Y dice que no se arrepiente de tener una vida sexual excéntrica
Que un hombre de 68 años reivindique poder llevar una vida sexual alejada de los convencionalismos, con algo de excentricidad, fantasía y aderezada con prostitutas, puede que sea chocante, aunque no noticia. Pero que sea el presidente de la Federación Internacional de Automovilismo quien haga esas afirmaciones, la cosa se torna extraña. Pero así es: lejos de aceptar su dimisión o sentir remordimientos por el vídeo sexual con supuestos tintes nazis que ha causado un enorme revuelo en todo el mundo, Max no se siente ni culpable ni avergonzado de nada:
Con su vida puede hacer lo que le plazca, aunque sea algo "excéntrico”, asegura.
Es lo que acaba de declarar en su primera entrevista tras su escándalo sexual. El periódico Sunday Telegraph ha sido el elegido. No lo ha hecho antes por la "enorme publicidad” generada por News of the World. En esta su primera conversación con la prensa tras quedar desvelada su otra vida oculta, Max asegura que los que se escandalizan con su comportamiento sexual en el vídeo publicado por News of the World son quienes llevan una vida sexual convencional, y por eso la rechazan. Pero, según él, "si no perjudica a nadie, si es en privado y si es completamente secreto y personal, no les incumbe".
Si medio mundo está escandalizado por su comportamiento, y media Fórmula 1 pide su dimisión, él asegura estar igual de indignado y enfadado por quienes han violado su intimidad de esta manera: "Siento que nada ha cambiado para mí. Creo que es una horrible intrusión en mi vida privada que no está justificada de ninguna manera. Espero que pronto sea castigada".
Y es que Mosley está empecinado no sólo en no dimitir, sino en justificar su actuación en la supuesta orgía nazi (término que siempre negó), asegurando que no afecta negativamente a nadie, al tratarse de un acto privado. Y, a pesar de las numerosas voces que piden su dimisión como presidente de la FIA, asegura que tiene más apoyos de los que la prensa deja entrever: "Por cada carta que he recibido de un presidente de un club diciendo ‘Creo que debería dimitir’ o ‘Creo que debería considerar su posición’, tengo siete, o algo más de siete, que dicen: ‘Debería quedarse absolutamente’, y ‘Esta es la invasión más indignante e intolerable’, y sugieren que hay más de lo que a simple vista se ve, y por supuesto lo hay".
Si lo hay, y en ese porcentaje, Mosley tendrá una amplia victoria en la votación prevista para el 3 de junio, donde los 222 miembros de la FIA en todo el mundo decidirán si quieren que el protagonista del vídeo sexual masoquista siga siendo su presidente. "Si quieren que continúe, lo haré; si no, me marcharé, obviamente".
Otros clubes automovilísticos y deportistas no están de acuerdo, y creen que la actitud de un presidente mundial de un deporte no puede mostrar estas actitudes, aunque sea en su vida privada, pues sirve de ejemplo a millones de jóvenes en todo el mundo. Pero Mosley se los despacha sin reparos (y con algo de desprecio) asegurando que el asunto "es cosa de los miembros de la FIA, no de viejos pilotos y cosas por el estilo".
Una cosa está segura: Mosley no será presidente de la FIA en 2010. Y es que él mismo asegura que ya tenía pensado dejar el cargo en 2009, último año de su largo mandato, pues "trabajar con 73 años sería algo extraño". Por qué no lo había dicho antes fue sólo una cuestión de discreción y táctica política: "Cuando Tony Blair dijo que se iba, perdió influencia. Por eso no hablé de ello". La influencia que ha perdido es la de Bernard Ecclestone, quienes muchos medios de comunicación aseguran que está enemistado con Mosley desde que vio las imágenes pornográficas de su hasta entonces amigo y colega. Mosley lo niega, aunque confiesa que a Ecclestone no le hizo mucha gracia: "Ciertamente, apoya y piensa que es repugnante, pero tiene su propio negocio".
Vía: Thef1.com