Resucitan el ADN del extinto tigre de Tasmania



Científicos australianos implantan un gen de un animal extinguido en un ratón. Logran que el material genético de la especie desaparecida genere cartílagos y huesos.

Insertar parte del material genético de un animal que se extinguió hace décadas en otro que está vivo. Éste es el experimento que acaba de realizar un equipo de investigadores de Australia y Estados Unidos con un ratón y algunos genes del tigre de Tasmania ('Thylacinus cynocephalus'), un carnívoro similar a un lobo que se dio por desaparecido en 1986.

Su objetivo, según han señalado los investigadores, es llegar a comprender cómo funciona la biología de especies que ya no existen y comprobar si esto tiene alguna utilidad en el desarrollo de nuevos medicamentos. "La extinción de especies va en aumento y hay instituciones que ya estan guardando células y tejidos de las más amenazadas para proteger una información genética que podría no perderse totalmente", explican los expertos en su trabajo, publicado en la revista PLoS ONE.

Para su experimento, realizado en la Universidad de Texas, escogieron tejidos de un tigre de Tasmania de hace 100 años, que se conservaban en etanol en el Museo Victoria de Melborune.

Siguiendo el método desarrollado por el alemán Svante Pääbo para aislar genes de Neanderthal, los científicos lograron aislar el gen Col2a1 en una región no codificada del ADN y lo insertaron en un embrión de roedor de laboratorio para ver qué función desempeñaba.
El resultado: el gen en cuestión trabaja en el desarrollo del cartílago y los huesos, la misma función que desempeña en un roedor normal. En definitiva, se resucitó el ADN del tigre.

"Es la primera vez que ADN de un animal extinguido es usado para inducir una respuesta en otro organismo vivo. Si cada día desaparecen más animales, se perderá un conocimiento crucial sobre el potencial de sus genes y, de este modo, podemos ver qué papel tenían", ha señalado Andrew J. Pask, director de la investigación. En similares términos se expresaba su colega Marilyn Renfree, de la Universidad de Melbourne: "Para especies que ya están desaparecidas, nuestro método demuestra que el acceso a su biodiversidad genética no está totalmente perdido".



No obstante, en su artículo señalan que se trata de un primer acercamiento en esta resurrección genética y que podría ser que el gen Col2a1 se activara y expresara de una forma algo diferente en el animal original, dado que podrían intervenir otros elementos genéticos que se desconocen.

Para Eduardo Roldán, investigador del Museo de Ciencias Naturales (CSIC), este trabajo «tiene interés para comprender la biología evolutiva de las especies aprovechando material que hoy está en los museos», pero no ve factible acudir a los laboratorios para recuperarlas totalmente.

El tigre o lobo de Tasmania, nativo de Australia, era un carnívoro marsupial con rayas negras en su lomo. Con la llegada de los colonos, aprendió a cazar ganado y así comenzó su exterminio. En 1933 se capturó el último ejemplar para el Zoo de Londres. Pese a que aún se anuncian supuestos avistamientos, en 1986 se declaró desaparecido. Los científicos ya han trabajado en su posible clonación.