La primatóloga Jane Godall y un chimpancé.
La clave ha sido el estudio de las llamadas duplicaciones segmentales. En la última década se había aceptado que las secuencias de ADN de hombres y chimpancés sólo diferían un 1,24%. Las duplicaciones ofrecen novedades evolutivas equivalentes a los cambios que se dan en las diferentes ediciones de un mismo libro.
Las diferencias entre el genoma humano y el de los chimpancés son diez veces mayores de lo que se creía, según un estudio de un equipo internacional de investigadores, que permitirá cuantificar mejor la separación entre especies y establecer el momento de la evolución en que ésta se produjo.
Los autores del estudio -que la revista Nature publicará esta semana en su número dedicado al 200 aniversario del nacimiento de Darwin- explican que en la última década se había aceptado que las secuencias de ADN de hombres y chimpancés, los parientes vivos más cercanos de los humanos, sólo diferían un 1,24%.
La investigación, en la que han participado dos científicos españoles del Instituto de Biología Evolutiva (IBE), demuestra que ese porcentaje es incorrecto y que puede ser hasta diez veces superior.
La clave: las duplicaciones segmentales de ADN
La clave de este descubrimiento ha sido el estudio de las llamadas duplicaciones segmentales, fragmentos de ADN repetidos a lo largo del genoma, que hasta hace poco tiempo eran difíciles de distinguir por lo que no se tenían en cuenta, y se optaban por estudiar los genomas más fáciles de individualizar.
"Estas regiones ofrecen novedades evolutivas, equivalentes a los cambios que se dan en las diferentes ediciones de un mismo libro, argumenta Arcadi Navarro, investigador del IBE.
Las diferencias son "radicales" en la biblioteca de cada especie: colecciones completas de libros que unos organismos tienen y otros no, es decir, únicas para cada especie.