Demjanjuk, de 89 años y de origen ucraniano, en el momento de ser trasladado a una prisión de Múnich.
Cómplice en el asesinato de al menos 27.900 judíos
La Fiscalía de Múnich acusa al presunto criminal de guerra nazi John Demjanjuk de complicidad en el asesinato de al menos 27.900 personas, comunicaron sus portavoces.
En el escrito presentado por la fiscalía muniquesa se acusa a Demjanjuk, deportado en mayo desde Estados Unidos y en prisión preventiva desde entonces en una cárcel de Alemania, de haber enviado a las cámaras de gas a miles de judíos entre marzo y septiembre de 1943, cuando trabajaba como guardián en el campo de concentración y de exterminio de Sobibor, en la Polonia ocupada por los nazis alemanes.
Demjanjuk, de 89 años y de origen ucraniano, rechaza en todo momento los cargos y afirma no ser la persona buscada.
La principal prueba contra Demjanjuk es su antiguo documento de identificación como personal al servicio de las SS con el número 1393, cuya autenticidad fue certificada por peritos policiales muniqueses y que fue determinante para que EEUU accediera a su extradición.
La fiscalía muniquesa señaló que no se ha determinado aun la fecha del comienzo del proceso contra Denjanjuk, decisión que queda en manos de los jueces de la Audiencia de Múnich.
Tras la entrega del pliego de acusación, Demjanjuk y su defensa tienen un plazo para hacer posibles alegaciones, tras el cual el tribunal decide la fecha para el comienzo del proceso. El abogado alemán del presunto criminal nazi, Günther Maull, ha comentado que no espera que el juicio pueda comenzar antes de finales de setiembre.
La pasada semana el Tribunal Constitucional alemán (TC) había rechazado un recurso presentado por Demjanjuk en contra de su extradición a Alemania por parte de Estados Unidos.
Los abogados del presunto criminal de guerra nazi habían tratado de evitar el proceso alegando que su defendido no estaba en condiciones de ser sometido a juicio por razones de enfermedad pero los informes médicos determinaron que Demjanuk si puede ser juzgado.
La única limitación impuesta por los médicos forenses es que las jornadas del proceso deberán limitarse a dos sesiones, mañana y tarde, y que cada una no podrá superar los noventa minutos.
Se trata de uno de los últimos grandes procesos por delitos cometidos durante el régimen nazi y la Segunda Guerra Mundial.