Obama felicita a los héroes de la Luna

Barack Obama charla con Edwin 'Buzz' Aldrin, Michael Collins y Neil Armstrong en el Despacho Oval de la Casa Blanca


El presidente de EE UU alaba el "hito de la excelencia" que supuso la llegada del hombre al satélite en el 40 aniversario de la gesta.- Armstrong defiende la cooperación internacional para el éxito de la exploración espacial

Neil Armstrong, Edwin Buzz Aldrin y Michael Collins, los tres astronautas del Apolo 11 que llegaron a la Luna el 20 de julio de 1969, fueron recibidos este lunes en la Casa Blanca por el presidente Barack Obama, que los elevó a la categoría de "héroes americanos" aunque no avanzó si apoyará nuevas exploraciones.

"Todos recordamos cuando por fin la humanidad pudo explorar las estrellas y el momento en que uno de los nuestros dio sus primeros pasos en la Luna y dejó impresa su huella que perdura hasta nuestros días", dijo Obama, que aseguró además que la agencia espacial estadounidense (NASA) "hará todo lo que pueda en las décadas venideras para continuar esa misión inspiradora".

El presidente estadounidense insistió en que "el modelo de excelencia será siempre el de los hombres de la misión Apolo 11" y reiteró su compromiso con volver a hacer de la ciencia "algo interesante" que elegir como carrera profesional para los universitarios de mañana. No obstante, Obama no quiso detallar qué planes tiene para la NASA para los próximos años o si respalda los llamamientos de enviar una misión tripulada a Marte.

Horas antes de su encuentro en la Casa Blanca, Armstrong, Aldrin y Collins se reunían en el Museo Nacional del Aire y del Espacio en Washington en un encuentro organizado por la NASA con motivo del 40 aniversario de ese "pequeño paso para el hombre pero gran salto para la humanidad", como dijo Armstrong al poner el pie en el satélite. Mientras Aldrin abogó por la vuelta del hombre a la Luna, Collins defendió sobre todo la exploración de Marte, "mucho más valiosa".

De izquierda a derecha, Edwin 'Buzz' Aldrin, Michael Collins, Neil Armstrong y el ex director del Centro Espacial Johnsonn de la NASA Chris Kraft en el Museo Nacional del Aire y del Espacio en Washington


Por su parte, en una de sus escasas apariciones públicas, Armstrong evitó entrar en el debate sobre el regreso a la Luna. "La historia es una secuencia de hechos arbitrarios, por lo que el futuro es difícil de prever, pero se puede intentar". Y puso el énfasis en la necesidad de la cooperación internacional para el éxito de la exploración espacial. Para él, el primer hombre en pisar la esfera blanca, aquel hito fue "la máxima competición pacífica" entre EE UU y la entonces Unión Soviética. "La carrera espacial proporcionó un mecanismo de cooperación entre adversarios. En ese sentido, supuso una inversión nacional excepcional para ambos bloques", dijo. "Y no diré que fue una distracción que evitó una guerra entre los dos polos, pero fue una distracción", aseveró.

Aldrin se refirió al papel del presidente John Kennedy, quien lanzó el reto de la Luna y luchó por "el progreso de América y el final de la Guerra Fría". "El Apolo 11 es un símbolo de lo que una gran nación puede hacer si trabaja duro, si sus ciudadanos trabajan juntos y tienen líderes fuertes con visión y determinación", indicó. Y defendió la exploración de Marte: "La mejor forma de recordar a todos aquellos que formaron parte del programa del Apolo es seguir sus propios pasos, poniendo en marcha una nueva misión espacial". Collins cree que es más interesante la exploración de Marte que de la Luna. "Algunas veces pienso que estuve en el lugar equivocado. Marte era mi favorito cuando era niño y hoy todavía lo es", confesó. "Me preocupa que el énfasis actual en retornar a la Luna nos lleve a quedar atrapados en una innecesaria maraña tecnológica que retrase durante décadas la exploración de Marte, mucho más valiosa", lamentó Collins.

Los astronautas Neil Armstrong y Edwin Buzz Aldrin fueron los dos primeros hombres en pisar la Luna aquel 20 de julio de 1969, en España el día 21 de madrugada. Michael Collins permanecía en órbita, en la nave de regreso a la Tierra, a la espera de sus dos compañeros que alunizaron.

Aldrin ha abogado en numerosas ocasiones por que la NASA, que tiene previsto suspender definitivamente los vuelos de los transbordadores para dar el empujón definitivo al nuevo sistema de transporte espacial que está diseñando, el Constellation, se fije como objetivo llegar a Marte en 2031.

Llevar al hombre a Marte se ha calculado en torno a los 150.000 millones de dólares, un coste que se considera demasiado alto en un momento de crisis económica como el actual.