Un recuento de los accidentes que cobraron la vida de pilotos en la historia de la Fórmula Uno.
Aun tengo el recuerdo de algunos accidentes mortales en la Fórmula Uno, estas grandes tragedias que nos es dificil asimilar ya que se dan en el deporte que mas nos gusta y nos hace ver lo peligroso que puede ser el conducir un formula uno. Por eso considero a esos pilotos, no solo privilegiados por poder ganarse la vida de esa forma, sino que son de admirar ya que cada domingo arriesgan sus vidas por el deporte del cual se han enamorado.
Esta entrada es un homenaje a todos ellos que han fallecido en esta competición. Es increible ver en videos, esos coches de los años 50 en donde no tenían una pizca de seguridad por ningun lado, los conductores usaban un casco de cuero y ni llevaban ropa antiflamas, y todo esto en contra de la velocidad a la que iban, estos tipos que para mi son heroicos, se la jugaban a 280 kms/h en esos autos tan frágiles. En esos años, la seguridad no estaba preparada para esta competición, y los circuitos eran muy inseguros. Las cosas han cambiado y hoy en día se toman muchas medidas a favor de la seguridad, los autos son mas seguros y los circuitos tambien, pero ante un choque contra una pared a mas de 200 km/h, el piloto aun tendrá las de perder. El último accidente mortal sucedió hace 14 años, y la pérdida fue tan grande que aun hoy en día nos es imposible sacarnos la tristeza de encima al recordarlo.
Onofre Márimon GP Alemania 1954
Después de la gloria, sobrevendría la tragedia. En el circuito de Nürburgring tuvo lugar el GP de Alemania. El día viernes Stirling Moss, con un Maserati, era el dueño del mejor registro. Esto creó una enorme presión en Marimon quien, visiblemente preocupado, le consultó a Fangio qué tendría que hacer para prevalecer frente al británico. El Chueco, con la flema de los experimentados, le recomendó que, en la clasificación del sábado, saliera a la pista detrás de él, para que con su Flecha de Plata le enseñase la trayectoria adecuada en el extenso recorrido. Aquel 31 de julio, Fangio nunca daría esa vuelta guiando a Marimón, pues éste había decidido por iniciativa propia recorrer la pista para mejorar su tiempo. Nunca más se lo volvió a ver.
Sus jóvenes 30 años se iban por un barranco, al despistar su máquina a gran velocidad. Se convertiría en el primer mártir en un evento de la Fórmula Uno. Al día siguiente, su maestro ganaba la carrera pero no tenía ni ganas de sonreír. Froilán, acongojado, daría una vuelta antes de abandonar por voluntad propia. Aquellos hombres lloraban la vida de un amigo, los aficionados de las carreras despedían al talentoso "chico querido por todos". Nacía la leyenda.
Luigi Musso GP Francia 1958
Con esse ánimo desenfadado, Musso convenció a Toy Ruttman para 'aparcar' un pequeño coche delante de la habitación de Harry Schell, apodado 'el americano de Paris'. Los colegas bromistas subieron el cochecito a empujones por las escaleras del Hotel Lion d’Or y lo posicionaron justo en el pasillo, frente a la puerta de Schell. A la mañana siguiente, el bueno de Harry y su esposa tuvieron que atravesar por dentro del coche para poder salir de la habitación, con el consiguiente enfado del piloto de Maserati y las risas de los 'simpáticos' amigos.
Pero la acción se debía trasladar al circuito. Allí, Hawthron se colocaba con el mejor registro en primera línea acompañado por Musso a 6 décimas de su tiempo. Luigi parecía satisfecho y seguro de su fuerza, pues el año pasado había ganado aquí y además contaba con el secreto de Fangio. El campeón argentino le había confiado que la clave de la victoria estaba en la curva 'Calvario'. Allí debía mantener el pie a fondo para separarse de todos sus rivales. La tensión se hacía máxima, pues en esta prueba se decidía quién iba a ser el piloto sobre el que Ferrari apostaría para ganar el título. Musso estaba obligado a quedar por delante de su compañero. Moss lideraba el mundial con 17 puntos, Hawthorn le seguía con 14 y Musso atesoraba los 12 que sumaban sus dos segundas plazas en Argentina y Mónaco. Peter Collins no tenía opciones de luchar por el título, con tan sólo 4 puntos en su haber.
La salida estaba a punto de producirse, Musso se santigua pero falla al soltar el embrague; Hawthorn sale como un rayo y muy pronto son ya diez los segundos de ventaja que acumula sobre el Ferrari número 2. Pero Musso encuentra el ritmo para recuperar. Vuelta a vuelta le roba décimas en la 'Calvario' manteniendo el pie a fondo. El gentío se inflama con su recuperación sobre el “gran rubio” Hawthorn. En la recta de meta de la vuelta 9 los coches transitan uno a la estela del otro, los diez segundos son ya historia y de nuevo la curva Calvario está al fondo. La tragedia estaba por ocurrir. El Ferrari de Moss pierde el control, el piloto intenta mantener su bólido rojo sobre los metros de asfalto que lo mantiene unido a tierra pero éstos no son suficientes. De repente, las ruedas del Ferrari dejan de lacerar los oídos de los espectadores con su agónico quejido. Tras 100 metros recorridos de través sobre el límite de la pista, el monoplaza se encabrita al contacto con una de las entradillas de cemento que dan acceso a los campos de grano adyacentes. El vuelo es inevitable y la máquina, con su impotente pasajero a bordo, inicia una serie de vueltas enloquecidas para finalmente quedar en el suelo medio descuartizada. Todos dan a Luigi Musso por muerto inmediatamente. Sin embargo, el hálito del campeón italiano resistirá aún un poco para morir, sin salir del coma en el que se hallaba atrapado, en el hospital de la Maison-Blanche a causa de las fracturas internas. No había pasado ni media hora desde la salida.
Peter Collins GP Alemania 1958
Empujando con fuerza para seguir, Collins perdio el control de su coche en el grand prix alemán, hizo un giro tratando de evitar la catastrofe pero terminó desapareciendo sobre una orilla. Durante el accidente, Collins salió disparado del habitáculo del coche y golpeó un arbol con su cabeza sufriendo heridas críticas. A pesar de ser transportado por avión al hospital, Collins murió esa tarde.
Stuart Lewis-Evans GP Marruecos 1958
Trágicamente también encontró la muerte cuando el motor de su auto explotó durante el Gran Premio de Marruecos de 1958 en el circuito de Ain-Diab, lo que hizo que el auto se volcara y chocara. Stuart Lewis-Evans sufrió graves quemaduras, muriendo en un hospital de Inglaterra seis días después del accidente, el 25 de octubre de 1958.
Chris Bristow GP Belgica 1960
Bristow y Alan Stacey murieron en el mismo grand prix y unos minutos el uno antes del otro. Ambos fallaron en negociar correctamente la misma curva de mano derecha ampliada rápida en la cual, Stirling Moss tuvo un accidente el día anterior. Moss sufrió fracturas en las piernas, tres costillas rotas, y una nariz rota. Los coches con regularidad conducian con exceso de velocidad por la esquina Burnenville a 120 millas por hora.
Había un terraplén allí y un alambre de púas en el prado aproximadamente a diez pies atrás del camino. El auto de Bristow salió de la orilla y el fue lanzado hacia el alambre de púas, decapitándose.
Un amigo de Bristow dijo despues del accidente: "Todos nosotros sabíamos que esto iba a pasar. Es negativo decirlo ahora, pero Chris simplemente no tenía la experiencia de conducir así en la carrera".
Alan Stacey GP Belgica 1960
Stacey fallecio durante el Gran Premio 1960 belga, en Spa Francorchamps, cuando él se estrelló en 120 m.p.h. después ser golpeado en la cara por un pájaro cuando se encontraba en el sexto lugar con su Lotus. Stacey conducía el mismo tipo de Lotus que Stirling Moss que casi falleció en el día anterior.
El Lotus de Stacey subió un terraplén y cayó en un campo. Él murió unos minutos antes de Chris Bristow.
Los dos Ingleses fallecieron despues de salirse sobre la misma curva en donde Moss se estrelló el día anterior. Un amigo de Stacey escribió escribió un artículo sobre la muerte de Stacey, en la cual, declaró que algunos espectadores dijeron que observaron que un pájaro había volado hacia la cara de Stacey mientras él se acercaba a la curva, posiblemente golpeándolo y dejandolo inconsciente, o aún posiblemente matándolo rompiendo su cuello, antes de que el coche se estrellara.
Wolfgang Von Trips GP Italia 1961
Su Ferrari colisionó con el Lotus de Jim Clark; el monoplaza del alemán voló por los aires tras el toque y se estrelló con las barreras de protección, en las que habían doce espectadores, que igualmente perecieron.
Carel de Godin Beaufort GP Alemania 1964
Carel murió después de un accidente en Nürburgring, durante la práctica para el Gran Premio 1964 alemán. Conduciendo el Porsche 718, el coche de pronto viró de la pista en la infame curva Bergwerk. Él fue arrojadoo del coche y sufrio heridas masivas en su cabeza, pecho y piernas. Carel fue llevado a un hospital local, pero tras la llegada de su familia, rápidamente fue transferido a un hospital principal neurológico en Colonia. Murió de sus heridas tres días después del accidente.
John Taylor GP Alemania 1966
John tuvo su debut y despedida. Colisionó con Jackie Ickx en la primera vuelta, su auto se incendió y se lo llevaron a Inglaterra en avión a recuperarse de las quemaduras. Murió el 8 de septiembre de 1966, un mes y un día después del Gran Premio, cuando ya todos suponían que se había recuperado.
Lorenzo Bandini GP Monaco 1967
Durante la disputa del Gran Premio de Mónaco y marchando segundo por detrás de Denny Hulme, perdió el control del vehículo en la chicane del puerto y se estrelló. El monoplaza volcó y se incendió con Bandini atrapado en su interior. Sufrió graves quemaduras y, tres días después, falleció a causa de las lesiones.
Jo Schlesser GP Francia 1968
Fue un terrible accidente, despues de solo dos vueltas, el coche se deslizó ampliamente en la curva Seis y se estrelló. El Honda se incendió al instante y Schlesser no tuvo ninguna posibilidad de supervivencia. Por consiguiente, Honda se retiró de la Fórmula Uno al final de la temporada 1968.
Un amigo de Jo Schlesser, el futuro Fórmula Uno, Guy Ligier, constructor de autos, siempre empezaba los numeros de sus coches con las letras 'JS' como un tributo a Schlesser. Su sobrino Jean-Louis Schlesser más tarde se hizo conductor de carreras y hasta ganó el Paris-Dakar.
Piers Courage GP Holanda 1970
El Gran Premio holandés pareció ir ligeramente mejor para el auto de Piers, que era muy inestable, pero el Cougar se encontraba en el 9o lugar en el circuito Zandvoort. Pero en forma inexplicable, el Cougar se deslizó ampliamente sobre una curva, montó encima de un terraplén y rodó al reves, irrumpiendo en llamas.
Las investigaciones revelaron que el conductor del Cougar probablemente estaba muerto antes de que las llamas comenzaran; su casco fue encontrado en el punto de impacto con una mancha grande de caucho sobre la frente, probablemente de una rueda separada en el impacto. Tres años más tarde Roger Williamson se estrelló fatalmente en la misma curva.
Jochen Rindt GP Italia 1970
Desgraciadamente, murió el sábado 5 de Septiembre de 1970, durante los entrenamientos del Gran Premio de Italia, en Monza, al fallar algo en su Lotus 72-Ford Cosworth nº 22.
Ocurrió en la primera vuelta de su tanda de entrenos. El comisario Ángelo Rosso, testigo presencial, explica que el Lotus se acercaba a más de 250 Km/h y, en la frenada de la Parabólica de Vedano, se desvió hacia la derecha; pero, tras la corrección del piloto, derivó bruscamente hacia la izquierda, topó con el guarda rail y volcó. El Lotus que, para conseguir la máxima velocidad en el rápido autódromo, había sido despojado del alerón trasero y se mostraba manifestamente inseguro en recta, perdió la rueda derecha al frenar; aparentemente, se partió el semieje que soportaba el disco de freno in board. Sin embargo, tras la investigación pertinente, pareció demostrado que el semieje del freno se había roto a consecuencia del choque, y que éste fue debido a la inestabilidad provocada por la falta de carga alar. También pareció quedar demostrado que Jochen no llevaba el arnés correctamente azocado.
Denny Hulme, a quien Rindt acababa de adelantar, aportó otro testimonio de excepción: "En la frenada le ví zigzaguear y Jochen intentó mantenerse en la línea de trazada, pero sin conseguirlo del todo. De pronto, el Lotus se desvió bruscamente hacia la izquierda hasta chocar con el raíl que bordea la recta en aquel lugar, desapareciendo en una nube de polvo."
Los entrenamientos se interrumpieron, y cuando Jackie Stewart rogó a Helen (su mujer) y a Bette (la de Graham Hill) que acompañaran a Nina Lincoln Rindt, se presagió lo peor. Nina iba a recibir el apoyo moral que 76 días antes había prodigado ella misma a la mujer de Piers Courage. Tras una sesión de masaje cardíaco en la enfermería del autódromo por el doctor Piero Carassai, Rindt fue trasladado en ambulancia y helicóptero al hospital de Higuarda, en Milán, aunque sin ninguna esperanza; sus heridas (tráquea desgarrada, aplastamiento de tórax) eran demasiado graves y se encontraba técnicamente muerto. Ese año fue proclamado campeón del mundo a título póstumo, con 45 puntos, por delante de Jacky Ickx con 40 puntos.
Roger Williamson GP Holanda 1973
Durante la carrera, uno de los neumáticos de Williamson sufrió un reventón, perdiendo así el control del vehículo. El coche impactó contra las barreras a alta velocidad, siendo catapultado a una distancia de 275 metros por la pista para acabar finalmente boca abajo contra las barreras del otro lado del circuito, después de que el depósito de combustible se incendiase debido al roce contra el suelo. David Purley, amigo de Williamson, aunque no compañero de escudería, salió de su propio coche en un intento desesperado de salvar al piloto accidentado. Williamson no había sido herido de gravedad, y se lo llegó a oir gritando a Purley que lo sacara del coche, mientras Purley intentaba en vano voltear el coche volcado. En principio, los comentaristas de la televisión holandesa, el control de carrera y algunos otros pilotos asumieron que fue el coche de Purley el que sufrió el accidente, y que el piloto había escapado indemne, lo cual resultó en que la carrera prosiguió con total normalidad.
Los comisarios de la esquina donde había ocurrido el accidente estaban mal entrenados y equipados, de modo que fue el propio Purley quien debió usar el extintor para tratar de apagar el fuego. La vestimenta de los comisarios no era ignífuga, de modo que éstos se limitaron a esperar a que llegase el camión de bomberos mientras la carrera seguía en progreso. El fuego fue relativamente débil durante tres minutos, tiempo suficiente para voltear el coche y sacar a Williamson, pero Purley no podía hacerlo solo. En lo que ha sido considerado como el aspecto más impactante del incidente, uno de los comisarios intentó alejar a Purley de allí mientras Williamson permanecía atrapado e indefenso. Algunos espectadores, ante la indiferencia de los comisarios, intentaron saltar las vallas de seguridad y entrar al circuito, pero les fue impedido por el personal de seguridad, que empleó perros.
Para cuando el camión de bomberos llegó, Williamson había muerto. Los comisarios se limitaron a colocar un manto blanco sobre los restos del coche y dejar que continuara la carrera.
Probablemente, éste fue uno de los días más tristes de la Fórmula 1. La pérdida de Williamson fue representativa de las muertes o lesiones de muchos pilotos de la época, y fue la primera vez que un evento tan trágico era retransmitido por televisión para un público tan amplio. El accidente puso de manifiesto las deficiencias de la seguridad de los Grandes Premios. Niki Lauda declaró tras la carrera que se sentía "extremadamente triste y culpable" de que nadie hubiese podido o querido ayudar a Purley.
Varias fotografías de las tomadas por Cor Mooji de los intentos de David Purley por salvar a Williamson obtuvieron el premio World Press Photo de deportes en 1974. En 2003, el trigésimo aniversario de su accidente mortal, una estatua en bronce de Williamson fue erigida en el circuito de Donington Park, en la localidad natal del piloto. Tom Wheatcroft, quien había apoyado económicamente a Williamson durante buena parte de su carrera, describió el día de la muerte de Williamson como "el día más triste de toda mi vida".
Francois Cevert GP Estados Unidos 1973
Albert François Cevert Goldenberg fue uno de los pilotos más coloridos de principios de los 70. Pocos supieron mostrar ese talento que tenía en la Fórmula 1 de aquella época, y nadie termino su carrera de forma tan dramática como Cevert, hijo de un joyero parisino y cuñado del también piloto de Fórmula 1 Jean Pierre Beltoise. Después de ganar el campeonato de Fórmula 3 francesa, Cevert se unió al equipo Tecno de Fórmula 2 y terminó 3º en el gran premio de alemania de 1969. Cuando el propio Jackie Stewart intentaba evitar a Cevert en una carrera de F2 en el Crystal Palace, ese mismo año Stewart le comentó al director de su equipo Ken Tyrrell tener en cuenta al joven frances.
Cevert se convirtió en el segundo piloto frances en ganar un gran premio del Campeonato del mundo de Fórmula 1 (Maurice Trintignant ganó en Mónaco en 1955 y 1958), siendo el mejor resultado de su carrera, de esta forma pudo alcanzar la tercera posición en el Campeonato Mundial de Pilotos de Fórmula 1 en 1971 por detrás de Jackie Stewart y Ronnie Peterson.
En 1972 se depositaron muchas esperanzas en Cevert y Stewart por el equipo Tyrrell, pero fueron truncadas por Emerson Fittipaldi que con su Lotus ganó mundial de pilotos y el de constructores para su escudería. Cevert terminó en los puntos solo 3 veces, con 2 segundos puestos en Bélgica y en los Estados Unidos, y cuarto en Francia en el circuito de Clermont-Ferrand. Una de las más brillantes actuaciones de Cevert en ese desastroso año fue el segundo puesto conseguido en las 24 horas de Le-Mans, conduciendo un Matra-Simca 670 con el neozelandes Howden Ganley.
En la medida en que Cevert alcanzó el nivel de Jackie, el escocés planeó secretamente retirarse después del último GP de la temporada en Watkins Glen, su carrera nº 100 en la F1. En 1974, Cevert sería el muy merecido lider de Tyrrell.
Con el tercer entorchado ya en el bolsillo del escocés, Cevert estaba luchando por la pole con Ronnie Peterson la mañana del sábado 6 de octubre.
Cuenta Helen Stewart, esosa de Jackie, que al salir de boxes, y antes de bajarse la visera del casco, Cevert le mandó un beso volado.
En la rápida sucesión de curvas derecha-izquierda en subida que se llama “El Puente”, el monoplaza de Cevert se escoró demasiado a la izquierda, golpeando el bordillo (piano) y perdiendo el control de su coche.
Helmuth Koinigg GP Estados Unidos 1974
En la sexta vuelta el coche de Jacky Ickx tuvo un accidente a la altura de la curva “The Toe” que se encontraba en el tercer sector del circuito, los comisarios estuvieron tres vueltas mostrando bandera amarilla.
En la novena vuelta sucedió lo inesperado, Koinigg se había salido en la curva “The Toe”, debido a un pinchazo de neumático, el coche fue directo a los guarda railes dando vueltas sobre sí mismo que cubrían el perímetro de la curva, el impacto del monoplaza con los guardarailes fue tan fuerte, que la parte inferior del guardarailes quedó perforada por el Surtees de Koinigg, al chocar el morro de lado , abriendo un hueco entre los guardarailes, (la parte baja) pero la parte superior del guardaraíles quedó intacta, lo que hizo que el monoplaza se colara por el hueco y así degollando al joven piloto austriaco.
En ese momento los comisarios se dirigieron corriendo al lugar del siniestro, uno de los comisarios recogió un casco que se encontraba a unos 2 metros del monoplaza, para su asombro la cabeza de Koinigg estaba adentro, el comisario dejó el casco dentro del monoplaza y cubrieron la escena con una lona de plástico. La carrera no se suspendió. Cuando finalizó la carrera una ambulancia se dirigió al lugar del accidente, y lógicamente, al ver que no se podía hacer nada se marchó. Luego apareció un coche gris oscuro, del cual bajaron dos personas vestidas con traje preguntando uno por uno a todo el público, que había presenciado el accidente, si querían vender sus carretes y cintas de las cámaras de fotos y video por una elevada cifra de dinero.
Las causas del accidente no estuvieron muy claras, la teoría más probable es la que dice que seguramente uno de los neumáticos del Surtees de Koinigg se habría pinchado con alguno de los restos que el coche de Jacky Ickx que había dejado esparcidos por toda la curva. Fue la tercera vez que un piloto moría por un accidente provocado por Jacky Ickx. En consecuencia de este trágico desenlace, los neumaticos Firestone, con los que equipaba a la mayoría de los equipos, incluyendo Koinigg, dejaron su participación de Fórmula 1 tras este accidente.
Mark Donohue GP Austria 1975
En el Gran Premio de Austria de 1975 durante las prácticas del sábado, Mark Donohue sufrió un accidente que le costó la vida. La violencia del impacto hizo que la valla metálica se echara abajo con el peso de su March acabando coche y piloto en el césped; Mark Donohue tuvo un choque hemorrágico cerebral y falleció en el hospital tres días después.
Tom Pryce GP Sudáfrica 1977
El prometedor Tom Pryce no pudo evitar el atropello de uno de los comisarios auxiliares, y el extintor que portaba éste (Jansen VanVuren de 19 años, que no sobrevivió) le golpeó brutalmente en la cabeza, lo que le hizo perder la vida en el acto; los médicos certificaron que la causa de la muerte fue una profunda herida en el temporal derecho. El pesado extintor le había arrancado el casco y torcido el roll-bar del monoplaza, que, sin embargo, no se desequilibró con el impacto y continuó a todo gas durante 700 metros hasta salirse al final de recta, escoltado por un perplejo Jacques Laffite que le había alcanzado con su Ligier JS7-Matra nº 26. Laffite intentaba adelantar al Shadow (sin sospechar que su conductor estaba muerto) y colisionó con él al iniciar la curva.
Ronnie Peterson GP Italia 1978
El Gran Premio de Italia de 1978 en Monza empezó mal para Ronnie, pues durante los entrenamientos dañó el Lotus 79 y como consecuencia se magulló severamente las piernas. El Grupo Lotus tenía un 79 de repuesto, pero diseñado a medida para Mario Andretti, por lo que Peterson, notablemente más alto, no era capaz de acomodarse. El único auto que les quedaba era un 78 usado en los últimos años y que había sido sacado fuera de servicio y no había recibido ningún tipo de revisión.
Llegado el momento de la carrera, todo bien hasta la línea de salida. El inicio de la carrera, sin embargo, resultó excesivamente entusiasta y fueron muchos los automóviles que que fueron colisionando con los de delante. Como consecuencia, hubo un choque masivo en la curva grande y se armó una escabechina. James Hunt colisionó con Peterson, con Riccardo Patrese, Vittorio Brambilla, Hans-Joachim Stuck, Patrick Depailler, Didier Pironi, Derek Daly, Clay Regazzoni y Brett Lunger originando el consiguiente tumulto (Hunt acusaría injustamente a Patrese de provocar el accidente lo que hizo que los espectadores que siguieron las carreras por la BBC entre 1980 y 1993 sólo pudieran oír tremendas diatribas contra Patrese de los comentaristas deportivos cada vez que el italiano salía en pantalla).
Peterson no pudo controlar bien el vehículo y el Lotus terminó empotrado contra las barreras y prendió fuego. Pese a que estaba atrapado, Hunt, Regazzoni y Depailler intentaron liberar al sueco del amasijo de chatarra antes de que sufriera más que ligeras quemaduras. Consiguieron sacarlo y lo dejaron, consciente, en medio de la pista, con sus piernas severamente lesionadas a la vista de todos (Hunt comentaría más tarde que evitó que Peterson se mirara las piernas para evitarle mayor angustia). Incomprensiblemente, la ayuda médica tardó más de 20 minutos en presentarse en el circuito.
Para entonces, la máxima preocupación era Brambilla, quien fue golpeado con un neumático volador que le hizo entrar en estado comatoso (posteriormente se recuperaría y continuó conduciendo en la F1 hasta 1980). La vida de Peterson, sin embargo, no parecía peligrar. Todos los pilotos malheridos fueron trasladados al hospital de Milán y tras despejar el circuito, la carrera continuó para los que quedaban.
Ya en el hospital, los rayos X mostraron que Peterson tenía 17 fractures en una pierna y 3 en la otra. Tras discutirlo con el propio Ronnie, los cirujanos decidieron operarlo para estabilizarle los huesos.
Desafortunadamente, aquella noche, médula ósea procedente de las fracturas se introdujo en el flujo sanguíneo de Peterson formando trombos de grasa en la mayoría de sus órganos, tales como los pulmones, hígado y cerebro. Al alba, padeció un fallo renal severo y, pocas horas después, fue declarado oficialmente muerto. La causa de la muerte fue trombosis.
Lo trágico del asunto es que la vida de Peterson pudo ser salvada si hubiera recibido atención médica inmediata.
Gilles Villeneuve GP Belgica 1982
El GP de Bélgica de 1982, en la tanda de clasificación, llegó el momento fatal. En un choque con el alemán Jochen Mass, su Ferrari sale volando y tras un violento primer impacto, Gilles salió despedido del habitáculo chocando fatalmente contra la pista y las vallas de protección.
Cuando los servicios médicos llegaron, de manera bastante tardía para lo acostumbrado hoy en día, el piloto, estaba inconsciente. Fue reanimado parcialmente en pista y trasladado al hospital, donde murió en la madrugada del 8 de mayo, debido a las fatales heridas causadas por los impactos. Hemos de decir que no llegó a coronarse nunca como campeón del mundo, pero su espectacular forma de pilotaje lo convirtieron en una leyenda de la Fórmula 1.
Toda una fatalidad que acabó con la vida de aquel piloto canadiense que se convirtió en un ídolo de masas y en uno de los mayores representantes a nivel mundial de la Fórmula Uno. El Cavallino Rampante lamentó la muerte de su piloto y con ella perdía a uno de los mejores en las pistas.
La memoria de este piloto canadiense siempre quedará en el recuerdo de los amantes de la Fórmula Uno ya que era un hombre que apostaba por la victoria, desafiando al peligro y haciendo que su público disfrutase y vibrase en cada una de sus carreras.
Riccardo Paletti GP Canada 1982
En esa misma temporada de 1982, en el G.P. de Canadá salía desde la pole position el piloto francés Didier Pironi, quien no consiguió arrancar su Ferrari por problemas técnicos, quedándose totalmente clavado. La mayoría de pilotos consiguieron esquivarlo, desafortunadamente el italiano Ricardo Paletti, de 23 años (le faltaban 2 días para cumplir 24), no pudo esquivarlo y se estrelló contra la parte de trasera de su coche. 4 pilotos quedaron fuera de carrera nada más empezar. Uno de ellos era el poleman Pironi, que se encontraba sin heridas. Este saltó rápidamente de su monoplaza para ver como estaba Paletti.
Sin embargo, pese a su ayuda y el de las asistencias médicas, el tanque de gasolina del Osella se terminó de abrir, comenzado un fuego que haría imposible su rescate durante unos largos y enternos minutos. Paletti en el momento del choque perdió el conocimiento, ya que tenía el tórax destrozado. A la dantesca situación en la que se encontraba el piloto, había que sumarle el estar inmerso en una bola de fuego, sin poder escapar. Finalmente fue trasladado a un hospital donde falleció poco después. Esa misma temporada falleció Gilles Villeneuve, tan solo un mes antes de su muerte.
Riccardo Paletti no murió por las quemaduras, sino que murió a causa del choque, porque al chocar a 200 km/h, con el coche de Pironi, la parte delantera del frágil Osela se rompió, y se clavó sin querer la barra de dirección en el pecho, motivo que explica porqué Riccardo Paletti no salía de su coche cuando los médicos le atendían.
No moriría un piloto hasta 12 años después, pues morirían en San Marino dos pilotos: Roland Ratzenberger, y Ayrton Senna, casualmente en el Circuito de Imola , donde tomó Paletti por primera vez en su vida, una carrera de Fórmula 1.
Roland Ratzenberger GP San Marino 1994
El sábado 30 de abril de 1994, Roland Ratzenberger tomaba parte en las clasificaciones para la carrera del GP de San Marino en Imola cuando su bólido se estrelló contra el muro luego de perder el control en la curva denominada Gilles Villeneuve quitándole la vida a las 14 horas 8 minutos. Mucha conmoción provocó este accidente en los pilotos, especialmente en Ayrton Senna, quien siempre destacó por luchar por la seguridad en las pistas. Al día siguiente, durante la carrera fallecía un auténtico mito de las pistas, el mismo Ayrton, estrellándose también contra los muros al salir de la pista en la curva Tamburello. En el momento del choque de Ayrton, los Stewards del circuito descubrieron una bandera de Austria en el interior del bólido destrozado del piloto brasileño. Iba a homenajear a Roland por su muerte un día antes. Ayrton nunca pudo hacerle dicho tributo.
Ratzenberger fue el primer piloto en morir en un Gran Premio en doce años, luego de las muertes en 1982 de Riccardo Paletti y Gilles Villeneuve.
Su deceso y el de Senna obligaron a replantear el aspecto de la seguridad de los pilotos, generándose un nuevo reglamento para los monoplazas y modificando algunos tramos del trazado de Imola.
Ayrton Senna GP San Marino 1994
Durante el Gran Premio de San Marino, en Imola el 1 de mayo de 1994, a la altura de la famosa curva de Tamburello, en la vuelta número 7, tras un aparatoso accidente en la salida y al reanudarse la carrera, el monoplaza Williams Renault FW16 de Ayrton Senna se estrelló, a mas de 300 km/h, mientras una de las ruedas de su monoplaza le golpeaba la cabeza a gran velocidad. Tras el accidente, Senna, con serias heridas en el cráneo, yacía inconsciente mientras la carrera era abortada y las asistencias médicas se acercaban hasta el vehículo. Fue necesario hacerle una traqueotomía en el mismo circuito hasta que, minutos más tarde, fue trasladado en helicóptero al hospital de Maggiore de Bolonia, donde permaneció en coma algunas horas. Poco después se produjo su muerte. Esa carrera la acabaría ganando Michael Schumacher.
Este hecho ocurrió un día después de que otro piloto, el austríaco Roland Ratzenberger, falleciera durante las pruebas de clasificación en la curva Gilles Villeneuve. El día mismo de la carrera se vio a Senna muy contrariado y sin ganas de correr por dicho hecho trágico pero, en cumplimiento de su deber, terminó vistiéndose de ídolo de multitudes.
Mucho se ha discutido acerca de la causa del accidente y del motivo de su muerte. Recientemente, la investigación llevada a cabo por National Geographic determinó que la causa del accidente fue el efecto suelo en mitad de la curva que hizo que Ayrton perdiera el control de su auto, al contrario de la teoría generalizada que hablaba de la rotura de la dirección. Lo que acabó con la vida de Ayrton no fue la desaceleración brutal, que resistió, sino que con el accidente la rueda fue a impactar contra su cabeza, dañándole de forma irreversible, aunque aguantaría vivo cuatro horas más.
Su ataúd fue llevado por las calles de São Paulo en un coche de bomberos, seguido por más de dos millones de personas. Fue enterrado, con honores de jefe de Estado, en el Cementerio de Morumbí, de dicha ciudad brasileña. A su funeral acudieron pilotos de la talla de Jackie Stewart, Ron Dennis, Alain Prost, y Emerson Fittipaldi.
Video: Accidentes mortales en la F1 (Perished Heroes)
El contenido de las imágenes es fuerte al tratarse de accidentes mortales.