Los alemanes rechazan los euros de España, Italia, Grecia y Portugal



Temen el surgimiento de una profunda crisis económica que afecte a distintos Estados miembros.

La confianza social en el Eurosistema se debilita en Alemania. Los ciudadanos alemanes están empezando a rechazar los billetes de euro impresos en España, Italia, Portugal y Grecia, según recoge el diario británico Telegraph. Tal fenómeno evidencia una preocupación creciente acerca de que el apoyo social hacia la Unión Monetaria disminuya entre los alemanes, uno de los países clave de la política monetaria común.

La información recoge que los banqueros germanos llevan detectando desde hace algún tiempo un curioso patrón de comportamiento entre sus clientes. En concreto, están retirando dinero en efectivo directamente de las sucursales bancarias (es decir, no a través de los cajeros automáticos), pero discriminando los billetes en función del origen de los mismos. Así, proceden a cambiar los euros impresos en los países del sur de la UE (cada país tiene un número de serie) por billetes impresos en Alemania.

Cada país de la Eurozona imprime sus propios billetes en función de su peso económico, y bajo las estrictas directrices monetarias impuestas por el Banco Central Europeo (BCE). El euro alemán se diferencia por una X al comienzo de los números de serie, el italiano comienza con una S, mientras que el español inicia la serie numérica con una V.

Las distintas monedas son totalmente intercambiables al contar con una convertibilidad 1:1 gracias al respaldo monetario del BCE. Además, pueden circular libremente a través de la zona euro, al igual que en el ámbito internacional. Sin embargo, algo está cambiando acerca de la confianza social de papel moneda de la UE, en función de su origen.

Los alemanes temen que los euros procedentes del sur puedan perder valor en el futuro ante el surgimiento de una profunda crisis económica que afecte a distintos Estados miembros. De hecho, un proceso similar aconteció en los EEUU bajo la presidencia de Jackson en 1840, cuando el dólar impreso en distintos estados se negociaba en el mercado a diferente valor.

Según el Observatorio de Coyuntura Económica del Instituto Juan de Mariana (OCE), la idea que subyace de fondo es “el riesgo futuro de que los euros españoles terminen cotizando con descuento frente a los euros de Alemania y que, incluso, España pueda ser expulsada de la zona euro. En este último caso, el valor de la divisa española sólo estaría respaldada por los activos del Banco de España, cuya calidad se ha visto seriamente empeorada debido a las ventas de oro”.

Dicha entidad lleva advirtiendo desde hace tiempo que “las ventas de oro sólo debilitan la situación del sistema bancario emisor de nuestra moneda de curso forzoso, habida cuenta de que el respaldo del euro disminuye y con él las posibilidades de proteger su valor en los mercados internacionales. La política del Banco de España es tanto más irresponsable si tenemos en cuenta el enorme déficit por cuenta corriente que presenta España y que tarde o temprano deberá ser pagado”.