Ted Bundy - Asesino en serie



'...Nosotros los asesinos seriales somos sus hijos, somos sus esposos, estamos en todas partes.
Y habrá más de sus niños muertos mañana.'
Ted Bundy


"Un hombre guapo, elegante, romántico, tierno, encantador..."
Así lo definían sus amigos, sus novias y los que lo conocían, posiblemente lo contrario que pensasen las jóvenes que asesinó.

Nació en 1946, hijo de una joven chica soltera que provenía de una familia puritana. Es rechazado por ella durante los primeros años de su vida por ser hijo ilegítimo, y trata de disimular a su hijo, considerado como una vergüenza para la familia, tratándolo como si fuese su hermano. Bundy se crió en casa de su abuelo, un hombre violento que pegaba a su mujer.

Las secuelas de estos rechazos en la infancia, serían visibles en la adolescencia, por su carácter sumamente tímido e infantil y su tendencia a la soledad. Comienza a aislarse de sus compañeros de juego y adopta un cruel y extraño comportamiento hacia cuanto le rodea.
Retraído, tímido, fue creciendo entre una tendencia al aislamiento y, por un terrible fervor por mutilar animales. Creció, se hizo un chico guapo, estudió Derecho y participó en campañas políticas.. Nada hacía sospechar que ya estaba harto de su incompatibilidad con el mundo y en 1974 cometió su primer asesinato. Washington: una mujer golpeada con una barra de hierro. Pasa un mes y mata a una chica en una habitación del campus universitario donde estudiaba ella.



Este asesino en serie perseguía chicas, las atacaba preferiblemente en sus propias casas y en ocasiones las secuestraba, para después de asesinarlas sodomizarlas.
Mientras asesinaba chicas, salía con otras, y éstas sólo tenían palabras amables para con él: romántico era una de ellas. Con esta premisa se acercaba sin problema a las mujeres y comenzó a atacar a cualquier hora del día o de la noche.

Una de sus tácticas era la de hacer creer que tenía un brazo roto y pedir a alguna mujer que le ayudara a conducir su coche. Todas se fiaban de él. Como la mayoría de estos asesinos, cambió además de ciudad y recorrió Utah, Colorado y Florida asesinando y secuestrando mujeres.



Aparece el asesino

Estudió en la Universidad de Washington y en Puget Sound, además fue aplicado en sus estudios y calificaciones. En el plano laboral, tomó empleos de bajo nivel, pero no perduró mucho en ellos. Sus empleadores lo recuerdan como alguien poco confiable. Cosa que es usual de los asesinos seriales; el mantener escaso control y disciplina en su trabajo. Luego, en la primavera de 1967, entabló una relación amorosa con Stephanie, una joven hermosa, inteligente, sofisticada y de buena familia, proveniente de San Francisco, que cambió su vida entera. La muchacha fue el sueño hecho realidad que Bundy imaginó toda su vida. Sin embargo, aunque Bundy la amaba, este amor no fue correspondido. En 1969, año que consiguió el graduado de Psicología, la muchacha decidió terminar la relación con Bundy, ya que vio enormes huecos en su personalidad, principalmente la falta de dirección y objetivos claros en su vida. Ted nunca se recuperó de la ruptura, aquella muchacha se convirtió en toda una obsesión. Intentó seguir en contacto con ella escribiéndole cartas, aunque ella no cambió de decisión.

Por la ruptura anterior, Bundy dejó los estudios, pero de alguna manera rehizo sus asuntos y se re inscribió en la universidad de Washington esta vez en la carrera de Derecho. En dicha materia era brillante y querido por sus profesores. En esta época inició un romance con Elizabeth Kendall (seudónimo), que duró aproximadamente 5 años. Ella venía de un reciente divorcio y tenía una pequeña hija, por lo tanto vio a Ted como una excelente oportunidad. A pesar de que sabia que él no la amaba tanto y de que ante la idea del matrimonio él demostró su desaprobación -pues creía que le faltaban muchas cosas por lograr antes de casarse- y, aparte de todo, que sospechaba que mantenía relaciones con otras mujeres, guardaba la esperanza de que cambiara para bien y que finalmente sentara cabeza al lado de ella y su hija. Elizabeth Kendall desconocía de la pasada relación de Bundy con la californiana y que aún mantenían comunicación entre ellos.

Desde 1969 hasta 1972 todo fue en la dirección deseada, Bundy envió solicitudes de admisión a varias escuelas de derecho y estuvo involucrado en actividades comunitarias. Incluso obtuvo una condecoración de la policía de Seattle por salvar a un pequeño de 3 años de morir ahogado. Estuvo involucrado con figuras importantes del Partido Republicano, pero fue en un viaje de trabajo a California en 1973, que se reencontró con su antigua novia. Al verlo, quedó impresionada por el enorme cambio que experimentó Bundy, y el tema del matrimonio salió a flote en varios de los encuentros amorosos que ambos sostuvieron en el verano e invierno. Ante estos cortejos la chica cayó de nuevo enamorada de Ted Bundy, pero repentinamente éste terminó la relación. Para febrero de 1974 se consumó la venganza, no devolviéndole ninguna llamada más a la muchacha. De hecho ella jamás volvió a saber nada de Bundy. Luego comenzó la serie de asesinatos; la mayoría de las víctimas de Bundy serían en lo sucesivo mujeres atractivas, blancas, de cabello negro lacio y peinado por la mitad.



Anteriormente a todos los asesinatos, produjo un número de pequeños hurtos en casas y comercios, siempre estimulado por una cantidad de alcohol.
La aparición de sus primeros rasgos psicopáticos se produce en su juventud. Una vez recluido confesó que espiaba a las chicas cambiarse de ropa, es decir, verlas desnudas, poco después comenzó a interesarse en la pornografía, leer revistas, pero más tarde a leer textos en los que la violencia ahoga al hecho sexual. Esto alimentó sus fantasías, por eso, el 4 de enero de 1974, Bundy entró al cuarto de Joni Lenz, de 18 años y estudiante de universidad. La golpeó con una palanca metálica, inclusive removió una pieza de la cama de la víctima y la agredió sexualmente con la misma. Al día siguiente, la mujer fue encontrada en un charco de su propia sangre. Sobrevivió pero con daño cerebral permanente. La siguiente fue Lynda Ann Healy, de 21 años, estudiante de psicología en la Universidad de Washington.

El 31 de enero de 1974, Bundy logró colarse a su dormitorio y la golpeó dejándola inconsciente. La vistió para luego envolverla en una sábana. Sus restos decapitados fueron hallados un año después en las montañas cercanas. La noche de su desaparición, sus vecinos de cuarto nada pudieron escuchar, así que nadie notó la ausencia de la muchacha hasta el día siguiente, cuando sonó el despertador y el teléfono. Finalmente los padres se preocuparon ante la ausencia de Lynda, pero la policía no fue capaz de establecer que algún crimen grave hubiera sido cometido, así que no se tomaron mayores muestras ni estudios del escenario del crimen.



Siguen los asesinatos

Durante la primavera y verano de ese año, bajo similares circunstancias seguían desapareciendo jovencitas universitarias todas ellas mujeres hermosas, de cabello a los hombros lacio y de color oscuro. Igualmente su desaparición era descubierta por las mañanas cuando se ausentaban de sus labores ordinarias. Al menos 8 víctimas se contabilizaron hasta que Bundy atacó a plena luz del día. Mientras tanto la policía comenzó la investigación y los testimonios apuntaban hacia un hombre a quien se identificaba por 'Ted' que solicitaba la ayuda de jovencitas que veía pasar. Se le veía en apuros cargando libros pues traía un brazo enyesado o con un cabestrillo. Otras veces también se le vio en problemas para echar a andar su viejo VW. En otras ocasiones fue visto merodear el sitio donde habían desaparecido dos muchachas, así que la policía ya tenía varias pistas de quien podría ser el responsable de los crímenes.

En Agosto de 1974 en el parque del lago Sammamish, fueron hallados los restos de dos muchachas desaparecidas en Julio pasado. Fue notable el hecho de que fueran identificadas las victimas por la escasez de pistas: mechones de cabello de diferentes colores, una quijada, dos cráneos y cinco huesos de pierna fue todo lo rescatado del parque. Se concluyó que dichos restos pertenecieron a Janice Ott y Denise Naslund, ambas desaparecidas a plena luz del día el 14 de Julio. Los últimos en ver con vida a Janice Ott fue una pareja que vieron a un hombre hablar con la muchacha, de lo cual escucharon que el sujeto necesitaba ayuda para cargar sus libros al coche pues tenía un brazo enyesado a lo cual la mujer accedió sin ningún problema. Denise Naslund pasaba el día con su novio y amistades cuando fue al baño del parque para no regresar jamás. Igual se apareció un hombre solicitando ayuda a un par de mujeres para cargar sus libros al coche, pero estas dijeron que no podían ayudarlo, caso contrario a Naslund que no podía negarse a ayudar a un hombre con un brazo enyesado. Fue este gesto de amabilidad el que le costó la vida a la muchacha.



Bundy contaba con una ventaja sobre la policía y era que su aspecto podía cambiar enormemente con solo ajustar el estilo de peinado y por dejarse o rasurarse la barba. Sus rasgos físicos lo hacían un hombre bien parecido pero que no llamaba demasiado la atención por lo que era muy difícil seguirle la pista. Así fue que cambió de residencia para seguir matando y se fue al estado de Utah, en ese lugar se despachó a la hija del sheriff local, Melissa Smith el 18 de Octubre de 1974 y días después a Laura Aimee cuyo cuerpo fue localizado en las montañas Wasatch. El cuerpo mostraba huellas de haber sido golpeado en la cabeza con la clásica cuña de metal, había sido violada y sodomizada. La policía estableció que había sido asesinada en otra parte puesto que no había señales de sangre de la víctima en lugar del hallazgo. La policía del estado comenzó una frenética búsqueda del asesino, pero la similitud en el modus operandi los hizo contactar a los oficiales de Washington con quienes conjuntamente acumularon evidencias hasta publicar un sketch con la probable apariencia del asesino.



La Búsqueda

Gracias al retrato robot sobre el asesino, una amiga cercana de Elizabeth Kendall identifica al probable asesino como Ted Bundy de quien tenía muy mala impresión, pero dejando de lado eso simplemente el parecido era innegable y así se lo hizo saber a su amiga, que irónicamente estaba al tanto de los crímenes y escribía regularmente reportes acerca del asunto. De hecho Kendall se llegó a convencer de que su novio podía ser el asesino pues muchas claves apuntaban directamente hacia el. El parecido de Ted con el sketch de la policía, el hecho de que manejaba un VW sedan como el asesino y que había visto en su departamento muletas a pesar de que el no se había lastimado nunca. Dada la situación, llamó de manera anónima a la policía sugiriendo que su actual novio pudiera tener algo que ver en las muertes y a pesar de que facilitó fotos recientes de Bundy a la policía, los testigos fallaron al tratar de hacer la correspondiente identificación. La policía desechó esa pista para enfocarse en otras pistas. Y la atención hacia Ted Bundy se disipó hasta algunos años después. Mientras tanto el asesino se confiaba mas y mas en su estrategia de pasarse de un estado a otro para evitar que la policía descubriera alguno de sus patrones y así sus intentos y avances eran cada vez mas burdos y arriesgados al grado de que las victimas no caían ya tan fácil, convirtiéndose algunas de ellas en útiles testigos que mas tarde harían posible la captura de Bundy.



El error

El 8 de Noviembre de 1974 el caso dio un giro de 180 grados cuando Bundy deja escapar con vida a Carol DaRonch. Los hechos fueron así: merodeando una tienda de libros, Bundy elige como víctima a la chica de 18 años y con engaños se hace pasar por un oficial de la policía de apellido Roseland y le suelta el rollo de que alguien trató de robarle el automóvil de la chica. A fuerza de insistir logra hacerla que suba a su carro y al poco de conducir -en la dirección opuesta a la estación de policía- comienza el forcejeo entre ambos. Bundy la amenaza con una pistola y la cuña de metal. Al tratar de esposarla, falla y ella lucha por su vida. Sale del carro y a pesar de que este continúa con el ataque, ella se defiende logrando golpearlo en los genitales. De esta manera gana preciosos instantes para escapar. Afortunadamente una pareja que estaba en el lugar alcanza a darse cuenta de la situación y la chica logra entrar al carro de ellos. Inmediatamente la llevan a la estación de la policía. La chica esta en plena crisis nerviosa.



Pero ese no fue el único intento que Bundy efectuaría ese día, en una escuela donde molestó constantemente a la directora del mismo, lo bueno que la mujer nunca prestó atención al sujeto por estar sumamente ocupada en sus asuntos, pero le pareció muy extraño verlo merodeando el lugar. De todos modos Debby Kent halló la muerte a manos de Ted Bundy, ni siquiera llegó al coche que permaneció en el estacionamiento sin cambio alguno. La única pista encontrada fue una pequeña llave de esposas que concordó a la perfección con las esposas usadas en el intento de secuestro de la señorita DaRonch. El círculo sobre Bundy se cerraba cada vez más. El 16 de Agosto de 1975 el VW sedán de Bundy es identificado con el implicado en el secuestro de DaRonch. Tras una semana de juicio por secuestro, Ted Bundy es sentenciado a una pena de 15 años el 1 de Marzo de 1976 en la prisión estatal de Utah Colorado. Las autoridades investigan el resto de los crímenes del indiciado.

Las pruebas contra Bundy eran ya indiscutibles; se le detuvo debido a que la policía de cada condado son conocedores de todos los vecinos y ponen mucha atención en los coches que no conocen. Como existía el antecedente de un VW sedan implicado en un secuestro, fue cuestión de no mucho tiempo para que se le detuviera. En las primeras inspecciones fueron hallados la palanca de metal (arma predilecta del Bundy), esposas, cinta y otros objetos que hicieron sospechar inmediatamente del detenido. La evidencia hallada fue ligada paulatinamente a la desaparición de otras mujeres (Melissa Smith, Laura Aime y Debby Kent) y gracias a la colaboración de la directora del 'play' de la escuela que merodeaba Bundy y de Carol DaRonch la identificación de Bundy fue corroborada policialmente. La policía supo que tenía en su poder al sujeto indicado y comenzó la investigación a gran escala del hombre que ahora sabían era Theodore Robert Bundy.

El otoño de 1975 la policía profundiza en la vida de Bundy mediante las declaraciones de Elizabeth Kendall, quien acude a los interrogatorios afectada y nerviosa pero aporta valiosos datos que van componiendo el rompecabezas de la existencia de su peculiar novio. Relata que los días de los asesinatos no podía determinar donde había estado su novio, no con ella por lo menos. De hecho Bundy tenía por costumbre dormir mas durante el día y las noches aprovechaba para salir. Otro dato revelador es que hacía un año este había hecho un viaje al lago Sammamish para esquiar, justo por los días en que habían desaparecido las señoritas Ott y Naslund. En cuanto a la vida sexual de la pareja, Kendall narra que Bundy era afecto al sadomasoquismo y cuando ella decidió no participar más de ello, se había puesto triste y había perdido mucho del interés hacia ella.



En las siguientes sesiones le contó a la policía que notó desde los primeros días de su noviazgo que Bundy guardaba en su habitación yeso y vendas y que hasta lo que recordaba nunca se había roto ningún hueso del cuerpo. Igualmente Bundy pasaba tiempo en las montañas Taylor lugar donde varios cuerpos habían sido hallados. Una vez descubrió debajo del asiento del carro un hacha y así por el estilo detalles que se convertían en evidencia crítica. El siguiente paso fue conocer de la anterior relación de Bundy con la muchacha californiana a quien contactaron para enterarse de cómo Ted había roto relaciones de la manera más abrupta y fría. Para colmo Bundy había repostado combustible empleando tarjetas de crédito por lo que el rastreo de sitios donde había pasado lo incriminaba más y más.

Juicio



El 23 de Febrero de 1976 comienza el juicio contra Ted Bundy por secuestro agravado. El acusado llega a la sala confiado y dueño de si mismo pensando que no había suficiente evidencia en contra suya. No previó el impacto que tuvo la declaración de Carol DaRonch a quien el fiscal pide identificar al hombre que la atacó. Sin dudarlo un segundo señala directamente a Bundy a la vez que estalla en llanto. El jurado al ver la reacción de Bundy lo miran clavando una helada e impasible mirada a la testigo. En su defensa diría que ni siquiera conocía a la chica, pero tampoco tenía alguna coartada del día de los hechos. Al juez le tomó el fin de semana revisar a fondo el caso y el acusado fue sentenciado el 30 de Junio a una cadena de 15 años con posibilidad de libertad condicional. En la prisión se le efectuaron las pruebas psicológicas que el juez había ordenado y los doctores determinaron que Bundy ni estaba psicótico, sexualmente desviado, ni dependiente de drogas y alcohol o que sufriera de algún daño cerebral. Pero si tenía una fuerte dependencia a las mujeres y tenía un gran temor de 'ser humillado en sus relaciones con ellas. Estando preso en Utah, se preparaban mas procesos contra Bundy, sus problemas legales apenas comenzaban.



Las pruebas periciales al VW sedan de Bundy habían tomado un poco de tiempo pero las muestras de cabello tomadas coincidían con las de Melissa Smith y de Caryn Campbell y exámenes posteriores revelaron que las marcas de las lesiones craneales podían haber sido causadas por la palanca hallada un año antes en el carro de Bundy. Entonces la policía de Colorado levanta el cargo de asesinato el 22 de Octubre de 1976. En Abril de 1977 Bundy es trasladado a la cárcel del condado Garfield para encarar este nuevo proceso. Durante los preparativos del juicio Bundy decide defenderse asimismo ante la supuesta incapacidad de sus abogados a quienes despide. Con tanto trabajo ante si, se le permite visitar la biblioteca de la corte de Aspen. Nadie imaginaba que la verdadera estrategia era intentar escapar.

Escapes

Aprovechando el hecho de que no entraba a la biblioteca esposado o encadenado en una de las frecuentes visitas al lugar, Bundy logra escapar por una ventana pero al caer se lastima un tobillo, situación por la cual no puede escapar tan lejos como pretendía. La policía estableció un rápido cerco en la ciudad y se emprendió una búsqueda masiva inclusive empleando perros olfateadores. Mientras tanto el fugitivo vivía de robar aquí y allá la comida que necesitaba y pasaba el tiempo en los campamentos durmiendo inclusive en los campers abandonados. Con el mayor de los sigilos se movía pero no podía permanecer en Aspen así que cuando halla un VW con las llaves puestas lo roba, pero es capturado de nuevo cuando la policía lo identifica. Fueron varios días los que logró eludir a la policía.



De ahí en adelante para visitar la biblioteca de la corte se le impone ir encadenado y esposado pero para alguien como Bundy, tan cínico y hedonista, esta forma de ser tratado no era la justa ni la merecida y siete meses después intenta escapar con gran éxito esta vez. El 30 de Diciembre trepa al techo de una de las secciones de la cárcel de ahí lograr acceder a otra parte del techo que desembocaba en el baño de un departamento vacío del penal. Espero hasta saber que nadie estaba y salio por la puerta delantera de uno de los departamentos de los custodios. Nadie se dio cuenta de la ausencia de Bundy hasta la mañana siguiente, 15 horas después de los hechos. Para ese momento ya iba camino a Chicago con destino a Florida. Para Enero de 1978 ya estaba instalado en un departamento de Tallahassee, lugar cercano a la Universidad Estatal de Florida. Disfrutando de nuevo la libertad y sabiéndose joven, inteligente y poderoso, Bundy desarrolló esa vena por robar que tan bien le iba. Empleaba su tiempo entre sus diarios paseos al campus, donde inclusive entraba a algunas clases como si fuera un alumno más y veía la televisión que había robado de algún otro lado. De hecho todo su mobiliario era producto de los robos, igual que la comida que compraba usando tarjetas de crédito robadas. Todo marchaba de maravilla excepto por el hecho de que deseaba compañía y claro, saciar sus impulsos homicidas.

Mas víctimas

El 14 de Enero el edificio de la fraternidad Chi Omega estaba semivacío pues la mayoría de las ocupantes estaban de fiesta o en salones de baile aprovechando que esa noche no había toque de queda. No era extraño que las muchachas llegaran incluso a temprana hora de la mañana siguiente. A las 3 a.m. el novio de Nita Neary la dejaba a la puerta de la fraternidad y la chica nota que la puerta esta abierta, siendo que ellas tenían cuidado de siempre dejar cerrada la entrada. Tan pronto entró al edificio escuchó actividad y pasos de alguien corriendo en el piso de arriba, inmediatamente el sonido se acercaba a las escaleras. Alcanza a esconderse y observa bajar y salir del edificio a un hombre que lleva una gorra tejida color azul, y en el brazo lo que parecía una carpeta envuelta en un trapo. Atinó a pensar que alguien había asaltado la fraternidad así que buscó a su compañera de habitación Nancy y sin saber que hacer fueron en busca de la encargada del edificio, pero no tardaron en toparse otra compañera llamada Karen quien tambaleaba por el pasillo herida y cubierta de sangre en la cabeza. Pronto descubrieron otra muchacha mas, gravemente herida.

Aquella noche Bundy efectuó uno de sus ataques más terribles por la saña y número de víctimas: la policía encontró el cadáver de Lisa Levy a quien golpeó en la cabeza, violó y que casi de una mordida le desprende un pezón del pecho. A la postre el ataque a Lisa Levy resultaría de crucial importancia en el destino de Bundy. Además insertó en su vagina una lata de spray para pelo. Margaret Bowman falleció de estrangulamiento, igualmente atacada mientras dormía. Los análisis forenses indicaron que no fue atacada sexualmente como Lisa Levy. Pero los golpes a su cabeza fueron tan brutales que parte de la masa encefálica estaba expuesta cuando fue hallado el cuerpo.



Ninguna de las dos mujeres pudieron pelear por su vida, el ataque fue veloz y contundente. Las demás victimas no pudieron aportar ningún dato sobre el atacante, únicamente la señorita Neary fue capaz de proporcionar los mayores datos. Bundy no había terminado aún su noche, no lejos de la fraternidad atacaría a una chica mas, afortunadamente los vecinos escucharon ruidos extraños y telefonearon al departamento de la mujer; esta acción heroica le pudo salvar la vida a la chica que inmediatamente fue asistida por la policía quienes la encontraron sentada en su cama, semiinconsciente tras la golpiza recibida. A pesar de que la policía pudo recabar bastante evidencia de este último ataque como fueron cabellos de una mascara que Bundy soltó en el lugar, semen y muestras de sangre la realidad era que el criminal les era desconocido. En el estado de Florida no sabían nada de Ted Bundy.

La última víctima de Ted Bundy fue la adolescente Kimberly Leach que fue secuestrada el 9 de Febrero de 1978 en Lake City. El único testigo del acontecimiento fue una amiga suya de nombre Priscila quien la vio subirse a la camioneta de un señor, pero no pudo aportar mayores datos del color o tipo de camioneta. El cuerpo de la niña fue hallado 8 semanas mas tarde en Florida, dado el avanzado estado de descomposición del mismo no dio ninguna pista significativa sobre el atacante. Días antes del secuestro de Kimberly Leach un extraño en una camioneta color blanco se acercó a una estudiante de 14 años, la chica estaba en el camino en espera de su hermano que había quedado de pasar por ella. La chica, advertida por su padre -un oficial detective- de que no debía hablar con extraños se sintió incomoda ante las preguntas y avances de Bundy. Afortunadamente el hermano llegó y ordenó a su hermana abordar el coche.

Extrañado por el sujeto, el joven apunta las placas de la misma y se las muestra a su padre, el detective James Parmenter del departamento de policía de Jacksonville decide investigar. Las placas correspondían a un hombre llamado Randall Ragen a quien Parmenter decide visitar. El señor Ragen relata que las placas de que le preguntan habían sido robadas de su vehículo y que ya había tramitado unas nuevas. Entonces intuye una sospecha y hace que sus hijos vean unas cuantas fotografías en la estación de policía, para su sorpresa, el sujeto que identifican es Ted Bundy.

Nuevamente detenido



Tiempo después de haber desechado la camioneta, Bundy roba un automóvil que si le acomoda bien, otro VW sedán. Pero le vuelve a suceder lo mismo, los oficiales localistas de la región sospechan ante la presencia de un vehículo que no les es conocido. El oficial David Lee lo ubica el 15 de Febrero a eso de las 10 p.m. Reporta las placas a la central y descubre que el carro es robado así que decide actuar. Igual que en Utah, Bundy decide huir hasta que de repente para. Para sorpresa del oficial, este se resiste a la detención y logra escapar. El oficial dispara y Bundy se deja caer, simulando haber sido herido, solamente para atacar de nuevo al oficial cuando este se acerca de nuevo. Finalmente tras una un breve forcejeo es sometido y esposado. Una vez en manos de la policía la evidencia y las pistas se acumulan velozmente contra Bundy. Inmediatamente se le carga el asesinato de la joven Leach y también se le liga a los crímenes de la fraternidad Chi Omega y es sentenciado a muerte.

Pena de muerte, apelaciones, mas juicios



El primer juicio por asesinato que enfrentó Theodore Robert Bundy, comenzó el 25 de junio de 1979 en Miami, Florida. En este caso la corte se centró en los crímenes contra la fraternidad Chi Omega y fue este juicio el que selló el destino de Bundy. Estos eran los juicios de la década, provocando una marejada de publicidad y expectación en toda la unión americana, pues Bundy era visto como la real encarnación del mal.

A pesar de tener al mundo entero en su contra y con todo el peso de la evidencia sobre sus hombros, Bundy actuó como su propio abogado y siempre confió en poder hacer que el juicio fuera lo más justo posible. El jurado estuvo compuesto por una mayoría de afroamericanos. La intención fue que no se cargara de prejuicios dicho jurado, pero las evidencias fueron determinantes, sobre todo en el caso de la hermandad Chi Omega. Primero fue el testimonio de Nita Neary, señalando a Bundy como el sujeto que alcanzó a ver salir corriendo por la puerta. El otro testimonio contundente fue aportado por un odontólogo, el Dr. Souviron, quién mostró una serie de fotografías de la mordida en la nalga de la señorita Levy y de cómo las marcas de la dentadura correspondían a la perfección con los dientes de Bundy. De ese modo las fotografías ligaron a Bundy con los asesinatos de la fraternidad.




El 23 de julio tras 7 horas de deliberación, el jurado decidió que Ted Bundy era culpable. Este escuchó el veredicto sin mostrar emoción alguna. En el estado de Florida se tiene la costumbre de efectuar un juicio aparte para la sentencia, el de Bundy ocurrió el 30 de julio, una semana después del anterior. Esta ocasión la madre de Bundy testificó e imploró por la vida de su hijo y él mismo tuvo la oportunidad de dar una buena razón para que no se le sentenciara a muerte. Entre otras cosas se dijo víctima de una farsa, de un juicio injusto y abusivo y que no tenía ni siquiera por qué pedir clemencia por algo que no había cometido. El juez Cowart, al finalizar Bundy su declaración recomendó la pena de muerte en la silla eléctrica por la muerte de Lisa Levy y Margert Bowman.



El 7 de enero de 1980 comenzó el juicio por la muerte de la niña Kimberly Leach, en Orlando, Florida. Esta vez Bundy decide no defenderse asimismo y quedan como sus representantes los abogados Julius Africano y Lynn Thompson. La estrategia a seguir fue apelar por causa de incapacidad mental, es decir por locura. Una ruta muy arriesgada, pero casi la única opción para un asesino como Bundy. El jurado no tuvo problemas para darle la vuelta a esta débil estrategia y de hecho Bundy perdió cada vez más el control. Ya no le sirvió de nada aparentar calma y dominio de la situación, sabiendo de antemano que su destino estaba ya decidido. Durante el juicio sorprendió a todo mundo al anunciar su matrimonio con Carole Ann Boone, antigua compañera de trabajo. Gracias a una argucia legal del estado de Florida, era posible sellar un matrimonio en el estrado y estando en bajo juramento, declarando ante el juez. Así que al testificar Boone, ambos aprovechan para contraer matrimonio legalmente.

Bundy no podía cambiar su situación jurídica, por lo cual adoptó la decisión de confesar mas crímenes al doctor Bob Keppel, jefe de investigadores del departamento de justicia del estado de Washington. Keppel y Bundy habían trabajado conjuntamente cuando este último se ofreció para ayudar en la investigación acerca del asesino serial llamado en este entonces "The Green River killer", criminal que tuvo en jaque a la policía por más de 20 años. Keppel asistió a las sesiones con Bundy armado únicamente de una grabadora para conservar los testimonios del asesino. Así, el mundo se enteró de que Bundy conservaba por algún tiempo en su casa y en algunos casos, las cabezas de las víctimas como trofeos y de que también practicaba necrofilia. La conducta de Bundy fue catalogada como de extrema perversión y compulsión necrofílica. Los analistas estiman que el número de víctimas podría fácilmente rondar las 100 mujeres, muy lejos de los conteos oficiales de alrededor de 36.

Silla eléctrica

El 24 de enero de 1989, a las 7 AM con 4 minutos Theodore Robert Bundy fue ejecutado en la silla eléctrica. Según se reporta, tuvieron que sacar a Bundy de su celda por la fuerza. Afuera de la cárcel numerosas personas esperaron la noticia y cuando el vocero de la institución declaró la muerte de Bundy se escucharon vítores y aplausos, incluso hasta fuegos artificiales fueron lanzados. Momentos después sale una carroza funeraria camino al crematorio. Al pasar, la multitud aplaude.



A pesar de todo, todavía se le cargaría a la cuenta de Bundy un crimen más, que tomó 28 años para esclarecerse. Katherine Devine fue vista por última vez el 25 de noviembre de 1973, para ser descubierto su cadáver el 6 de diciembre de ese mismo año en el parque McKenny del estado de Washington. Los forenses dicen que poco después de ser vista por última vez, Kathy Devine encontró la muerte, estrangulada, sodomizada y con la garganta rebanada. La mayoría de los enterados del crimen creyó que Bundy había sido responsable, pero en ese tiempo las autoridades culparon a un sujeto de nombre William E. Cosden Jr. quien purga condena por violación a 48 años. El caso nunca fue cerrado, y en el año 2001 gracias a exhaustivas pruebas de ADN el caso quedó resuelto.