Google y Gmail siguen despuntando con sus servicios



Google continúa cercando al Office de Microsoft. El buscador utiliza su correo Gmail como estrategia de enganche al resto de sus servicios. Estrena un servicio de control del proveedor.

El objetivo fundacional de Google era organizar el mundo de la información, y en ello persiste. Quien pensara que bastaba con ser el buscador casi exclusivo de Internet (en Estados Unidos domina ya el 72% del mercado y en Europa ronda el 90%) se equivocaba.

Google va mucho más allá y poco a poco, sin prisa, pero con servicios de calidad, va ocupando espacios donde reinaban otros sin competencia, tanto en la actividad personal como en la empresarial.

Sin embargo, la estrategia de esa expansión no ha sido el buscador, sino su servicio de correo. Aún muy por detrás de Hotmail y Yahoo, sin embargo, del Gmail van colgando cada vez más utilidades y aplicaciones. Una vez dado de alta en Gmail, el internauta tiene a su disposición servicios de agenda y calendario, hojas de cálculo y documentos de texto, las aplicaciones más utilizadas del Office de Microsoft.

Todo gratuito y con la posibilidad de entrar, modificar esos documentos en red, el autor y todo aquel al que se lo autorice; es decir, una herramienta básica para las pequeñas empresas. Voz, vídeo y SMS se integraron poco después en el servicio de Gmail.

Microsoft y Google, nacidas en diferentes campos de negocios (software e Internet, respectivamente) han ido acercando sus intereses, hasta llegar a luchar por el mismo pastel. Aunque Microsoft sigue aferrado al ordenador con sus principales productos, y Google piensa ciegamente que el software esté en Internet, no han tardado en chocar.
'Offline'

La novedad de estas semanas es que el correo Gmail funcione también sin conexión a la Red, una vez descargado en el ordenador. Con Gmail offline, se pueden leer los mensajes, contestarlos y dejarlos preparados para ser enviados cuando el ordenador detecte que hay conexión. De momento funcionará en Estados Unidos y el Reino Unidos.

El último anuncio corresponde a Vinton Cerf, y consiste en un programa para advertir al internauta si el operador está cortándole su banda ancha. La iniciativa se llama Measurement Lab (M-Lab) una herramienta para fiscalizar la conexión del proveedor de acceso a Internet (IPS) y detectar así cualquier anomalía o incumplimiento del ancho de banda contratado. En este sentido, Google colabora ya con Glasnot (transparencia), que ayuda a localizar las interferencias en la Red.

Glasnot, lanzada hace un año, demostró las interferencias que sufría la red P2P Bitorrent por parte del operador Comcast. "La transparencia ha sido siempre básica para el éxito de Internet y M-Lab ayudará a mantener un Internet innovador y sano", explicó Cerf en el blog de la empresa.