un denominado vacío en el Tratado de Espacio Exterior de Naciones Unidas, en el que se apoya un ambicioso empresario estadounidense para reclamar el dominio sobre el satélite de la Tierra.

Al parecer, la Luna ha dejado de ser patrimonio de los enamorados, para convertirse en feudo de ambiciosos empresarios.

Desde su oficina en el estado de Nevada, el norteamericano Dennis Hope ha vendido lotes de suelo lunar a unos 20 dólares el acre, oferta ya escuchada por conocidas estrellas de Hollywood, ex mandatarios estadounidenses como Ronald Reagan y Jimmy Carter, así como grandes cadenas hoteleras como Marrito y Hilton.

A la luz de la legalidad, existe un denominado vacío en el Tratado de Espacio Exterior de Naciones Unidas, en el que se apoya Hope para reclamar por más de dos décadas el dominio sobre el satélite de la Tierra y siete planetas con sus respectivos satélites naturales.

Según ha manifestado, "esas son tierras sin dueño" y "estamos haciendo lo mismo que hicieron nuestros antepasados cuando llegaron al Nuevo Mundo desde Europa".

Hasta ahora ha vendido cerca de 400 millones de acres, equivalente a unos 1.6 millones de kilómetros cuadrados, de cerca de 8 000 millones de acres por negociar.

Según el ambicioso empresario, las ventas promedian unas 1 500 propiedades al día, en lotes escogidos al azar en el mapa lunar y a ojo de buen cubero, como popularmente se dice. El caso es que hasta el momento se ha embolsillado nada menos que más de nueve millones de dólares.

No es hasta el 2004 cuando se inicia la acelerada carrera por explotar los recursos del satélite natural, cuando W. Bush anunció el compromiso de volver a la Luna en el 2017, y la posibilidad de construir una base en suelo selenita alrededor del 2020.

Todo parece indicar que la idea no es permanecer allí de forma transitoria, sino aprender a vivir permanentemente, interés que ha llamado la atención de otros países como China, Rusia, Japón, India y algunos de Europa.

Lo que sí está claro es que en cuestión de décadas, la Luna será mucho más que un objetivo científico y se convertirá en una lucrativa frontera comercial.

Uno de los mayores constructores de equipos espaciales en Estados Unidos, Lockheed Martin está desarrollando tecnologías que permitirán en un futuro no lejano la explotación de la superficie lunar, en particular un proceso para convertir polvo lunar en oxígeno y agua, e incluso transformarlo en combustible para cohetes.

En realidad, informaciones de las misiones lunares Apolo evidencian la existencia de grandes depósitos de Helio 3, un gas extremadamente raro que se encuentra bajo la superficie de la Luna.

Según expertos, entre ellos el geólogo Harrison Schmitt, miembro de la misión Apolo 17 en 1972, el Helio 3 podría usarse como una nueva fuente de energía limpia, inagotable y libre de polución. "Una tonelada métrica de Helio 3 supliría una sexta parte de la energía que utiliza toda la Gran Bretaña", afirmó.

En tanto, Edgar Mitchell, miembro de la misión Apolo 14, de 1971, opina que precipitar la explotación de la Luna puede implicar la destrucción de datos científicos sumamente valiosos.

Sin embargo, el doctor Connolly, de la NASA ratifica que: "Deberíamos ir allá y encontrar todo lo que pueda encontrarse, pero de manera científica. Allí hay una gran cantidad de recursos que podrían ser de gran beneficio para la humanidad".

Vía: cubaperiodistas.cu
Por Miriam Zito