Un estudio asegura que los hombres sólo necesitan 8,2 segundos para enamorarse



Cuanto más mira un hombre a una mujer en el momento de conocerse, más interesado está en ella. Afirma que si mantiene la mirada fija durante ese tiempo se enamoran. Las mujeres mantienen su mirada tanto si los ven atractivos como si no. Los hombres usan el contacto visual para buscar compañeras.

Una investigación científica asegura que cuando los hombres mantienen la mirada fija en los ojos de una mujer durante más de 8,2 segundos, es síntoma de que han sucumbido ante sus encantos. Sin embargo, en las mujeres no sucedería lo mismo.

Cuanto más mira un hombre a una mujer en el momento de conocerse, más interesado está en ella. Si el hombre sostiene la mirada durante menos de cuatro segundos, probablemente ella no le haya llamado mucho la atención. Pero si rompe la barrera de los 8,2 segundos, ya está enamorado, tal y como recoge Telegraph.

Los investigadores que realizaron el estudio señalaron que, sin embargo, este cálculo no funciona de la misma manera en las mujeres. Ellas mantienen su mirada sobre los hombres la misma cantidad de tiempo tanto si los ven atractivos como si no.

Para realizar este estudio, los científicos utilizaron cámaras ocultas que, en secreto, grabaron los movimientos de los ojos de 115 estudiantes mientras hablaban con actores y actrices. Luego, los jóvenes fueron consultados sobre la atracción que les generó la conversación con el nuevo compañero.

Diferencias entre hombres y mujeres

Los hombres miraron a los ojos de las actrices que consideraron atractivas un promedio de 8,2 segundos, pero los que las vieron menos guapas sólo alcanzaron los 4,5 segundos, publicó la revista especializada Archives of Sexual Behavior. No obstante, las mujeres miraron a los ojos a los actores la misma cantidad de tiempo tanto si les gustaba como si no.

Es por ello que los investigadores concluyeron que los hombres usan el contacto visual para buscar compañeras aptas y fértiles para procrear. En cambio, las mujeres serían más reticentes a este tipo de comportamiento, según los científicos, porque temen embarazos no deseados o ser madres solteras.