Siete astronautas con una peligrosa misión: intentar reparar el super telescopio Hubble



Irán a bordo del transbordador Atlantis. El despegue está previsto para este lunes. Hace cinco años la misión se canceló por demasiado arriesgada.

El transbordador Atlantis y sus siete tripulantes están listos para partir este lunes en una peligrosa misión dirigida a mejorar la capacidad del telescopio Hubble, un artefacto orbital que ha proporcionado imágenes asombrosas del Universo.

El lanzamiento de la misión 125 del transbordador espacial está programado para las 18.01 GMT, desde el Centro Espacial Kennedy, en el sur de Florida, EE UU, y durante los once días de travesía los astronautas efectuarán cinco jornadas de labores extravehiculares.

El telescopio espacial Hubble fue colocado en órbita a 730 kilómetros de la Tierra el 27 de abril de 1990, en una misión del transbordador Discovery, y desde entonces ha orbitado el planeta más de 97.000 veces y ha brindado a más de 4.000 astrónomos imágenes de estrellas y galaxias distantes, que son invisibles desde dentro de la atmósfera terrestre.

Las misiones de mejora del Hubble están llenas de peligros y son muy diferentes de las que los transbordadores espaciales hacen en la construcción de la Estación Espacial Internacional (EEI).

De hecho, esta misión fue cancelada hace cinco años por considerarse entonces demasiado arriesgada.

Sin base donde refugiarse

A diferencia de los acoplamientos con la EEI -un proyecto de 100.000 millones de dólares en el cual participan 16 naciones- los astronautas del Atlantis no estarán adosados a ninguna base de operaciones, sino que el transbordador será su único refugio en caso de problemas.

Eso significa que, si el Atlantis sufre un problema durante el lanzamiento o cuando estén realizando su misión en el Hubble, no podrán refugiarse en la Estación Espacial.

Si se queda encallado en el Hubble, los astronautas podrían refugiarse en el transbordador durante veinticinco días, antes de quedarse sin aire.
Además, existe una posibilidad entre 229, una proporción muy alta para este tipo de viajes, de que una pieza de basura espacial o un micrometeorito provoque una catástrofe en el Atlantis.

El telescopio orbita a sólo 350 millas de distancia de la zona donde circula la basura espacial, por lo que se ha recomendado a los astronautas que reduzcan su altura en cuanto dejen de trabajar en el Hubble.

Por todas estas circunstancias, la NASA ha preparado un plan de rescate en caso de que ocurra lo peor.

Cinco años más de vida

Mientras el Atlantis permanezca junto al Hubble, los astronautas, montados en el extremo del brazo robótico de la nave, instalarán dos instrumentos nuevos, repararán dos que no funcionan y harán los reemplazos de componentes que mantendrán el telescopio operativo por lo menos hasta 2014.

La misión la comanda el capitán retirado de la Marina de Guerra de EE UU Scott Altman, y le acompañan el piloto Gregory Johnson y los especialistas Michael Good, John Grunsfeld, Andrew Feustel, Megan McArthur y Mike Massimino.

Entre los grandes descubrimientos hechos mediante el Hubble están la fijación de la edad del universo (13.700 millones de años), la determinación de que virtualmente todas las galaxias mayores tienen agujeros negros en su centro y el dato de que el proceso de formación de planetas es relativamente común.