El caso ocurrió en Macedonia. Vlado Taneski, un periodista de 56 años, fue detenido imputado del asesinato en serie de varias mujeres. La Policía sospechó de él porque en sus notas revelaba detalles que sólo los investigadores sabían. Lo hallaron muerto en un baño de la cárcel.
Un periodista acusado de asesinar a dos mujeres, cuyos homicidios cubrió para un diario nacional, en Macedonia, apareció ahogado en un balde con agua en un baño de la prisión en la que estaba detenido, informó hoy la Policía local. Vlado Taneski, de 56 años, estaba siendo investigado también por el crimen de otra mujer y la desaparición de una cuarta.
Taneski había sido trasladado el domingo a una cárcel cercana a la ciudad de Totovo. La Policía dijo que se encontró una nota bajo una almohada en la celda del sospechoso en la que aseguraba ser inocente de los homicidios: "Yo no cometí esos asesinatos''.
El periodista, muy conocido en su localidad, fue arrestado el viernes en Kicevo, a unos 120 kilómetros de Skopje. La Policía comenzó a revisar su vivienda, así como la casa de campo que tenía en un pueblo cercano. Las tres víctimas fatales y la mujer desaparecida eran jubiladas que trabajaban como empleadas de limpieza y vivían en el mismo barrio.
La Policía dijo que los tres cuerpos fueron encontrados desnudos y dentro de bolsas de basura. Las víctimas fueron estranguladas, golpeadas y violadas.
Taneski fue considerado sospechoso tras haber publicado en el periódico "Utrinski Vesnik" varias notas con detalles que los investigadores no habían difundido.
Luego, siempre según la Policía, hallaron en dos de los cadáveres material genético que le pertenecía al periodista. Un jefe policial, Ivo Kotevski, dijo que Taneski fue encontrado muerto por los guardiacárceles dentro de un baño hoy a la madrugada. "Tenía su cabeza en un cubo con agua'', precisó Kotevski, quien agregó que se trataría de un suicidio.
El cadáver de Zivana Temelkoska, de 65 años, fue encontrado este año. Ljubica Licoska, de 56, apareció muerta en 2007; Mitra Simjanoska, de 64, en 2005. Algunos parientes de las víctimas dijeron que Taneski las visitó en su casa cuando escribía los artículos. "Vino a nuestra casa, preguntó por detalles'', recordó Zoran Temelkoski, hijo de Temelkoska: "¿Quién iba a imaginarse que finalmente sería nuestro vecino (el presunto responsable)?''.