El buscador 'Wolfram Alpha’ revolucionará la Red



Innovación en el ciberespacio

Ha sido bautizada como la nueva revolución en internet, y aseguran que transformará la búsqueda de información en la Red. El proyecto se llama Wolfram Alpha y se trata de un motor de búsqueda de conocimiento computacional capaz de responder directamente a las preguntas que hace el usuario, en vez de remitirnos a enlaces como hace Google. No porque disponga de un gran listado de respuestas, sino porque es capaz de calcularlas a partir de una serie de bases de datos y de algoritmos.

O sea, que le podremos formular preguntas como se las haríamos a un amigo y nos dará la respuesta exacta. Por ejemplo, si le preguntamos cuándo va a llover en París, qué tiempo hace en Madrid o el día que mataron a Kennedy, nos responderá de forma precisa. El buscador empezará a funcionar a finales de este mes y será accesible para todo el mundo, según afirma el padre de la criatura en su blog. Algunos expertos consideran que su impacto podría llegar a ser similar al que tuvo Google en su momento.

Un niño prodigio de la ciencia

El padre del invento es el matemático Stephen Wolfram, un prestigioso científico británico conocido por ser el autor del programa de cálculo 'Mathematica', una herramienta de referencia en el campo de la programación.

Nacido en Londres en 1959, Stephen Wolfram publicó su primer artículo científico, sobre física de partículas a los 16 años, entró en Oxford a los 17 y obtuvo su Doctorado en Física en el Instituto de Tecnología de California (Caltech) a los 20.

El actual proyecto del buscador ha sido desarrollado a través de Wolfram, su empresa de software.
"Nuestro objetivo es poner el conocimiento experto al alcance de todo el mundo, en cualquier lugar y en cualquier momento", explicó el profesor Wolfram en la presentación del buscador la semana pasada en la Universidad de Harvard.

Una vez formulada la pregunta, la herramienta calcula diferentes respuestas eligiendo de forma selectiva la información de la Red para acabar dando una respuesta precisa. La gran innovación de este programa, según Wolfram, es la capacidad de resolver preguntas concretas de inmediato. Así, puede calcular la altura exacta del Everest, o comparar la altura de esta cumbre con la extensión del puente del Golden Gate si así se lo pedimos, o calcular el PIB de cualquier país, además de resolver ecuaciones matemáticas complejas y resolver cuestiones científicas.

"Como si estuviéramos interactuando con un experto, el buscador puede entender de lo que estamos hablando, realizar el cálculo y dar la respuesta precisa", aseguró Wolfram. El creador del programa explicó que trillones de ficheros de datos fueron seleccionados por su equipo de expertos para asegurarse de que la información podría ser procesada por el sistema.

Nuevo revulsivo del ciberespacio

Nova Spivack, un prestigioso experto y el creador de la herramienta Twine de internet, cree que Alpha podría tener el mismo impacto que Google. "Wolfram Alpha es como enchufarnos a un gigantesco cerebro electrónico", asegura Spivack, "no sólo busca respuestas dentro de una gran base de datos [como Google], sino que calcula las respuestas".

Muchos expertos piensan como Spivack y consideran que Alpha superará a Google. El doctor Wolfram, en todo caso, no descarta colaborar con Google en el futuro o con Wikipedia. "Estamos buscando empresas con las que podernos asociar, que tengan sentido para nosotros y que sean complementarias con nuestro trabajo", reconoce el científico británico.

La comunicación de las personas con los ordenadores mediante un lenguaje natural, y la posibilidad de que un buscador sea capaz de responder a una pregunta del usuario como lo haría una persona, ha sido el Santo Grial de Internet durante los últimos años. Wolfram cree haber logrado este objetivo: "Pensábamos que se podría generar una gran ambigüedad en la búsqueda de términos, pero al final no ha sido así, el sistema lo ha resuelto", asegura. El programa incluso tiene la capacidad de interpretar las preguntas que se le hace, eliminando las palabras irrelevantes.

El profesor Wolfram, que lleva siete años trabajando en este proyecto, afirma que necesita al menos a 1.000 empleados para mantener las bases de datos y actualizarlas con los últimos hallazgos y la información más reciente. Y asegura que tan sólo nos encontramos en el principio del proyecto.