'Saturday night live' en Europa

Kristen Wiig, Steve Martin y Will Forte en la última emisión de Saturday night live, el sábado 31 de enero.


El espacio lleva 34 años de emisión ininterrumpida en la NBC. El programa, fenómeno del humor en EE UU, se convierte en una marca internacional. El formato fue vendido primero a Italia, y ahora, a España. "Saturday Night Live está en un momento de expansión muy emocionante" refiriò su director Lorne Michaels.

El ascensor se detiene en la planta novena del número 30 del complejo Rockefeller, un mastodonte de 266 metros que corona el Midtown de Manhattan. El rascacielos, de 69 plantas, acoge las oficinas de la NBC.

Se abre el ascensor y ante el visitante aparece un pasillo lleno de fotos: John Belushi y Dan Aykroyd caracterizados como los Blues Brothers; Mike Myers y Macaulay Culkin en una bañera; Eddie Murphy disfrazado de Stevie Wonder... Tras las fotos, que le van poniendo a uno en situación, aparece el estudio 8H, donde se rueda desde hace 34 años Saturday night live. Un viejo conocido de la audiencia estadounidense que ahora salta el charco y que esta noche estrena Cuatro (22.30) con Eva Hache en cabeza.

Un ejército de focos ilumina el plató del show, al que los estadounidenses llaman sencillamente SNL (pronunciado esenel). Buena parte se graba en directo y con público, y en el 8H hay 200 butacas amarillas que allá por 1975 alguien cogió prestadas del estadio de los Yankees (y que nunca devolvió). Hoy es miércoles por la tarde. Quedan menos de 80 horas para la próxima emisión, el sábado a las 23.30. Ocho plantas más arriba, guionistas y actores trabajan mientras se atiborran de café. Ahí radica parte de la gracia de SNL: Nace, se desarrolla y se emite en seis días.

El trabajo arranca los lunes con una lluvia de ideas. Los martes, guionistas y actores trabajan hasta bien entrada la mañana, una vieja costumbre de sus primeros años que el nuevo equipo no ha logrado cambiar, aunque ya no lo rieguen de excesos y cocaína (el carismático Belushi murió de sobredosis). Los miércoles se reescriben los guiones y se diseñan vestuario, decorados...

El jueves volvemos al plató, convertido en un hormiguero de gente. Los actores ensayan mientras los iluminadores atinan los focos, los cámaras buscan el mejor ángulo y los decoradores sierran las tablas. Steve Martin, el invitado de la semana -menester en el que ostenta el récord: es la decimoquinta ocasión que lo hace-, graba un anuncio para la cadena: "¡Hola, soy Steve Martin, el invitado de esta semana en Saturday night live!".

Unas 300 personas trabajan para dar vida a un show que ronda los dos millones de euros de presupuesto. Un programa de culto para varias generaciones. Si un aspirante a empresario sueña con emular a Amancio Ortega, un joven cómico lo hace con gritar a todo pulmón, "Live, from New York, it's saturday night!".

Y sin embargo, SNL no arrancó como una gran apuesta: la NBC necesitaba un programa para que Johnny Carson, que presentaba The tonight show, pudiera descansar un día a la semana. La cadena contrató a Lorne Michaels, un joven productor canadiense, y le cedió uno de sus viejos estudios de radio.

El 11 de octubre de 1975, SNL empezó su andadura. El resto es historia de la televisión. En él han iniciado su camino a la fama John Belushi, Dan Aykroyd, Bill Murray, Eddie Murphy, Billy Crystal, Mike Myers, Ben Stiller, Chris Rock, Adam Sandler, Will Ferrell... Y sus dos últimos hallazgos, Tina Fey y Amy Poehler, que dieron la vuelta al globo con su parodia de Sarah Palin y Hillary Clinton y consiguieron audiencias de 10 millones de espectadores. Al igual que sus predecesores, ambas vuelan ya por su cuenta. "Estamos acostumbrados", dice Steve Higgings, productor del programa. "Cuando alguien se va se hace una herida, pero cicatriza".

Él sábado a las 23.30, los espectadores ocupan sus butacas. El programa arranca con el presidente Obama (interpretado por Fred Armisen) dirigiéndose a la nación: "Estamos en una época difícil. El tío que estaba antes que yo me ha dejado dos guerras, una recesión y un póster de Nolan Ryan sobre la cama". Los espectadores, muchos de los cuales pasaron la noche anterior haciendo cola a 5 grados bajo cero, aplauden a rabiar. Lorne Michaels, 64 años y una institución en Estados Unidos, hace dos cameos en el programa. Además de un maestro del humor, Michaels lo es en hacer dinero con su criatura, de la que han nacido películas (Blues Brothers, Wayne's world o la reciente Baby mamma), series (30 rock) y anuncios. Muchos estadounidenses aún no se han recuperado del shock de ver a MacGruver (una parodia de MacGyver de SNL) anunciando Pepsi durante la Super Bowl.

Hace tres años Michaels vendió por primera vez el formato a la cadena italiana Italia 1, cuya versión ronda el millón de espectadores y que mañana estrena su tercera temporada. España es el segundo país que logra hacerse con el formato.

¿Por qué ahora? "Me parecía que había llegado el momento", explica un escueto Michaels. "La gente nos copiaba de todos modos, así que hemos decidido controlarlo nosotros mismos", dice Higgins, más explícito. "Japón también quiere hacer su propia versión", continúa Michaels. "Es un halago que haya tantos países interesados. Saturday Night Live está en un momento de expansión muy emocionante".