A subasta, las gafas de Gandhi

El reloj de cadena y las gafas redondas que siempre llevaba Mahatma Gandhi


La familia del líder espiritual trata de detener la venta

Nada escapa a la comercialización. Ni siquiera Mahatma Gandhi. Las pertenencias del líder espiritual, que rechazaba las posesiones materiales, saldrán a la venta el jueves en una subasta que tendrá lugar en Nueva York. Entre ellas, sus míticas gafas redondas y las sandalias que llevó cuando predicaba la paz y la desobediencia civil en las calles de su país. La familia de Gandhi está indignada.

Tushar Gandhi, biznieto del líder de la independencia de India, ha hecho lo posible por evitar la venta. Ha recaudado dinero, ha pedido ayuda al Gobierno indio y ha contactado con todos los medios de comunicación estadounidenses posibles para defender su causa. Se declara "insultado" y apela al amor que los indios profesan a su antepasado. Pero no ha tenido éxito. La subasta, a última hora de ayer, seguía en pie.

La casa Antiquorum venderá, además de las gafas y las sandalias, un cuenco, un plato y un reloj de bolsillo que pertenecieron al líder indio. El precio estimado de estos objetos es de hasta 30.000 dólares (23.000 euros).

Sandalias de Mahatma Gandhi


El Ministerio de Cultura de India dijo ayer a la agencia Press Trust of India que había mantenido reuniones con abogados para estudiar si era posible detener la subasta por la vía judicial. "Estamos haciendo lo posible para que esos objetos no salgan a subasta", dijo la ministra de Cultura, Ambika Soni. Sin embargo, a día de ayer, Antiquorum confirmó que no había recibido comunicación oficial alguna del Gobierno indio.

Gandhi lideró el movimiento independentista de India contra el imperio británico -en su país se le conoce como "el padre de la nación"- y falleció en 1948, asesinado por un fundamentalista hinduista, cinco meses después de la emancipación de su país.

La subasta de sus gafas está especialmente cargada de emoción, ya que la leyenda dice que ese mismo par se lo regaló a un oficial del Ejército en los años treinta, diciéndole que a través de ellas había visto "una India independiente".