Desde hace tres años ha aumentado el porcentaje de la población mundial que pasa hambre. 100 millones de personas entraron en la 'lista de hambrientos' en 2008. El mayor incremento se produjo en los países desarrollados. Las causas son la crisis económica y los altos precios de los alimentos.
Una de cada seis personas pasa hambre, es decir 1.020 millones de seres humanos en todo el mundo, la mayor cifra de la historia. Así lo ha denunciado la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). El director de la FAO, Jacques Diouf, compareció en rueda de prensa junto a la directora del Programa Mundial de Alimentos (PMA), Josette Sheeran, para presentar los resultados de la crisis económica global y los altos precios de los alimentos sobre el problema del hambre en el mundo.
Los datos publicados indican que no sólo ha aumentado constantemente el número absoluto de personas hambrientas en el mundo, sino que desde hace tres años ha aumentado el porcentaje de la población mundial que pasa hambre. Según afirmó Diouf, gracias a la "peligrosa mezcla de crisis económica y altos precios de los alimentos" el año pasado 100 millones de personas entraron en la categoría de hambrientos, lo que supuso "un incremento del 11%". Entre los fenómenos que han provocado la situación están "la crisis financiera, la caída del comercio global y las presiones presupuestarias de muchos países".
Diouf aseguró que el año pasado creció el número de hambrientos "en todas las regiones del mundo", incluido el grupo de los países desarrollados donde el incremento, del 15,4%, fue el mayor del planeta. El director de la FAO afirmó que los datos dan muestras de "la fragilidad y vulnerabilidad del sistema alimentario mundial", que ha llegado a una situación "más allá de las proporciones humanitarias".
Un nuevo orden alimentario
Por ello, Diouf diagnosticó que es necesario crear "un nuevo orden alimentario mundial" y puso su esperanza en una conferencia mundial sobre alimentos que se desarrollará en noviembre de este año. Éste es "un problema político", según Diouf, ya que en 2050 habrá que "alimentar a la población mundial", que habrá crecido hasta los "9.200 millones de personas".
Sheeran explicó que su organización ya ha puesto en marcha programas en los que no se ofrece comida a los necesitados, sino que se les entregan vales para que compren alimentos "en los mercados locales". Según Sheeran, estos mecanismos mejoran la economía local y fortalecen la seguridad alimentaria a largo plazo, además de paliar el hambre en aquellos lugares donde se necesita.